Virgilio Espinoza Rodríguez, Instituto Costarricense de Turismo

“En Costa Rica hemos desarrollado un modelo de turismo sustentable basado en experiencias al contacto de la naturaleza que beneficia al mismo tiempo a las comunidades locales”.

Virgilio Espinoza Rodríguez es el titular del Departamento de Certificaciones y Responsabilidad Social Turística, una entidad técnica que maneja una serie de programas dentro del Instituto Costarricense de Turismo.

Dos de los programas a su cargo están directamente relacionados con metas de turismo sustentable y otros dos se articulan con desarrollo social. En el caso de los dos primeros se trata del de la Certificación para la Sustentabilidad Turística y del Programa Bandera Azul, orientado a la protección de las playas del Caribe y Pacífico. El funcionario nos aporta más detalle sobre estas acciones y otras políticas virtuosas llevadas a cabo en Costa Rica y que transforman el pequeño país de Centro América en un modelo a nivel internacional. 

Compartimos esta entrevista, realizada en San José de Costa Rica, antes de la pandemia y de los cierres de fronteras, a fines del primer trimestre 2020. 

Costa Rica es uno de los países más avanzado en relación a “turismo verde”. ¿Qué nos puede precisar? 

Sí, como pioneros efectivamente logramos, desde la década del 80 hasta hoy, desarrollar una serie de esquemas que tienen que ver con la naturaleza. Obviamente fortalecimos el ecoturismo o turismo verde y nos consolidamos a nivel mundial con ese tema. También se lo puede calificar de “turismo responsable”. El ecoturismo nació en Costa Rica con la observación de aves, mamíferos y anfibios. Pero poco a poco y con el correr del tiempo fuimos progresando de manera profesional, al punto que logramos en el término de diez años presentarlo al mundo como turismo sustentable.

Desde la observación de aves pasamos a desarrollar un segmento importantísimo de turismo sustentable que sea no solo basado en experiencias al contacto de la naturaleza sino que beneficie a las comunidades locales. La intención es que nuestros turistas entendiesen que no vienen a ver solo animales y bosques sino que también tienen la posibilidad de participar en una serie de actividades y conocer a comunidades, con un nivel de desarrollo social y cultural importante.

En paralelo a esto, las empresas turísticas que giran en torno al tema se fortalecieron y empezaron ellas también a desarrollar una serie de trabajos muy importantes por el respeto al medio ambiente. Ofrecimos a esos empresarios varias capacitaciones que giran en torno a la parte social, la parte cultural y al rescate de una serie de valores claros y precisos que son muy bien vistos por los turistas que nos visitan.

¿De qué se trata todo esto? Terminó con la creación de un modelo de turismo responsable muy sólido y muy valorado por parte de los turistas. Al  mismo tiempo, logramos darles herramientas a los empresarios de los diferentes servicios turísticos para que ellos también se convirtieran en adalides de nuestro turismo responsable.

Déjeme contarles que ese turismo responsable, esa relación con el empresario desembocó en la creación de una certificación conocida hoy como la Certificación para la Sostenibilidad Turística (CST), que aplica a nivel nacional. Es un sello que ha sido muy bien visto por una serie de países amigos en Centro y Sudamérica, que nos han pedido que hagamos eco de esa certificación. Fue así que hemos visitado a varios de ellos, como por ejemplo UruguayChile Colombia, para ir dando a entender y a conocer esta importante certificación CST. 

El próximo paso es generar un turismo libre de emisiones de carbono… es la gran obra que están llevando a cabo ahora, ¡cierto?.

Obviamente nuestra inquietud y nuestro camino giran en torno a que el turista responsable que queremos, un turista empapado con la sustentabilidad. Con el modelo que hemos puesto en marcha, ese turista, cuando llega a una empresa de servicios, tiene que saber que está cobijada bajo la certificación de sostenibilidad turística. Tiene que saber que su proveedor trabaja respetando el ambiente y que además minimiza su impacto y su huella de carbono.

Entonces el empresario le dice a este amigo nuestro, a este turista: “aquí trabajamos muy fuerte el tema del manejo de los residuos, promovemos la visitación a las comunidades para que vea la parte socio-cultural, manejamos adecuadamente el tema del agua, del combustible, de la electricidad. Puede estar seguro de que hacemos todos los esfuerzos para ahorrar al máximo el impacto que causa nuestra empresa y no dañar el medio ambiente“.

También quiero subrayar que detrás de la promoción turística, existe toda una cadena de trabajo de reforestación y de cuidado de los bosques. Llevamos adelante campañas desde hace tiempo para que el empresariado entienda que el árbol vale más teniéndolo en pie que cortándolo. El árbol en pie puede ser visto muchísimas veces. El árbol que ya no está, se vendió y dio plata una vez. Pero ya no se ve, ya no atrae a nadie y no genera más ingresos.

En general los empresarios costarricenses entendieron muy bien este discurso de protección de los bosques y participan en la protección y el fortalecimiento de las áreas naturales alrededor de ellos y las que pertenecen al Estado. 

En la actualidad, un empresario que tenga un bosque pequeño sabe que tiene que protegerlo, porque sabe que el turista va visitar ese bosque, va a recorrer los senderos, va a avistar fauna y flora. Ese mismo hombre sabe que ese bosque lo puede “vender” por la mañana, para salidas de observación de aves; por la tarde, para recorridos recreativos; y por la noche para un tour nocturno para ver aves, anfibios o mamíferos. Su rincón de naturaleza se vende todo el día y complementa muy bien el ingreso que pueda tener con servicios de gastronomía o de hospedaje.

El empresario gana en todo momento. Y además protege, cuida y recibe una remuneración muy importante de parte del Estado a través de la protección de esa pequeña franja de bosque. 

Costa Rica es un modelo de ecoturismo y turismo sustentable a nivel mundial. 

¿Cuál es la fuente de este aporte?

Fundamentalmente, el dinero que ingresa a ese fondo, es de la misma participación de los empresarios: cuando protegen generan dinero a través del dinero, pero también hay otras empresas que hacen aportes para que se genere esa protección. Conozco firmas que, en áreas montañosas, dan dinero. Se genera un circulo virtuoso de ganancias: el Estado recibe dinero, el empresario aporta y recibe dinero, el turista aporta dinero (porque muchos de los programas de esas empresas proponen al turista participar en la protección de la naturaleza: como por ejemplo apadrinar 1m2 de bosque). 

¿Existe algún tipo de impuesto como imponen otros países sobre noches de hospedaje, o pasajes de avión?

No, Costa Rica solo aplicamos los impuestos normales del servicio y los impuestos de ventas que se cobran como en todas partes del mundo. El estado cobra un derecho de entrada a los parques nacionales que se destina a la protección de los bosques.

Quisiera agregar que sí, efectivamente, este país tiene características muy especiales. Y no solamente por su naturaleza, por sus paisajes, por su nivel de seguridad (que es importantísima), sino también por su parte humana. Costa Rica genera un enorme capital de simpatía entre los visitantes. Y en esto ayuda la idiosincrasia de mis conciudadanos y algunas de las particularidades nacionales (Costa Rica es un país sin ejército). Aquí entendemos y sentimos que la cordialidad es una de las herramientas más importantes para seguir teniendo turismo, y se invita a todo el mundo con los brazos abiertos.

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