Argentina

Carnavalincoln - El increíble carnaval de Lincoln – Edición 2020

Se viene el fin de semana largo para celebrarlo de la mejor manera en la Capital Nacional del Carnaval Artesanal 

Lincoln es una localidad de Buenos Aires con “tan solo” , dirán algunos, 43.000 habitantes. Sin embargo, cada año ocurre algo en la ciudad que remueve el corazón y la vida misma tanto de sus habitantes como de algunos de los 300.000 visitantes que, ya sea por la curiosidad de saber de qué se trata o por revivir esa magia de algún año anterior, se acercan a Lincoln durante el mes de febrero. Y es que cada año, en los fines de semana de este mes, celebra Lincoln su carnaval… un carnaval diferente y en toda regla único. La mejor descripción de tal evento la dan, quizás, los mismos linqueños : “Tenés que vivirlo”

• ¿Donde es?

        En Lincoln, a 330km de CABA, 270km de Rosario y 65km de Junin.

• ¿Cuando es?

• ¿Cuanto cuesta?

            ¡Es libre y gratuito!

La Capital Nacional del Carnaval Artesanal

El carnaval de Lincoln ocurre alrededor de la plaza central de la ciudad, a lo largo de la Avenida Massey. Son 800 metros de corsódromo en los que toda la noche desfilarán batucadas, marionetas, atracciones mecánicas, carrozas de cartapesta… y esto última es quizás lo más emblemático de esta fiesta. Cada año, algunos habitantes del pueblo trabajan en sus talleres, galpones, construyendo los gigantes, coloridos y picarescos muñecos mecanizados que desfilarán en carnaval para deleite de los espectadores. A estos hombres se los conoce como carroceros, y emplean una técnica simple pero efectiva – la cartapesta. Si bien el carnaval originalmente se hacía a imagen de las fiestas europeas, ocurre que en 1928 regresa al pueblo un joven de 20 años que había partido a Bs. As. en vistas de trabajar en el teatro Colón. Y trae con él una técnica nueva de construcción, que al emplearla le haría ganador indiscutido en las competencias del carnaval en varias ediciones. Con el tiempo, esta técnica se fue expandiendo a otros artesanos, y hoy las carrozas son una de las más importantes tradiciones de esta fiesta. La cartapesta es la materia prima con la cual se construyen las momos de las carrozas, siendo básicamente capas y capas papel de diario con pegamento, sobre el cual luego se pinta y arma el mecanismo que dará vida a los personajes. La artesanía en cartapesta, habiendo trascendido las fronteras del carnaval para apropiarse de espacios cotidianos, es parte inseparable de la idiosincrasia del linqueño.

Los colores del carnaval

El carnaval de Lincoln se enorgullece de tener varias categorías donde los habitantes pueden competir, dándole muchísima vida y variedad a la fiesta.  

Carrozas: La atracción característica. Son carruajes de diez metros de que sostienen a los muñecos de cartapesta, que a su vez pueden llegar a ser de tres metros de alto. Suelen ser hechas por uno o dos carroceros. 

Comparsas: Cuerpos de percusión y baile que pueden ocupar hasta una cuadra de largo. Según su categoría y cantidad de integrantes, pueden tener más de un cuerpo de percusión, bailarines, portabandera, carro alegórico, música… acompañado de trajes temáticos y puesta en escena.

Atracciones mecánicas: Autos que se abren en dos, carruajes tirados por animales mecanizados,  coches que avanzan rotando sobre una rueda gigante, automóviles antiguos que se alzan y giran en el aire, entran en esta categoría. Notables de esta categoría son Los autos locos y La mecánica loca

Máscaras Sueltas: Son muñecos gigantes hechos de cartapesta. Pueden medir hasta tres metros de altura y pesar más de veinte kilos. Se llevan caminando sobre los hombros de uno o varios participantes.

Minicarrozas: Como mínimo deben tener dos metros y medio de largo y dos de altura. Como las carrozas, pero no tan grandes.

Cabezudos:  Muñecos gigantes de cartapesta que desfilan en grupos de a tres y son  distintos entre sí. La cabeza mide al menos un metro

Otras categorías son los venecianos, las marionetas, los carros musicales  y los clásicos elementos como el carruaje de las embajadoras culturales (ex reinas del carnaval), las batucadas y sus cuerpos de baile, etc . Muchos linqueños apuestan a algo más, su perfomance llegando a ser una breve actuación cómica, o un motivo humoresco, o una interacción con el público; por lo que el festival se renueva en cada edición. En esta edición 2020 se presentan motivos tales como Guerreros Romanos, Civilización Egipcia, un Grand Banquete, el Año Nuevo Chino, entre otros.

El desfile ocurre a lo largo de la avenida principal, que se equipa ampliamente con gradas y mesas al aire libre sobre la avenida, además de contar con un escenario principal donde figuras de la talla de Los Auténticos Decadentes, Ulises Bueno, Rombai, Márama, Natalia Oreiro, Abel Pintos,…, cierran cada noche de festival con un show en vivo gratis y libre.

La plaza principal se convierte a su vez en un recorrido que aloja puestos de comida, food-trucks, ferias de artesanos, cervecerías, y cuenta con un escenario donde se arman peñas y tocan músicos de jazz, rock, etc. A su vez nunca falta la nieve de carnaval para facilitar las batallas entre los niños, que también pueden jugar en las atracciones inflables o mecánicas que se disponen en derredor de la plaza. Cada edición tiene además un día dedicado al carnaval infantil, con shows y espectáculos para niños. 

En cada grupo que sale a desfilar se aprecia el esfuerzo detrás de los trajes, la originalidad tras los motivos, la dedicación tras las construcciones. Es por esto y más que Lincoln es justo merecedor de su título, la Capital Nacional del Carnaval Artesanal.

Recuerdos de carnaval

A los once años, mirando de lejos, empezó Raúl Traversa a entrar con sus manos en este mundo de la cartapesta. Mirando, porque tuvo que aprender solo, y pensar cómo ingeniárselas para poder hacer él, aquello que hacían los grandes, esas carrozas magníficas. Hoy es uno de los más reconocidos carroceros de Lincoln y, como muchos de su generación, recuerda aún cómo se trabajaba cuando él empezó.

En esa época todo era secreto, se trabajaba a galpón cerrado. Sólo te enterabas de lo que hacía el otro cuando llegaba la hora de desfilar

Nos recibe en el galpón donde, junto a Carlos Rivero (otra de las grandes figuras dentro de los carroceros), da los últimos retoques a sus creaciones. Por fuera, un galpón como cualquier otro. Por dentro, un atelier de maravillas, con chillonas cabezones de colores, premios de ediciones anteriores, máquinas a medio instalar. 

Ir a desfilar es lindo… Pero lo que más se disfruta es estar acá, trabajando en el galpón

Recordando aún como fue su camino de aprendizaje, movido únicamente por la pasión, siente que los tiempos han cambiado.

Hoy los chicos  tienen la posibilidad de aprender. La técnica es algo que se transmite de familia en familia, pero… son los adultos los que de verdad mantienen viva esta pasión

A pesar de su larga trayectoria, intenta renovarse continuamente y en esta edición, nos presenta unos Transformers que andan sobre zancos a más de tres metros de altura. Junto a su hijo presentan también una carroza llamada Traición, donde caracteriza a un Pinocho que, ingenuo, está a punto de descubrir que está siendo engañado por su novia con el negro de whatsapp. 

A su vez, esta edición trae consigo dos hitos que vienen de la mano: Es la primera vez que un grupo exclusivamente conformado por mujeres se presenta al desfile en categorías artesanales, tarea de la que se encargaron históricamente los hombres. Este grupo de linqueñas, llamado Amala, preparó para esta edición 2020 enormes y vistosos cabezudos y máscaras sueltas. Siempre manteniendo el elemento picaresco que caracteriza al carnaval de Lincoln, se preocuparon por dar un mensaje de concientización detrás de su motivo, que representa a una Pachamama envenenada tras tanto uso inconsciente de agrotóxicos. La obra se llama “Relaciones Tóxicas”. 

Es constante la marca a fuego del carnaval en el linqueño. Quienes lo han vivido lo recuentan desde un lugar emocional, como una tradición que se transmite cada generación y que se vive siempre desde un lugar distinto. Muchos se van de la localidad y, al regresar, se reencuentran con el carnaval varios años después. Y eso es lo que significa para ellos volver a Lincoln. No todos lo viven igual -  algunos como espectadores y otros como hacedores, pero todos lo llevan grabado a fuego en el pecho.

• Compartir en