Argentina

Saint-Exupéry en la Argentina

Antoine de Saint-Exupéry tuvo una relación muy estrecha con la Argentina, un país que inspiró su entrañable novela El Principito.

Antoine de Saint-Exupéry publicó el libro más traducido de la historia de la humanidad, luego de la Biblia. Se trata del Principito y esta historia tiene varias conexiones con la Argentina. Es un país que el aviador y novelista conoció muy bien porque lo recorrió durante unos años cuando fue el pionero de la línea de la Aeropostal entre Francia y Sudamérica. También fue durante un tiempo el jefe de la oficina porteña de la empresa, la primera en operar vuelos internacionales regulares entre el continente y Europa.

El piloto y novelista hubiera cumplido hoy 120 años. Nació en Lyon, la segunda ciudad más importante de Francia, el 29 de junio de 1900. Desapareció el 31 de julio de 1944 durante una misión de reconocimiento por encima del Mediterráneo, durante la Segunda Guerra Mundial. 

Buenos Aires: un lobo marino en una bañera del Microcentro

En la ciudad de Toulouse, que era la cabecera de la Aeropostal, un hotel conservó la habitación que solía ocupar Saint-Exupéry entre dos misiones a Sudamérica. En Buenos Aires, se recuperó el departamento que alquiló durante varios meses y en el cual vivió con un ...lobo marino que trajo de la Patagonia. El piloto había instalado el animal en su bañera y lo alimentaba con peces. El departamento fue transformado en museo y se visita en ciertas fechas y bajo ciertas condiciones. Está dentro del Palacio Güemes, uno de los edificios históricos más emblemáticos de la calle peatonal Florida, en el Microcentro porteño. En las salas del departamento se exhiben maquetas de aviones, cartas, manuscritos, libros y facsimiles de documentos.

Istmo Ameghino (Chubut): la isla de la boa que se tragó un elefante

Aquella banda de tierra une la Península Valdés con el continente. Es tan estrecha que se puede ver el mar de ambos lados: el Golfo Nuevo en uno y el Golfo San José en el otro. Cerca de la tierra firme, una isla tiene una singular forma y la reconocen en seguida los lectores de la edición del Principito que viene con las ilustraciones que hizo el autor. Tiene la misma forma que la "serpiente que se comió un elefante": chata en ambas extremidades y más gruesa en su centro. Oficialmente se la conoce como la Isla de los Pájaros, porque es una reserva natural que protege colonias de varias especies de aves marinas. Se las puede avistar desde el mirador del centro interpretativo del istmo, con potentes largavistas. Saint-Exupéry vivió solo un año y medio en total en la Argentina, pero es un país que marcó profundamente sus escritos y su vida. Es además donde encontró a su esposa.

Ostende (Costa Atlántica bonaerense): la habitación del Principito

El Viejo Hotel Ostende fue uno de los primeros hoteles de la cota argentina. Fue construido por colonos belgas en medio de médanos de arena. Antoine de Saint-Exupéry fue uno de sus clientes cuando vivía en la Argentina y lo frecuentó durante dos veranos consecutivos. Los actuales dueños conservaron la habitación en el estado que tenía en aquellos tiempos, con una sencilla cama de una plaza y muebles rudimentarios.

Morón (Conurbano de Buenos Aires): el avión de la Aeropostal

El Museo de Nacional de Aeronáutica argentino está en la localidad de Castelar. Conserva el único ejemplar que quedó en el mundo del avión Late 25. Esa máquina fue fabricada por la firma francesa Latécoère, la misma que creó el servicio de la Aeropostal. El avión es un modelo de 1925 y es con una máquina similar que Saint-Exupéry, Mermoz y los demás pilotos de la empresa cruzaban el Atlántico, América Latina, los Andes y la Patagonia para llevar el correo de ciudad en ciudad. El museo está dentro de predio militar, por lo que es conveniente chequear horarios y días de apertura (varían en función de potenciales actos, pero el predio abre generalmente los fines de semana). Junto a este avión, exhibe muchas otras piezas históricas y máquinas que cumplieron misiones a la Antártida o participaron en la Guerra de las Malvinas. También exhibe un monoplano de 1909 construido por el legendario Louis Blériot (el primer aviador que cruzó la Mancha entre París y Londres) y enviado al país en 1910.

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