Argentina

Museo Pachamama

En Amaicha del Valle - Un homenaje artístico a la cultura diaguita- calchaquí y a la Pachamama

Los guardianes de los Valles Calchaquíes

Apostados en las afueras de Amaicha del Valle, Tucumán, protegen este centro artístico privado en homenaje a la Pachamama.

El verdadero interés de este predio y lo que más queda grabado en la memoria son indiscutiblemente sus construcciones artísticas. En la puerta nos aguardan guerreros de piedra basados en el imaginario de los nativos quilmes. "Sólo si su voluntad lo permite podrán pasar". El predio como está es una obra-galería de arte en sí misma, siendo incluso suelo y paredes premeditadamente empedrados a mano para  dibujarnos criaturas misteriosas, figuras danzantes que se entrelazan con animales míticos. Distribuidas por los laberínticos desniveles y plazoletas encontramos instalaciones reminiscentes de la cultura originaria de los valles. El arte, motivado por un sentimiento de respeto y agradecimiento a la Pachamama es su principal atractivo. 

Representación de la Pachamama. Suele atribuírsele la apariencia de una anciana.

El centro comienza una sala dedicada a la historia geológica de los valles calchaquíes anexada a un salón de minerales y piedras preciosas y semipreciosas que se encuentran en distintas zonas del país. Un túnel estrecho simula una mina de excavación.

Otro salón más amplio e interesante está dedicado a los habitantes de los valles de cuando la conquista. Allí se exponen antiguas artesanías calchaquíes, armas de piedra y palo, flautas talladas de huesos y otros artefactos. Acompañan unas explicaciones de la mitología andina y costumbres de los diaguitas calchaquíes, como de las apachetas. Esto sería lo que integraría la parte explicativa del centro. Muchos turistas van y pagan su entrada esperando encontrarse un legítimo museo, por lo que recomiendo que no se dejen llevar por el nombre que suele figurar como Museo Pachamama.

Los habitantes de los valles creían en la otra vida

El hombre detrás de este proyecto, Héctor Cruz, tardó 10 años en construirlo, necesitando de un cargamento de 2300 camiones de rocas para llevar su obra a cabo. Familias enteras colaboraron escarbando de los ríos aquellas de los colores buscados. Oriundo de los valles, a los 6 años empezó a trabajar la cerámica hasta que su carrera artística se vio catapultada al estrellato al ser descubierto por un alemán quien lo llevó a exponer sus telares a Europa, trabajo por el que hoy es reconocido mundialmente. En nuestro paso por la región nos cuentan, sin embargo, que recibe cuestionamientos de la comunidad a raíz de diversos temas que rondan a las Ruinas de Quilmes y su patrimonio. El centro tiene dos salas más destinadas a la exposición a sus murales y telares, trabajo por el que es conocido.

La mesa del Sol. 12 asientos que pertenecen a los doce antiguos caciques de la zona

Hay visitas guiadas regularmente a lo largo del día, incluidas en el precio de la entrada que está $100. Si se lo recorre tranquilo y en su totalidad, da para más de una hora. Una tienda algo cara vende réplicas y productos parecidos a lo que está en exposición. Lo recomiendo para aquel que le interese ver el parque por su arte, que es sin duda muy atractivo. Pero si lo que buscan es aprender sobre los auténticos diaguitas calchaquíes, este no es el lugar. Lo que están buscando lo encontrarán en las Ruinas de Quilmes. 

La luna en sus fases

Entrada: $100

Horarios: Temporada alta: de 8:30 a 19:00 hs. (Verano, invierno y semana santa).

Imperdible; Si estás en Amaicha no te pierdas la oportunidad de conocer las Ruinas de Quilmes, los más importantes restos precolombinos de Argentina.

Si estás de viaje y buscás los mejores destinos, mirá todo lo que podes hacer en Amaicha del Valle

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