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Hotelería y Gastronomía argentina: 75% en peligro de quiebra

La recesión en Hotelería y Gastronomía triplica la del resto de la economía argentina. Se proyecta una destrucción dde hasta 120.000 puestos de trabajo a lo largo de este año.

La pandemia debilitó todas las economías del mundo. Pero más particularmente la argentina, que está pasando por una interminable crisis que ya lleva varios años y deteriora profundamente el sistema productivo y el bienestar social. La crisis es tan brutal y la caída de la economía tan fuerte que hace unas semanas el país estuvo a punto de perder su lugar dentro del grupo del G20.

Este cuadro se suma a una de las inflaciones más altas del mundo actual, una producción industrial vetusta que va achicándose desde hace décadas, unos precios de commodities que decaen en mercados internacionales y políticas implementadas desde la ideología que frenan todo tipo de apertura y alejan las inversiones. En este contexto, los pocos sectores sanos de la economía argentina están en graves problemas desde la aparición del coronavirus y el turismo es uno de ellos. Aunque aporte uno de cada diez puntos del PIB y de las riquezas nacionales es un sector despreciado por el actual gobierno que lo pasó bajo la tutela del Ministerio de ...Deportes.

El turismo representó el 10,3% del PIB argentino en 2018 según datos publicados por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Es un sector que creció a un ritmo superior a los demás durante los últimos años.

Al mismo tiempo y sin ninguna explicación lógica ni plan sanitario preciso, el país está viviendo la cuarentena más larga del mundo. Ya pronto habrá llegado a cuatro meses. Sin embargo, aunque muchos ciudadanos (empleados como empresarios) y empresas no puedan trabajar tienen que seguir aportando para el sistema impositivo más elevado y confiscatorio del mundo. Un informe del Banco Mundial alertó el ño pasado que la presión impositiva de una pyme argentina que quiere estar al día con sus obligaciones representa el 106% de sus ganancias netas. La empresa tiene que endeudarse si quiere terminar de pagar sus impuestos en tiempo y forma. Los otros dos países con las políticas impositivas más retrogradas son Bolivia (84% de las ganancias) y Venezuela (73%).

La eterna caída de la Argentina se puede resumir con un solo dato. En 2020, el PIB del país per capita habrá regresado al nivel de 2006.

En medio de este marco desastroso, no hay que sorprenderse si el sector del turismo está agonizando. La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) estima que las tres cuartas partes de las empresas del sector cerrarán sus puertas antes del mes de agosto si no cuentan con una respuesta inmediata de los servicios públicos. A título indicativo, las cámaras profesionales estimaban que a principios de junio ya habían quebrado o dejado de existir unos 24.000 locales y negocios en la sola Ciudad de Buenos Aires (provocando la destrucción de 50.000 puestos de trabajo). Desde entonces, la cuarentena sumó un mes y medio más...

Ley de Emergencia Nacional

Es lo que pide con sanción inmediata FEHGRA para su sector. Será la única manera de aliviar un sector que agrupa 50.000 empresas y emplea a 650.000 personas.

El organismo recuerda que los hoteles ya llevan 120 días sin facturación. Es más de lo que puede soportar cualquier tipo de emprendimiento. Al mismo tiempo, no se descontó ninguna obligación ni tampoco ninguna boleta de servicios.

FEHGRA vió cerrar a 3.870 empresas hoteleras y gastronómicas durante los meses de marzo y abril, cuando recién empezaban la cuarentena y los cierres obligatorios. En abril, el sector ya había perdido 46.400 empleos con respecto al mes de enero de este año. Los daños serán mucho más profundos y se podría llegar a terminar 2020 con solamente la mitad de las fuentes de trabajo en el sector. La federación publicó recientemente su segunda encuesta en tiempos de Covid 19. Las viene realizando con la consultora económica Invecq. Este segundo estudio nos muestra que solamente el 5% de la hotelería argentina funcionó en junio (en los escasos lugares que volvieron a la normalidad. Esta muy baja cifra demuestra que el turismo local es siempre muy marginal en la mayoría de los destinos del país, como lo demostramos en otra nota publicada la semana pasada.

Pero el dato más escalofriante es que el 75% de los empresarios hoteleros piensa cerrar si sigue la situación actual. Solamente el 23% de ellos pudo pagar los sueldos de sus empleados en junio y el 27% llegó a pagar sus boletas de servicios públicos. En cuanto a impuestos, solamente el 18% está al día. La cadena de pagos está totalmente destruida: uno de cada diez hoteleros pagó a sus proveedores y uno de cada cien pudo cobrar cuentas pendientes...

A pesar de los anuncios oficiales y de las notas publicadas en torno al auge del delivery, el sector gastronómico no está en mejores condiciones. Aunque puedan atender a clientes bajo la forma de entregas de comida a domicilio, la caída de la actividad del sector fue de 80% y las tres cuartas partes de las empresas tendrán que cerrar si no se cambian las reglas del juego de forma inmediata.

Frente a estos datos inéditos, el ministerio del deportes argentino tiene una extraña visión optimista de la situación y prevé una temporada turística histórica para el verano 2020/2021, incentivando compras por adelantado (pero sin dar garantía en caso de comprar servicios a actores que dejarán de existir). También hace anuncios de planes, aportes o subsidios. Pero en las redes se comprueba que muy pocos prestadores o empresarios pueden acceder y las quejas son unánimes, por la opacidad de las condiciones requeridas para postularse. Sin hablar de los insignificantes montos de esas ayudas en comparación con la suma de las obligaciones mensuales.

El extraño verano 2020/2021

Hay que estar preparado para una temporada de turismo interno extraña durante el verano 2020/2021. Es la meta que tiene ahora el sector, ya que la temporada de invierno no existió. Lo que sabemos es que habrá menos hoteles y menos camas en los destinos. También habrá menos conexiones (con la partida de Latam, entre otros factores). Estos dos factores dejan esperar precios muy superiores a los esperables. Al mismo tiempo la demanda será mayor. Por un lado, muchos argentinos perdieron su trabajo y no podrán darse el gusto de un viaje pero por otro, Brasil, Chile y Uruguay serán lujos inaccesibles para los que solían vacacionar allá. Aunque no haya que esperar grandes flujos de turismo internacional (y sobre todo desde Europa y América del Norte, que dejan los mayores ingresos por viajero), se notará la mayor presencia de los argentinos en los destinos nacionales. 

 

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