Casa Cortés, relax y diseño junto al mar

En el Km 314 de la Ruta 11, sobre la Costa Atlántica, cabañas-boutique en un complejo con salida propia al mar.

Mariana Dommarco tiene experiencia en generar proyectos de hospedaje turístico con un sello especial: el cuidado en el diseño y el amor por los detalles se notan en cada uno de sus emprendimientos. 

Hace algunos años el escenario fueron las sierras bonaerenses: pero ahora, la gran novedad salida de sus manos para la temporada de verano 2018-2019 es el complejo Casa Cortés de Mar, un conjunto de cabañas-boutique levantado dentro de un barrio privado llamado Km 314, ubicado sobre la Ruta 11, entre San Clemente del Tuyú y Las Toninas (Partido de la Costa). 

Así se ve el complejo Casa Cortés de Mar

La entrada al barrio Km. 314

“Nos habíamos quedado con ganas del mar y encontramos un espacio ideal dentro de un barrio cerrado muy cerca de la Capital Federal. Se llama Km 314 y tiene acceso directo al mar. Casa Cortés siempre se diferencia por su diseño y su concepto arquitectónico. A nosotros nos gusta mucho trabajar con madera, nos parece muy noble”, explica Mariana.

Avistaje de aves: un tero con su pichón

Avistaje de aves: una garza en un estero

Por eso cada una de las casas de Casa Cortés están recubiertas en kiri, "la madera del futuro”: el árbol es muy longevo, produce el doble de oxígeno respecto de los normales, y su madera es prácticamente ignífuga. Se usa rústica, y cuando envejece por los agentes naturales se torna gris y negra: “Eso es lo que queríamos”, agrega la creadora de Casa Cortés de Mar, un complejo que se destaca por su fusión con el paisaje de médanos e incipiente bosque que lo rodea.

Las cabañas están construidas en madera de kiri

Casa Cortés se encuentra a 200 metros del mar. Provee servicio de sombrillas, reposeras, juegos -desde tejos hasta dominós playeros- y mesas de camping para los almuerzos en la playa. “Queremos que la gente esté cómoda. Incorporamos bicicletas para andar en la arena, pusimos mantas para hacer yoga. Nos gusta mimar a nuestros huéspedes”, dice Mariana Dommarco, creadora de Casa Cortés de Mar.

Cuando el huésped llega al ingreso de Km. 314, su llegada ya habrá sido anunciada en la recepción del barrio privado. Allí lo reciben los “ángeles” que se ocupan del servicio si requieren ayuda y les entregan las llaves. Basta un corto trayecto más en vehículo por las calles interiores del barrio para llegar hasta la puerta de las cabañas, que están agrupadas en bloques y en algunos casos comparten un pasillo interior techado en común que las convierte prácticamente en una suite y en una opción ideal para grupos de amigos.

En el interior, están equipadas para parejas, más como una casa que como una habitación de hotel. Nuestro concepto -dice Mariana Dommarco- es que sea “tu casa en el mar". Cada habitación-casa incluye anafe vitrocerámico para quienes quieran cocinar, parrilla para el asado, sommier queen, cafetera Nespresso, menú de almohadas, wi-fi, iluminación led y televisores inteligentes de 32 pulgadas. Todo el interior está revestido en pino de reforestación. 

Detalles del interior

También hay split frío, pava eléctrica, una pequeña heladera de diseño vintage y los imprescindibles amenities: té, café, champú. Como en un auténtico hotel, no es preciso llevar nada: Casa Cortés ofrece la ropa de cama y la ropa blanca, además de los toallones de playa.  

Ningún detalle queda librado al azar, y mucho menos la seguridad ya que se trata de un barrio cerrado vigilado las 24 horas.  Km. 314 ofrece para los huéspedes el club-house, una piscina con solarium, cancha de fútbol y juegos para chicos. 

Cada mueble fue pensado y lo mismo cada rincón de la casa, que podría describirse como un cobertizo que mira al mar y cuyas líneas se notan inspiradas en la pureza y simplicidad del diseño nórdico.

Los pasillos que conectan las casas

Nuestra visita, antes de comenzar la temporada alta de verano, brindó una experiencia de absoluto relax: el entorno es tranquilo y rural, con caminos de arena consolidada, y todo el entorno es ideal para quienes aman el avistaje de aves. La recomendación es moverse en vehículo propio, para facilitar tanto las compras como las salidas a comer y las visitas a las localidades cercanas: Casa Cortés de Mar está a 15 minutos de San Clemente del Tuyú, donde se levantan Mundo Marino y el Termas Marinas Park. 

Pero además, San Clemente está muy cerca de Punta Rasa, un lugar que vale la pena visitar: se trata de la punta donde se unen el Río de la Plata y el Océano Atlántico, y donde es frecuente que se junten los avistadores de aves -esta es una zona de reserva para aves playeras, y hay miradores de aves en el camino de arena que permite el acceso- y quienes practican kite-surf, un deporte que se vienen imponiendo desde hace tiempo sobre las playas de la Costa Atlántica.

No faltan los juguetes para los más chicos

Casa Cortés de Mar brinda un acceso ideal a San Clemente y Punta Rasa. Y si se anda en busca de bosque, una de las más lindas opciones cercanas está en la otra dirección, yendo hacia Pinamar: se trata de Costa del Este, la “playa del millón de pinos”, que tiene lindos lugares para comer y senderos sombreados para pasear. Pero paz, tranquilidad y mimos como los de Casa Cortés no tienen igual.

Casa Cortés

Ruta Provincial 11 Km 314

Barrio Km 314

En Facebook: @casacortesdemar

Tel. 011 6043-1333

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