Argentina

Un escultor suelto en Famaillá

El 7, 8 y 9/9 se estará celebrando la Fiesta Nacional de la Empanada edición 2018. La doble vida que no te contaron de este pueblo.

Tucumán, Tucumán. Tu nombre está tan asociado a esa medialuna rellena que alguien llamó “empanada”… Se ha vuelto imposible decir que “Fui a Tucumán” sin que venga seguido de la réplica de algún conocido: “¿Y probaste las empanadas?”. Hazte fama y échate a dormir, que le dicen. Esta semana se celebra la 39º edición del festival.

La Reina de las empanadas

Si de empanadas se trata, pues vamos a hablar de empanadas. Y por donde más vamos a empezar que por aquel sitio que popularmente se hizo para sí el título de capital de la empanada. ¿Qué tal, eh? Semejante categorización no viene gratis, de más está decir. Año tras año es el escenario de una contienda donde las mejores maestras de este plato tan nuestro compiten por el título de “Reina de la Empanada”. Y no es algo que uno debiera tomarse a la ligera. Sara Figueroa, aclamada como la indiscutida Reina de la Empanada por cualquiera que haya tenido la dicha de probar sus legendarias comidas, fue la campeona de la primera edición a celebrarse, allá por 1980, cuando el concurso tomó relevancia nacional. Hoy Sara es uno de los emblemas nacionales, integrante de ese elenco de personajes contemporáneos que seguramente serán recordados por las generaciones venideras como testimonios de una perdida cultura argentina. Con sus más de 80 años sigue saliendo a vender las empanadas que ella misma tanto a quienes pasan inadvertidamente como quienes vienen de la otra punta del país para conocerla. No sabemos cuánto tiempo seguirá con su dura rutina diaria, pero para los que no lleguemos a conocerla deben saber que quedó inmortalizada de otra forma distinta al relato colectivo. Sara tiene una estatua, en  el pueblo donde se celebra la Fiesta Nacional de la Empanada. Y no sólo ella: Es tradición que la campeona de turno se inmortalice en mármol. Me anticipo a queme interpelen (“Muy lindo todo, pero ¿me vas a decir dónde queda todo esto?”) y les cuento: justamente, muy cerquita de donde nació Sara, a 35km de San Miguel– en Famaillá, la Capital Nacional de la Empanada. 

Cuestión de tradición

Cada región del país tiene su propia versión. De cordero en el sur, con papa en el norte.  Como no puede dejar de ser a esta altura del partido, en Famaillá también mantienen vivas sus propias costumbres: Las empanadas se cierran con 13 repulgues. Se cocinan luego en horno de barro, hasta que el relleno de matambre se ponga bien jugoso. Otro ingrediente central es la cebolla de verdeo. Y la masa casera, con grasa de pella.

Para el postre, para llevar al trabajo, o comer en la calle, también están preparados los tucumanos, pues cuentan con la empanadilla, más pequeñas y rellenas con  dulce de batata, o batata dulce si se prefiere. Más raro, pero que también hay, es de dulce de cayote. 

El pueblo nos recibe al entrar con los locales de las antiguas campeonas, paredes recordando a las condecoradas. Ojo con llegar a la hora de la siesta y confundirlo con un pueblo fantasma. Y, más atención aún a visitarlo y pasar por alto todo lo que el pueblo tiene para ofrecer y sin por ello ser famoso...

El misterio de las estatuas

Si uno se deja llevar por la prensa, puede dejar de ver que hay más en Famaillá que el ocasional festival. Personalmente encuentro sumamente curioso ese múltiple rejunte de mini-parques temáticos que ofrece este recóndito pueblo argentino. Por ejemplo, un Parque Jurásico: esculturas de dinosaurios de diferentes períodos desparramadas por el balneario municipal hacen la delicia de los chicos en ese ratito después del picnic (o al menos para los que hacen caso al desgraciado dicho de arriba: “Chicos, hay que dejar dos horas después de comer antes de entrar al agua”. ¡Dale, ma!). El mismo balneario nos recibe con una escultura de un lobo marino…¡Sospechosamente similar a las que se encuentran en las barrancas de Mar del Plata!

El Monte Carmelo es donde se dice que habría aparecido la susodicha Virgen del Carmen. Resulta que Famaillá tiene su propia réplica del monte… Con virgen y todo, emergiendo entre las rocas. Algo parecido aunque de menor escala que el Cristo de Tierra Santa en Buenos Aires. Esto es parte de la Galería de la Veneración, otra instalación de estatuas y frisos en relieve de escenas bíblicas que hay en la ciudad. Los fines de semana, quizás lleguen a presenciar un espectáculo de luces y sonido representando la aparición de María al monte Carmelo.

Y se ve que Famaillá no se quiere quedar atrás con nada - ¡También tiene un parque temático histórico! Quizás ahí encontremos que una réplica de “la casita histórica” está de más (pues se encuentra a tan solo a 35km de la original), pero sin duda el resto de las construcciones son bellas e interesantes. Un cabildo donde se puede entrar y subir al palco, recreaciones de momentos icónicos de la Revolución de Mayo, personajes patrios, familias coloniales… Todo esto integra el Paseo de la Independencia en el Jardín de la República. No muy lejos anda el Boulevard de los Escultores, un museo al aire libre que inicia en la entrada del pueblo. Y que más no tiene. Una réplica de la capilla Sixtina. Mercedes Sosa sacando pecho. Otra, infame, que tuvo cierto protagonismo en las redes como Ecco Homo de Messi. Entre tantos iconos de nuestra patria se coló el Increíble Hulk, pero hacemos la vista gorda. No hay gato encerrado… Hay escultor suelto.

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