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Estos secretos que es mejor no conocer antes de viajar en avión...

¿Asientos más seguros que otros? ¿Te o café a bordo? ¿Limpieza de las cabinas? Secretos, mitos y verdades sobre los viajes en avión.

En esta nota aportamos algunas respuestas a las preguntas que nos solemos hacer durante un viaje en avión. Y no son siempre las que quisiéramos haber recibido...

¿Por qué se apagan las luces durante el vuelo?

A la diferencia de lo que se piensa, no es para que los viajeros puedan dormir, aunque ayude. Y especialmente durante los vuelos transcontinentales nocturnos, como es el caso muchas veces desde América Latina al resto del mundo. Las luces se apagan en realidad para que los pasajeros puedan estar acostumbrados a la penumbra o a la oscuridad, en caso de un accidente, y puedan proceder más rápidamente a la evacuación de la cabina. 

¿Por qué hay que levantar las persianas de las ventanillas durante el despegue y el aterrizaje? 

Es nuevamente por una cuestión de seguridad. El personal de a bordo puede así controlar el entorno externo del avión y detectar cuál de las salidas de emergencia es la más segura en caso de una emergencia.

Y ya que se habla de ventanillas, muchas veces nos preguntamos por qué el vidrio tiene un pequeño agujero en la parte inferior de la ventanilla. Es para regular la humedad y la presión del aire entre los dos vidrios de las ventanas. Este agujero conecta el espacio interno con la cabina. 

¿Se puede confiar en la higiene de las cabinas?

Cuando se ingresa al avión, antes del despegue, la cabina y los asientos dan una sensación de total pulcritud, incluso cuando el avión es viejo y sus instalaciones muestran señales de cansancio. Pero se trata de una limpieza superficial. El sitio de Estados Unidos Travelmath realizó un estudio microbiológico de las tabletas rebatibles, en 2015. Y demostró que tienen más bacterias que las tapas de los inodoros de los baños del avión... Durante las limpiezas superficiales que se realizan entre dos vuelos, los empleados no tienen el tiempo material de dedicarse a las tabletas rebatibles. Mejor saberlo y llevar sus toallitas desinfectantes... 

Lo mismo ocurre con las mantas y las almohadas que suelen prestar. Al inicio de un vuelo están dentro de una bolsa sellada y se puede confiar en que vienen de la lavandería. Pero muchas veces, durante una escala, el personal de a bordo solo acomoda las que fueron usadas y los nuevos pasajeros las reciben de esta manera, sin más protocolos de higiene. 

¿Qué pasa si se despresuriza la cabina? 

Lo vemos antes de cada vuelo, durante las consignas de seguridad, sobre las pantallas o durante las demostraciones efectuadas por el personal de a bordo. Si hay un problema de presión en la cabina, las mascarillas caen automáticamente frente a las narices de los pasajeros. Pero lo que no se dice es que una vez que fueron puestas en servicio, estas mascarillas dan oxígeno durante solamente quince minutos. Es el tiempo que necesita el piloto para bajar el avión a una altura de 3.000 metros donde el aire es respirable. 

¿Hay asientos más seguros que otros? 

Es un tema particularmente sensible entre los pasajeros y sobre todo en los países donde hubo accidentes traumáticos. En la Argentina los pasajeros se acuerdan del avión de LAPA que no logró despegar y se estrelló al final de la pista, cruzando una calle muy transitada. Los sobrevivientes ocupaban los asientos de la parte trasera del avión y desde entonces se supone que es más seguro sentarse lo más lejos posible del puesto de mando. Pero es tan solo un mito. En muchos países, se piensa que los asientos más seguros son los delanteros, porque son más caros. En realidad, los especialistas en seguridad aeronáutica afirman que las posibilidades de sobrevivir a un accidente aéreo dependen de muchos factores sobre todo la suerte. 

¿Los baños de un avión son seguros? 

Vimos que las tabletas son a veces más contaminadas que los baños, al comienzo de un vuelo (la cuestión no se plantea más luego de unas horas de vuelo, ya que los baños suelen estar en un estado calamitoso). Los sanitarios no son el refugio que los pasajeros suelen imaginar. Ya se sabe que están equipados de detectores de humo en caso de que algunos pasajeros no puedan aguantar y necesiten encender un cigarrillo. Tampoco ofrecen intimidad, porque todos tienen una traba que permite abrir la puerta desde el exterior. Está escondida debajo del pequeño cartel que identifica el baño. El personal de a bordo puede así intervenir en caso de un problema de salud del pasajero o de cualquier otro tipo de emergencia. ¡Y los hay a bordo de los aviones! 

¿Es necesario apagar los celulares?

Es seguramente la pregunta que uno se hace con más frecuencia durante un viaje. Ahora es común que las compañías ofrezcan internet a bordo (a un precio todavía muy elevado). Pero no quita que se pida colocar los aparatos en "modo avión" durante el despegue y el aterrizaje. Sin embargo, el uso de los smartphones está autorizado a bordo (por ejemplo la Agencia Europea de Seguridad Aérea lo decidió así en 2014) pero las compañías prefieren seguir aplicando la restricción; y lo justifican con las posibles interferencias que los aparatos conectados podrían provocar en las comunicaciones entre el piloto y las torres de control. Además, cuando los celulares están apagados, las compañías consideran que los pasajeros están más atentos a las consignas de seguridad antes del despegue. 

¿Té o café? 

Es lo único que se suele ofrecer en abundancia a bordo de los aviones. Y no es una buena idea aceptarlo. Si bien el agua debe haber sido hervida y no representa peligro, no es agradable pensar que proviene de tanques que los empleados mismos de las compañías consideran como muy, pero muy, sucios...

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