Descubiertos en cuevas de Gabón, unos cocodrilos enanos tienen la piel anaranjada. Los biólogos piensan que la especie podrían estar en pleno proceso de mutación.
En las cuevas de Abanda, en Gabón, se ha hecho un descubrimiento fascinante. Se registraron cocodrilos enanos de piel naranja. Altamente aislada, esta población podría estar en vías de convertirse en una especie nueva. Para poder determinarlo, un equipo de investigadores de la Universidad de Florida está realizando estudios. El extraño color anaranjado del cuero de estos cocodrilos proviene del agua en la que viven los animales. Esa agua tiene altos porcentajes de guano de murciélagos.
Al igual que sus vecinos alados, los cocodrilos enanos viven en una total oscuridad. Esta población es conocida recién desde el año 2010 y ahora empiezan a ser difundidos los primeros resultados de los estudios llevados a cabo. Se sabe, por ejemplo, que la dieta de esos animales es muy diferente de la de los cocodrilos que viven en otros entornos. Se alimentan principalmente de grillos y murciélagos. Tienen así una abundancia de presas y ningún depredador. También se pudo comprobar que esos cocodrilos no salen nunca de sus cuevas a lo largo de su vida.
“La inusual piel naranja de los cocodrilos adultos podría deberse a que nadaron en guano de murciélago, que es rico en urea”.
Matthew Shirley
Shirley y su equipo no saben desde cuándo esta especie ha adoptado este estilo de vida subterráneo, pero la investigación genética podría indicar que estos cocodrilos están en proceso de mutación.
Al comparar el ADN de los cocodrilos de Abanda con el de los cocodrilos de otras partes de Gabón, los investigadores descubrieron que un halotipo (un grupo de variantes del ADN) solo estaba presente en los cocodrilos de Abanda. Debido a su aislamiento y falta de interacción con el mundo exterior, estos cocodrilos podrían estar en vías de convertirse en una especie aparte.

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