Ruta de la Música Country y Western: un viaje por el alma sonora de Estados Unidos

Si hay una forma de conocer el corazón cultural de Estados Unidos, es a través de su música. Y no cualquier música, sino esa que nació en los campos de tabaco, en los pueblos de montaña, en las estaciones de radio rurales y en las cuerdas de guitarras tocadas con el alma. La Ruta de la Música Country y Western propone un viaje de 26 días desde Washington D.C. hasta San Antonio, Texas, para seguir los pasos de las grandes leyendas del country, el bluegrass, el folk, el blues y el western.

Desde las raíces rurales de Virginia hasta los salones de baile texanos, cada parada está cargada de historia, melodías y personajes inolvidables. Un verdadero road trip musical por el sur profundo de EE.UU., ideal para viajeros culturales, fanáticos de la música y amantes del turismo temático.

De los Apalaches a la leyenda: Virginia y Tennessee

Winchester, Roanoke y Bristol, VA

La ruta comienza en el verde intenso de los Apalaches, donde nacieron muchas de las voces que definieron el country tradicional. En Winchester, la casa museo de Patsy Cline permite conocer el costado más íntimo de una de las primeras grandes estrellas femeninas del género. Luego, en Roanoke, el recorrido continúa con paisajes rurales y anécdotas como la del Koffee Pot Restaurant, famoso por tener un rollo de papel higiénico firmado por Elvis.

En Bristol, se visita el impresionante Birthplace of Country Music Museum, que conmemora las míticas grabaciones de 1927 que definieron el género. Por la noche, si el calendario lo permite, una visita al Carter Family Fold ofrece música en vivo en un ambiente cargado de tradición, donde las raíces familiares del country se sienten en cada acorde.

Bluegrass, folk y raíces: Clintwood y Pigeon Forge

En Clintwood, el Ralph Stanley Museum rinde homenaje al padre del bluegrass moderno, con exposiciones que explican cómo este estilo creció desde las montañas hasta los escenarios globales. Más tarde, en Big Stone Gap, el June Tolliver House invita a descubrir el arte popular de los Apalaches y su influencia musical.

La ruta sigue hacia Pigeon Forge, Tennessee, donde se encuentra el parque temático Dollywood, propiedad de Dolly Parton. No se trata solo de un parque de diversiones, sino de un homenaje viviente a su legado: trajes, instrumentos, escenarios y una ambientación que transporta a la infancia de la artista. Es un lugar para emocionarse, incluso sin subir a una sola montaña rusa.

Nashville: el corazón del country americano

Pocas ciudades respiran música como Nashville. Desde la calle Franklin y Printer’s Alley, donde los bares y tiendas vintage conviven con honky-tonks repletos de músicos en vivo, hasta los sitios sagrados del género: el Country Music Hall of Fame, el RCA Studio B donde grabaron Elvis y Roy Orbison, y el icónico Ryman Auditorium, antigua sede del Grand Ole Opry.

También es imperdible el Johnny Cash Museum, donde se puede seguir paso a paso la vida del “hombre de negro”, y la visita a Fontanel, la casa de Barbara Mandrell. La ciudad también seduce con su gastronomía sureña: pollo frito picante, pasteles de manzana y el famoso café Loveless sobre el Natchez Trace.

Memphis: donde nacieron el blues y el rock ‘n’ roll

La travesía llega a Memphis, ciudad clave para la historia musical del siglo XX. Aquí se encuentra el mítico Sun Studio, donde grabaron por primera vez Elvis Presley, Johnny Cash y Jerry Lee Lewis. A pocas cuadras, Graceland, la mansión de Elvis, ofrece una mirada íntima a su vida.

En Beale Street, las guitarras suenan desde el mediodía hasta la madrugada, y lugares como el Stax Museum of American Soul y la Gibson Guitar Factory completan la experiencia. Incluso podés ver a los famosos patos marchando por el lobby del Hotel Peabody. En el sur, la música está en cada rincón.

Delta del Mississippi y Arkansas: raíces profundas

En Indianola, Mississippi, se visita el B.B. King Museum, donde se explora el legado del rey del blues y la historia del Delta. Luego, en Helena, Arkansas, se encuentra el Delta Cultural Center, hogar del programa radial en vivo más longevo del blues: King Biscuit Time.

La jornada continúa en Dyess, donde una visita a la casa de infancia de Johnny Cash emociona hasta a quienes no son fanáticos. Allí se aprende sobre el movimiento de los Southern Tenant Farmers, cuyo espíritu rebelde también quedó grabado en la música folk.

Missouri y Oklahoma: tradición western

Branson (MO) es un paraíso de espectáculos, con parques temáticos como Silver Dollar City y shows de cena como el Dixie Stampede, ideales para familias. En Tulsa, el Gilcrease Museum ofrece una colección impresionante de arte del oeste, mientras que en Oklahoma City brillan el American Banjo Museum y el National Cowboy and Western Heritage Museum, donde la historia del vaquero cobra vida.

Texas: bailes, historia y el oeste vivo

La recta final del viaje atraviesa el espíritu del western moderno. En Fort Worth, se puede recorrer el histórico Stockyards District, ver rodeos y comprar en tiendas de botas auténticas. En Austin, la cultura alternativa se mezcla con la tradición musical: desde el Broken Spoke, el legendario salón de baile country, hasta el arte raro de la Cathedral of Junk.

Finalmente, San Antonio recibe al viajero con un paseo en barco por el River Walk, la visita al Álamo, y una atmósfera vibrante entre lo hispano y lo texano. Un final perfecto para un viaje inolvidable.