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Vuelven los trenes nocturnos en Europa

La nueva tendencia del transporte continental es una de las consecuencias de los cambios de hábitos impuestos por la pandemia de Covid 19.

Hasta los años 1990, era común poder viajar de noche por la red de trenes de Europa. Existían muchas líneas dentro de cada país o conexiones internacionales. La llegada de las low-costs, precios de pasajes aéreos más accesibles y la prioridad que dieron los operadores de ferrocarriles a las líneas de gran velocidad fueron achicando cada vez más la oferta de trenes de noche. La empresa alemana Deutsche Bahn finalizó este tipo de servicio en 2016 y un año más tarde la francesa SNCF le puso fin a la conexión más famosa de su red nocturna, el París-Niza. 

Pero en este sector también, la pandemia de Covid 19 aporta cambios. Y se nota un renacimiento de la red de trenes nocturnos por Europa. Varios factores se suman y entre ellos la vergüenza de volar impulsada por una conciencia ambiental siempre mayor y el miedo a los contagios dentro de un avión.

El ejemplo austríaco

Es así que los trenes nocturnos que parecían destinados a desaparecer hace tan solo un año vuelven a ser plebiscitados por los usuarios. Es un modo de transporte romántico, sustentable, amigable con el medio ambiente y muy divertido. Además permite ahorrar una noche de alojamiento llegando por la mañana en destino cuando se llega muchas veces a fines de la tarde con un avión.

El pionero de este renuevo es la empresa austríaca ÖBB (vemos uno de los vagones de sus trenes nocturnos en la foto que acompaña esta nota). Mientras la compañía aérea nacional está desmantelando su red doméstica para participar en la lucha contra el deterioro climático y ambiental; los ferrocarriles federales austríacos convirtieron la estación de Viena en un hub para sus Nightjets, su red de trenes nocturnos, hacia destinos nacionales e internacionales. 

También podés leer sobre este tema: la vergüenza de volar llegó a Austria. 

ÖBB opera actualmente 16 conexiones por Europa que llegan hasta Bruselas, Zagreb, Milán, Hamburgo, Berlín, Innsbruck, Zúrich, Roma, Budapest, Florencia, Varsovia, Bonn, etc.

El año pasado los Nightjets de ÖBB transportaron a 1,5 millones de viajeros y este mercado representa una quinta parte del volumen de ventas de pasajes de larga distancia de la empresa. Además desde la reactivación del turismo dentro del Espacio Schengen en Europa, los Nightjets son más populares que nunca y en julio los vagones alcanzaron una tasa de ocupación del 90% (en el mismo periodo los trenes convencionales vieron sus vagones ocupados entre el 50 y el 60%). 

ÖBB encargó una tanda de nuevos vagones con camas equipadas sobre el modelo de los hoteles cápsulas japoneses con ducha privada y hasta mini-suites. Los recibirá en 2023 cuando sumará nuevos destinos a su red. Entre ellas figura una línea Viena-Múnich-París. 

Proyectos por toda Europa

SJ, el operador sueco de ferrocarriles, es el más avanzado en la reactivación de su red nocturna. Suecia es también el país donde se hace sentir con mayor profundidad la tendencia del flyshame, la vergüenza de volar. En 2022 se podrá de nuevo viajar de noche entre Estocolmo, Hamburgo y Bruselas, pasando por el puente del Øresund, con paradas en Copenhague y Malmö.

También podés leer sobre este tema: cómo la vergüenza de volar afecta el tráfico aéreo en Suecia. 

En Bélgica, la empresa nacional SNCB quiere convertir Bruselas en el equivalente de Viena para el oeste de Europa y crear un hub de trenes nocturnos. En Suiza, los CFF-FBB-FFS recibirán coches-cama el año que viene para entrar en circulación por la noche sobre un eje Zúrich-Amsterdam (un servicio que dejó de existir en 2016). La empresa federal suiza también proyecta volver a circular con trenes nocturnos hasta Barcelona, Copenhague y Roma. 

En Francia, el Presidente Macron dedicó parte de su discurso del 14 de Julio en anunciar la reapertura de líneas de ferrocarriles regionales y conexiones nocturnas. La ayuda de su gobierno a Air France para salvarla de la bancarrota fue condicionada al abandono de muchas líneas internas dentro de Francia continental, para reducir el impacto ambiental de los aviones. Las conexiones aéreas que dejarán de existir serán sustituidas por más trenes. En la actualidad la empresa nacional SNCF opera solo dos servicios nocturnos entre París y Briançon (en los Alpes, cerca de la frontera italiana) y París y Latour-de-Carol (en los Pirineos, cerca de la frontera española). El París-Niza volverá circular por la noche a partir de 2022. 

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