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Ahora quieren sacrificar los dromedarios en Australia

Alegan que consumen mucha agua. Planean matar los 10.000 dromedarios que viven en los desiertos del centro del país.

A pesar del capital de simpatía que tiene en el mundo entero, Australia suele tomar con frecuencia decisiones muy desagradables. Lo demostró a lo largo de su historia: cuando segregó a las poblaciones aborígenes y les negó derechos básicos durante generaciones; o cando se lanzó en grandes campañas de erradicación de la fauna local.

Desde hace unos días, el mundo entero está pendiente del futuro de los koalas que podrían desaparecer a mediano plazo. No hay que olvidar que hace menos de un siglo, el futuro de aquellos adorables ositos importaba poco y nada. Este animal fue cazado hasta el borde de la extinción, y solamente fue protegido a partir de los años 1930.

Medio siglo más tarde, en los años 1980, los australianos lanzaron grandes campañas de exterminación de rebaños de caballos cimarrones -en Australia los llaman brumbies- y de dingos (el perro salvaje nativo). Son solo algunos ejemplares de las campañas de exterminio que provocan con regularidad en Australia y que terminaron con la existencia de varias especies. El caso más emblemático es el del lobo marsupial, que vivía de manera endémica en Tasmania y fue erradicado a principios del siglo XX. 

La foto de uno de los últimos lobos marsupiales en vida, en los años 1930. 

Un brumby, o caballo salvaje australiano. 

Ahora les tocó el turno a los dromedarios...

Aunque no se sepa tanto, en Australia hay grandes rebaños de esos animales africanos. Se adaptaron muy bien a su nueva tierra de adopción y proliferaron porque no tienen ningún predador y encontraron condiciones ideales para su desarrollo. Al mismo tiempo, los colonos se preocupaban muy poco de las incidencias que podrían llegar a tener sobre el ecosistema local y en las regiones habitadas por los aborígenes. En los años 2000, había más de un millón de dromedarios australianos. 

Mil millones de animales perecieron en los incendios durante las últimas semanas (el balance será mucho más elevado cuando se logre apagar las llamas) y los bomberos hacen a veces esfuerzos descomunales para salvar algunos cuando lo pueden. Al mismo tiempo, se van a sacrificar miles de animales, como si este triste panorama no fuese suficiente.

Las autoridades dieron luz verde para la masacre de 10.000 dromedarios y la excusa es que toman demasiada agua... En 2013, ya se había lanzado una campaña similar. Los cazadores recibían el equivalente de 50 euros por cada dromedario que abatían. en busca de mayor eficiencia, los apuntaban desde helicópteros. Esta modalidad recuerda las abominables partidas de caza de canguros que se suelen organizar a bordo de 4x4. 

Luego de la campaña de erradicación de 2013, la población de dromedario bajó a 300.000. 

Los promotores de la medida se justifican con la falta de agua que padece la mayor parte del territorio australiano. La deforestación, los cultivos intensivos, la minería y el cambio climático provocaron faltas crónicas de lluvia. Australia es un país literalmente "seco" y las altas temperaturas solo favorecieron los dantescos incendios que destrozan inmensas regiones desde hace meses.

Los australianos consideran que los dromedarios toman demasiado agua y ponen en peligro la supervivencia de especies autóctonas y la actividad de las comunidades rurales, sean de pobladas por colonos o por aborígenes. Los primeros habitantes de Australia fueron de hecho uno de los grupos que pidió una reducción de la cantidad de dromedarios. Consideran que ponen mucha presión sobre su estilo de vida y al tomar la poca agua disponible en los oasis. 

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