Nivel del mar en aumento: qué litoral para mañana

Al contrario de otras variables climáticas, el nivel de los mares seguirá subiendo mucho tiempo luego de una eventual estabilización de las temperaturas globales.

Por Gonéri Le Cozannet, Chercheur - géosciences, BRGM - Bureau de Investigaciones Geológicas y Mineras, Orléans, Francia.

Dedicaron un lugar muy importante a la temática de la subida del nivel de los mares en la segunda parte del Sexto Informe de Evaluación del GIEC (Grupo Intergubernamental sobre la Evolución del Clima), publicado en febrero de 2022. A la diferencia de otras variables climáticas como las temperaturas y las precipitaciones, el nivel de los mares seguirá subiendo mucho tiempo después de la estabilización de las temperaturas globales, porque los glaciares de montaña y las capas de hielo en la Antártida y Groenlandia tardaron siglos en adaptarse a las nuevas temperaturas. De esta forma, si es posible hoy limitar la tasa de subida del nivel de los mares alrededor de 4 mm/año, no es más posible estabilizarlo.

El informe alerta entonces sobre el carácter singular de la adaptación a la subida de los mares. Mientras que apenas empezamos a percibir el aumento de frecuencias de sumersiones crónicas en algunos sitios (como por ejemplo Venecia o la costa este de los Estados Unidos), ya conocemos lo que seguirá: una generalización y una intensificación de las sumersiones a marea alta, durante tormentas o huracanes, la salinización de los estuarios y de las aguas subterráneas de las costas; así como la sumersión permanente y la erosión de los litorales bajos y arenosos.

A fines de octubre de 2018, Venecia conoció una de sus mayores inundaciones desde la acqua granda de 1966. Nullplus/Shutterstock.

Estos desafíos motivaron la redacción, dentro del informe de febrero de 2022, de una síntesis de los riesgos vinculados con la subida de los niveles de los mares. Este documento advierte claramente que nuestra capacidad de adaptación a los riesgos costeros actuales y futuros dependerá de dos acciones inmediatas: respetar los Acuerdos de París para estabilizar el recalentamiento global por debajo de 2 °C por encima de los periodos preindustriales; y estar preparados para hacer cambios frente a los efectos ineluctables de mares más altos que en la actualidad.

Estabilizar el clima por debajo de 2 °C para dar tiempo a la adaptación

Las observaciones de los mareógrafos y de los satélites altimétricos muestran que la subida del nivel de los mares se acelera. De 1,4 mm/años durante el siglo XX, pasó a 4 mm/año en la actualidad. Limitar el recalentamiento global reduciendo las emisiones de carbono nos da un plazo mayor para adaptarnos.

Más allá de 2 °C, la velocidad de la subida del nivel del mar podría llegar a 1 cm/año en promedio luego de 2050. Quizás más en el caso de un derretimiento rápido de las capas de hielo de Groenlandia y sobre todo de la Antártida. Tal proyección no se puede excluir desgraciadamente. Se podría llegar a una subida de 1,7 metros del nivel marino global en 2100, 4 o 5 metros en 2150 y 15 metros en 2300. Será muy difícil asegurar la protección de los litorales del mundo, en un contexto de acceso a la energía y a los materiales muy distinto del actual.

La ciencia del nivel de los mares (Protect Sealevelrise, 2022).

La subida del nivel del mar varía de una región a otra, pero no más de ±20 % a nivel global. De esta manera, con un recalentamiento de +2 a +2,5 °C, las costas se modificarán durante siglos y milenios, amenazando de sumersión zonas en las cuales viven entre 0,6 y 1,3 mil millones de personas actualmente. Los beneficios de una política de reducción de emisiones de carbono y de estabilización del cambio climático son entonces obvios para los litorales.

Adaptarse a la subida del nivel del mar

Es urgente adaptarse. Y si bien observamos algunos progresos en este sentido, las adaptaciones no son nunca completas. En Europa las políticas se focalizan sobre el horizonte del 2100, aunque se sufrirán sumersiones a marea alta mucho antes. Al mismo tiempo, la adaptación de las costas necesita mucho tiempo, algunas veces décadas. En Venecia, fue necesario más de 40 años para instaurar el sistema MOSE, que previene fenómenos de aqua alta cada vez más frecuentes.

Muchas infraestructuras críticas están en zonas bajas amenazadas por la subida del nivel del mar, como en esta foto en Ámberes, en Bélgica. Gonéri Le Cozannet, CC BY-NC-ND.

Es uno de los resultados más importantes de los últimos trabajos del GIEC: la adaptación a la subida del nivel del mar necesita mucho tiempo, varias decenas de años. Hay un riesgo de no llegar a tiempo y no alcanzar en organizar la protección o la reubicación de muchas instalaciones.

¿Una adaptación en detrimento de los ecosistemas costeros?

Entre todas las medidas de adaptación disponibles actualmente, la mayor parte ofrecen beneficios adicionales, sobre todo para la calidad de vida y los ecosistemas. Es el ejemplo de la parquización de las ciudades, para mitigar las olas de calor.

Sin embargo, para los ecosistemas del litoral, la adaptación presenta un riesgo si se basa únicamente sobre soluciones de ingeniería, como por ejemplo la construcción de diques, de protecciones o de barreras. El riesgo es que la adaptación se haga en detrimento de ecosistemas como los manglares.

Las soluciones "fundadas sobre la naturaleza" consisten en dejar espacios para los sedimentos y formaciones naturales como dunas o pantanos. Atenúan los picos de nivel de agua durante tormentas y limitan los riesgos para las construcciones y las vidas humanas. En tal caso, se alejan las instalaciones expuestas a los peligros marítimos, usando los espacios liberados para restaurar ecosistemas sanos y limitar las pérdidas de biodiversidad.

Pantano de Yves en Charente-Maritime (Francia). Preservar espacios naturales entre el mar y las acticidades humanas permite reducir riesgos y proteger la biodiversidad. Gonéri Le Cozannet, CC BY-NC-ND.

Este abordaje tiene, sin embargo, sus límites. No siempre se dispone de espacio para instaurar soluciones basadas sobre el medio ambiente. Por otra parte, los ecosistemas costeros son muchas veces vulnerables ellos también a los cambios climáticos. Es el caso de los corales que se mueren masivamente con el recalentamiento de las aguas de superficie de los océanos. Albergan el 25 % de la biodiversidad marina, atenúan la energía de las olas y proveen las playas con sedimentos. Impactos irreversibles son esperados con un recalentamiento climático mayor a 1,5 °C.

¿Qué litorales queremos para el futuro?

Los trabajos del GIEC muestran que es posible al mismo tiempo adaptar los litorales a la subida del nivel del mar y proteger el medio ambiente. También ponen en evidencia que la adaptación es mucho más eficiente cuando está acompañada por un proceso inclusivo de las comunidades locales, al tomar en cuenta sus valores socioculturales y sus prioridades de desarrollo.

La cuestión de la adaptación a la subida del nivel del mar no se limita finalmente a medidas técnicas como la protección del litoral, la reubicación de infraestructuras o la construcción de casas sobre pilotes. Nos invita en reflexionar sobre los litorales que queremos tener en el futuro. Si las transformaciones descritas en el informe del GIEC son sumamente importante, están acompañadas por varios beneficios, más allá de la sola pregunta de la subida del nivel del mar. No usar estas soluciones propuestas por la ciencia es comprometer el futuro.

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