La película que recrea la tragedia del equipo de rugbiers uruguayos en los Andes chilenos es un éxito internacional que generó un fuerte interés turístico por la región del Alto Colchagua y el macizo del Volcán Palomo.
La película La Sociedad de la Nieve narra el trágico accidente de un equipo de rugbiers uruguayos, en la cordillera de Los Andes. Está basado sobre hechos reales que ocurrieron en octubre de 1972. La región donde se estrelló el avión está en Chile, en plena Cordillera, cerca de la frontera con la Argentina. Se puede acceder tanto desde el Alto Valle de Colchagua (Chile) como desde Las Leñas (Mendoza, Argentina). La primera opción es la que suelen elegir los turistas, porque el lugar de esta tragedia se convirtió en una de las principales metas del Dark Tourism en América Latina, sobre todo luego del éxito internacional de la película.
Desde 2021 y la reactivación del turismo internacional en la época postpandemia, la zona de Alto Colchagua en Chile se ha posicionado como un destino de turismo aventura para vivir experiencias al pie de uno de los tramos más alto de la Cordillera de los Andes. Esta región de valles profundos y altas cumbres está a tan solo dos horas de Santiago de Chile, en la región administrativa de O’Higgins.
El Milagro de los Andes
Alto Colchagua es el punto de partida de las excursiones que prestadores locales organizan para conocer atractivos como las Huellas de Dinosaurios y el volcán Palomo (4.850 metros en altura). Esa cumbre recibió ese nombre por la forma de sus glaciares, similares a las alas de un palomo. Actualmente, está inactivo y es una meta muy buscada por andinistas de todo el mundo. Se accede a la cima por cuatro glaciares, pero la ruta más conocida es el camino de San Fernando a las Termas del Flaco, siguiendo los cursos de los ríos Azufre y San José. Es el camino por el cual descendieron dos de los sobrevivientes, Fernando Parrado y Roberto Canessa, luego de largas horas de caminata. Habían permanecido 70 días en las montañas y las cumbres nevadas, alrededor de los restos de su avión. El camino utilizado hoy por los andinistas es el mismo que seguía también Sergio Catalán, el arriero que encontró a los dos desdichados deportistas. Así se concretó el Milagro de los Andes y pudieron ser salvados los sobrevivientes del accidente.
Vinos del Colchagua
El Valle de Colchagua es una zona vinícola por excelencia. Es famoso por sus variedades de uvas Cabernet, Carménère, Malbec y Syrah. Las bodegas de la región ofrecen visitas por sus instalaciones, gastronomía local y actividades como trekking, paseos en bicicleta, en carruaje o a caballo. Durante la Vendimia, en marzo, es posible participar en las tareas de recolección y el proceso de las uvas.
El circuito de la Sociedad de la Nieve
Luego de ser recatados, los sobrevivientes de “La Sociedad de la Nieve” fueron llevados al Hospital San Juan de Dios de San Fernando, la pequeña ciudad más cercana al lugar de su rescate. Fue donde recibieron las primeras atenciones médicas. A 50 años de ese acontecimiento históricos, la localidad cambió mucho pero recuerda todavía el “Milagro de los Andes”, con un mural pintado por Carlos Páez (uno de los 8 sobrevivientes que fueron internados en el
hospital).
Además, luego de la presentación de la película, Roberto Canessa y Gustavo Zerbino, otros de los sobrevivientes, volvieron a recorrer la zona y pararon en la Parroquia Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, Monumento Nacional de Chile. Es donde se exhiben algunas fotografías originales del rescate y documentos históricos que recuerdan el milagro.
La iglesia y el hospital no son los únicos lugares de San Fernando dónde se puede aprender más sobre “La Sociedad de la Nieve”. El Museo Casa Lircunlauta tiene una sala especialmente dedicada a la tragedia, con documentos de la época.
Un poco más arriba, al pie de la Cordillera, la localidad de Puente Negro, forma parte de este recorrido de la memoria, con una escultura en honor a Sergio Catalán.
En el camino de regreso a Santiago, otro de los atractivos para los turistas es la hacienda “Los Lingues”, construida a fines del siglo XVI. Es un atractivo donde se conservaron edificios coloniales de adobe. Su restaurante propone una gastronomía de excelencia con productos frescos de su propia huerta.
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