El viaje más largo del mundo fue realizado por una ballena jorobada

Es el trayecto más largo que haya sido registrado en la naturaleza. Una misma ballena realizó un viaje de 13.046 km entre el Oceáno Pacífico y el Índico. Es una distancia inhabitual y quizás responda a una estrategia del animal para adaptarse al cambio climático.

A este mamífero marino no le asustan los viajes largos. La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) es incluso uno de los cetáceos con las migraciones estacionales más largas. A lo largo de un año, se desplaza entre zonas de reproducción situadas en latitudes bajas (cerca del ecuador) y zonas de alimentación en latitudes altas. Normalmente, las ballenas jorobadas se mantienen fieles a estas rutas migratorias y siguen un calendario muy similar de un año a otro. Según los investigadores del estudio, “los grandes desplazamientos longitudinales (es decir, de este a oeste) se consideran atípicos en esta especie”.

Sin embargo, estudios recientes han demostrado que las ballenas jorobadas llevan varios años desviándose de sus trayectorias habituales. El estudio más reciente, publicado en la revista Royal Society Open Science, parece haber arrojado resultados récord en cuanto a movimientos interoceánicos.

Viajes oceánicos insólitos

Para observar el comportamiento migratorio de las ballenas jorobadas, los investigadores utilizaron datos de Happywhales, una plataforma en línea que recoge fotos de aletas.

Desde 2010, se han subido a esta plataforma miles de imágenes gracias a los estudios realizados a bordo de buques en Colombia y Zanzíbar. Estos valiosos datos han permitido a los científicos comprender mejor los patrones de movimiento de las poblaciones entre Zanzíbar y otras regiones del planeta.

Durante su investigación, los científicos observaron que un macho de ballena jorobada había sido fotografiado en dos cuencas oceánicas distintas: la de Colombia y la de Zanzíbar. 13.046 km (en un gran círculo) separan a estas dos poblaciones reproductoras. Esto significa que este macho de ballena recorrió una distancia de casi 120 grados de longitud. Se trata del viaje interoceánico más largo jamás observado para esta especie.

Adaptación al cambio climático

Los resultados de este estudio revelan que las ballenas jorobadas son capaces de una gran “plasticidad conductual”. En otras palabras, son muy adaptables. Pero, ¿por qué se desplazan las ballenas a nuevos hábitats?

Este fenómeno se viene observando desde hace varios años. En 1996, se fotografió a una hembra de ballena jorobada en una zona de cría frente a Ecuador, y dos años más tarde se la volvió a identificar, 12.000 km más lejos, a 40 grados de longitud. Otra hembra fue vista en Brasil en 1999 y luego en Madagascar en 2001, habiendo recorrido al menos 9.800 km.

Observada tanto en machos como en hembras, la dispersión de las ballenas jorobadas entre distintas zonas de cría no parece estar vinculada al sexo. Otra hipótesis planteada por el estudio sugiere que estas exploraciones de nuevos hábitats se deben a cambios en las condiciones climáticas.

“Por ejemplo, la distribución del krill en el Océano Austral fluctúa cada año, lo que repercute en la distribución de las ballenas jorobadas en sus zonas de alimentación (…). Por otro lado, un aumento de la población también podría ser un factor de estos cambios en las zonas de reproducción, cuando los animales tienen que explorar nuevas áreas debido a la competencia con machos más establecidos en ambas zonas”, explica el comunicado de prensa.