Argentina

Villa Pehuenia: Qué hacer en invierno 2018

Batea Mahuida  es el parque de nieve y centro de esquí de la aldea neuquina. Mapuche, volcánico e infinitamente blanco.

Llega el invierno y se acercan las vacaciones, haciéndose desear más y más en la misma medida en que crece el frío. Con él, la gente cierra las puertas y se vuelca a las actividades de interior. Sin embargo, es precisamente el momento del año en que Villa Pehuenia abre sus puertas y nos invita a salir a disfrutar del frío, en un parque de nieve preparado para esquiar, andar en culipatín o lucirse con el snowboard. Monkol, su pista más larga, se extiende por 700 metros que dejan espacio a la fantasía.

Batea Mahuida  

El epicentro de los deportes de nieve en Villa Pehuenia es el parque de nieve Batea Mahuida, enclavado sobre el volcán que le da nombre. Se halla a ocho kilómetros de Villa Pehuenia-Moquehue, localidad neuquina rodeada de bosques y lagos que limita con Chile. En temporada invernal, su relieve montañoso se envuelve en un profundo manto blanco que lo hace parecer un pueblo salido de cuentos de hadas. El parque, administrado por la comunidad mapuche Puel, cuenta con ocho pistas de esquí y cuatro medios de elevación de arrastre (Poma, T-Bar y ski lift) para facilitar el ascenso con el equipo. Sus pistas son de dificultad media a baja, orientadas para aquellos que comienzan o tienen nivel amateur. El parque cuenta con una escuela de esquí e instructores de la comunidad para asistir a familias o viajeros cuya experiencia sea la del primer encuentro con la nieve.

¿Qué hacer en Batea Mahuida? 

Desde los paseos en trineo a las caminatas con raquetas entre los bosques de pehuén, el parque cuenta con varias actividades además del esquí nórdico y alpino. Si caminar no es lo suyo, la más atractiva puede ser la subida en moto de nieve al volcán. Se va tanto a la cima como a la laguna que encierra en el cráter (totalmente cubierta de nieve). La última parte de la subida es más que aventurada debido a la empinada cuesta final antes de coronar al Batea Mahuida y su laguna. Y es que este apagado volcán es tanto peculiar. A diferencia de lo que uno esperaría, su caldera se encuentra semidescubierta y solo media pared resguarda del exterior al ventiladero, haciendo así accesible la laguna que remansa en la superficie de la garganta (esa forma peculiar inspiró en los primeros pobladores el apelativo a su forma, “batea”).Y “mahuida”, por cierto, significa “montaña”. 

El gran encanto de Pehuenia-Moquehue es la temporada de nieve. Aunque el parque suele comenzar sus actividades el 1º de julio, a mediados de mayo habitualmente ya se aprecian las primeras nevadas. En junio la nieve es lo suficientemente abundante como para desnucarse en guerras campales y dar vida a monigotes apilados sobre bolas. El entierro puede ser más profundo que el metro. Cuando pasa la máquina que despeja el camino para que puedan circular los autos, la ruta queda contenida entre sendas paredes de nieve que se erigen a ambos lados. Esta nieve es muy longeva y permite a los turistas disfrutar de ella hasta tarde en el año, bien tarde, después de agosto. Después de septiembre. De hecho, hasta octubre se puede permitir la apertura del parque de nieve. Las últimas semanas de temporada no son menos atractivas: especialmente porque es común que se reduzca el precio de la entrada. 

La confitería del parque está pensada como refugio, calefaccionada a leña, y ofrece típicos platos de la cocina mapuche además de las clásicas tortas fritas o chocolate caliente. El paisaje abarca a Chile y sus volcanes: ocho son los que se ven desde la cima del Batea, un campo natural de piedra pómez. Y es que en sus tiempos de actividad, se encargó de hacer llover toneladas y toneladas de esta piedra que se fue repartiendo por la comarca y se levanta al borde de cualquier camino. La vista a los lagos Aluminé y Moquehue  es una cosa privilegiada donde se forma la celeste y blanca: los lagos y el cielo enmarcan las cordilleras nevadas. 

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