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París: tan romántica y tan ...mugrienta

La capital francesa fue designada hace poco en varios medios europeos como la más capital más sucia del continente.

París fue calificada de ciudad más roñosa de Europa en una nota publicada recientemente en el diario británico The Guardian. Es cierto que un paseo por las calles de la París es cada vez menos romántico: hay huellas de orina en la vía pública, basura que se amontona en las calles y en los espacios verdes, monopatines de uso compartido que los vecinos tiran por cualquier lado y hasta ...una invasión de ratas. Sin hablar de las históricas deyecciones caninas que horrorizaban ya a los turistas norteamericanos en los años 70 y 80 (un problema que nunca fue solucionado). 

Mirá también: en este link, la nota que publicamos en junio 2019 sobre la mugre que flota sobre el Canal Saint-Martin, en el norte de la ciudad. 

La nota de The guardian hizo sensación y creó una polémica entre Francia y el Reino Unido. Pero no es el único testimonio reciente sobre la acelerada degradación de la higiene en los espacios públicos de la capital francesa. En marzo otra nota había creado un debate y esta vez no hizo falta que vengan desde el extranjero para provocarlo. Un informe del semanario francés Marianne tituló una extensa investigación: "Saleté, rats, punaises de lit, embouteillages, délinquance... Paris, ville-poubelle, ville la plus sale d’Europe ?" (Mugre, ratas, chinches de las camas, embotellamientos, delincuencia... París, ciudad-basural, ¿ciudad más sucia de Europa?). 

Mientras que en Disneyland París las familias visitan la atracción dedicada a la rata Ratatouille, hace ya varios años que se viralizan fotos y videos de invasiones de ratas en las calles y los jardines de la ciudad. Poco a poco, la Ciudad Luz se transforma en la mente de los turistas en la Ciudad Basura. Mientras que sus habitantes forman dos grupos: uno que quiere un cambio radical en la gestión de la higiene pública y otro que contribuye a las degradaciones. 

Mugre vs. comicios

La nota del Guardian tuvo mucha repercusión porque dentro de pocos meses se realizarán elecciones municipales. Ttendrán lugar el año que viene para sustituir o mantener en su cargo a la actual alcaldesa Anne Hidalgo. En vista a esos comicios, las encuestas indican que la limpieza es el tema que más preocupa a los parisinos, delante de la inseguridad o de la contaminación del aire. 

Las autoridades lanzan planes sobre planes, pero no logran limpiar la ciudad ni cambiar el estilo de vida de los parisinos, responsables en gran parte del pésimo estado de su ciudad. La alcaldesa declaró recientemente durante una entrevista: "no podemos poner un barrendero detrás de cada parisino".

París invierte 600 millones de euros al año para su limpieza. Cientos de nuevos empleados fueron contratados y el equipo de limpieza municipal es de casi 5.000 personas. Tienen a su cargo 3.000 kms de calles y sacan 3.000 toneladas de basura cada día. 

La culpa siempre es de los demás

Los parisinos apuntan a servicios municipales que estiman deficientes. Y los equipos de Anne Hidalgo opinan al contrario que los parisinos son los principales responsables del estado de las calles y espacios públicos. A pesar de la cantidad crecientes de multas a personas que ensucian, la gente suele tirar su basura, sus colillas de cigarrillos o sus papeles por cualquier lado. Tampoco hay consciencia ni respeto ciudadano para levantar las deyecciones caninas o para ordenar la devolución de monopatines (tampoco lo hay en la circulación con estos aparatos y caminar por las calles se ha vuelto toda la aventura, tratando de evitarlos). 

El caso del Canal Saint-Martin es emblemático del comportamiento de los vecinos. Tiran botellas, restos de comida y envoltorios a las aguas cada fines de semana durante previas o juntadas nocturnas. El romántico canal de antaño se ha transformado en un verdadero basural flotante que atrae a bandadas de ratas. 

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