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Efecto Coronavirus: lo que cambiará en los viajes por avión

Las compañías aéreas preparan el post-crisis sanitaria y están buscando hacer recortes de gastos de todas las formas posibles para reequilibrar sus cuentas. Se vienen grandes cambios.

La plataforma FlightReport se especializa en la publicación de comentarios y de apreciaciones sobre las compañías aéreas y los aeropuertos por medio de una comunidad de más de 12.000 viajeros frecuentes. Preparó un informe sobre los escenarios más probables que nos esperan al salir de la crisis del Covid 19. Se vienen grandes cambios, impulsados por los graves problemas financieros que tienen las empresas y hay que esperar reducciones de servicios y una degradación de la experiencia de viajero. Pero sin embargo, habrá buenas noticias y las dejamos para el final de esta nota...

Una red mundial más chica: no se sabe cuando terminará la crisis y hasta cuando las fronteras estarán cerradas. Sin embargo, lo que ya se sabe es que no hay que esperar un rebrote de la actividad de los viajes y del turismo. La curva no tendrá la forma de una "V" (una caída rápida y una recuperación rápida). Las compañías aéreas ya trabajan sobre proyecciones a mediano y largo plazo con una recuperación paulatina de los mercados y prevén muchas reducciones en rutas, capacidades y servicios.

¡Adios!: muchas empresas van a quebrar y no existirán más. Son principalmente las pequeñas y medianas y las que no cuentan con el soporte financiero de un estado. Varios países ya anunciaron rescates multimillonarios para sus aerolíneas, como Estados Unidos, Alemania, Francia o los Países Bajos. El mismo tipo de salvación llegará en donde se considera que una aerolínea de bandera es una vidriera y una herramienta de promoción (es el caso de las petro-monarquías del Golfo Pérsico, Hong-Kong o Singapur). Pero qué pasará con las demás. El sector ya estaba en una fase de concentración y ya hubo varias olas de quiebras durante los últimos años.

En América Latina por ejemplo, los especialistas se acordaban en pensar que solo dos grandes empresas transnacionales iban a poder sobrevivir. ¿Cuál hubiera sido la perdedora entre Latam, Copa y Avianca? Ahora, se sabe que las bajas serán más importantes todavía...

No hay que preocuparse demasiado por las empresas que son financiadas por su estado pase lo que pase y vuelan desde hace años con importantes pérdidas (es el caso de Aerolíneas Argentinas).

Menos vuelos, menos frecuencias: será la primera consecuencia notable cuando se reabrirán los espacios aéreos normalmente dentro de ...¿semanas? ¿meses? (en la Argentina se rumorea que el cierre de fronteras podría extenderse hasta el mes de noviembre 2020). No habrá que esperar tampoco nuevas rutas y las que fueron anunciadas para este año no se cumplirán en gran parte, porque una nueva ruta transcontinental tarda tres años en ser rentable. Ninguna compañía está en condición de soportar este costo ahora.

Más controles en los aeropuertos: cada crisis trae su lote de controles y restricciones. Fue muy notable luego de los atentados del 11-9. Seguramente habrá que acostumbrarse en nuevas rutinas y nuevas costumbres: ¿medidores de temperatura en las llegadas; máscaras sanitarias para todos en las cabinas de los aviones; presentación de certificados médicos antes de subirse al avión? Seguramente, varios países aprovecharán la crisis del Covid 19 para endurecer el ingreso de extranjeros de naciones "no deseadas" y de potenciales migrantes. También se puede esperar la creación de nuevas tasas, un reflejo muy común entre los dirigentes de todo el mundo luego de una crisis, sea cual sea...

Cost-Cutting: las empresas que sobrevivirán a la pandemia estarán en delicadas situaciones financieras y tendrán que recortar gastos por todos los medios posibles. Y se reflejará en las experiencias de vuelo de los viajeros. Recordaremos con cariño como hemos viajado hasta principios de este año, sin lugar a dudas... 

- Aunque la oferta será reducida con respecto a lo que conocimos hasta principios de 2020, será superior a la demanda ya que mucha gente va a desistir de viajar este año, debido a menores ingresos, inseguridad o falta de previsiones. Menos demanda implica precios más bajos, pero esto implicará menos servicios y muchas compañías están preparando una low-costización de sus productos. No será una novedad en América Latina donde la mayoría de las empresas ya dieron el paso y aplican distintas tarifas según el nivel de servicio prestado. En el resto del mundo, se generalizará el cobro por separado de las valijas, de las comidas y la elección de los asientos para la clase económica; y se brindará menos servicios en la business. 

- Los salones VIP que fueron hasta ahora una herramienta comercial muy valiosa para las compañías podrían ser pagos en Europa para clientes de vuelos domésticos y regionales. Es una práctica que ya existe en América del Norte donde el ingreso es reservado a los que compran abonos o están dentro de las categorías más altas de los programas de fidelización 

- Eliminación de las clases Business en vuelos regionales: muchas veces se trata de filas con asientos similares al resto de la cabina, en las cuales se deja un espacio libre entre dos pasajeros. Este servicio diferencial, más caro y con pocas ventajas reales, tiene cada vez menos clientes. La crisis podría acelerar su desaparición en muchas rutas.

- Las primeras clases también están en la mira de los directivos de las compañías. A pesar de los precios muy altos que se pide a los pasajeros, no son rentables y exigen grandes infraestructuras y enormes medios logísticos. Muchas empresas estudian entonces suprimirlas directamente. Sería un golpe letal para modelos de aviones como el Boeing 787 y el Airbus A380 (con dos pisos). 

- Ya tenemos cada vez menos servicio a bordo y la tendencia seguirá. Menos bebidas y menos comidas en los vuelos regionales (ya casi no hay en las rutas nacionales) pero también se harán recortes en los sistemas gratuitos de entretenimientos a bordo. 

- Habrá que acostumbrarse también a volar con aviones más viejos. El envejecimiento de las flotas será más notable en las economías del norte, mientras que en América Latina, donde la edad promedia de las máquinas es más elevada, no se notará tanto. Las compañías están cancelando o postergando las entregas de nuevas unidades programadas para este año y el año que viene. Si bien no hay que preocuparse en cuanto a la seguridad el deterioro será muy visible en asientos y accesorios gastados. Una vez más, los pasajeros de Latam, Gol y de varias otras compañías del continente están acostumbrados... 

- Finalmente la oferta de WiFi a bordo se va a reducir. En América del Norte, Asia y Europa, era muy común tener acceso a redes en vuelo. En América Latina es todavía una excepción y cuando hay, es un servicio muy caro. Las compañías que lo ofrecían gratuitamente seguramente lo harán pagar de la misma manera que cobrarán para todos los servicios, desde la venta de alcohol hasta la proyección de películas recientes o la admisión de bolsos en cabina.

Lo mejor para el final: dos buenas noticias

Precios ultra bajos: en Europa ya se venden pasajes a Nueva York por menos de 200 euros ida y vuelta y un París-Singapur a partir de 350 euros. Son tarifas increíbles que nadie hubiera podido soñar hace todavía unos meses. La tendencia de precios ya estaba a la baja antes del estallido de la pandemia y en enero se podía comprar un París-Buenos Aires (i/v) por menos de 700 euros para fines de 2020. Las grandes empresas quieren llenar sus cabinas durante el segundo semestre y recuperar dinero lo antes posible, con la venta masiva de pasajes; y muestran que están dispuestas a practicar tarifas más que competitivas. 

Upgrades de categorías: los pasajeros frecuentes podrán aspirar a upgrades de estatus y subir de categoría dentro de sus programas. Al mismo tiempo, varias compañías anunciaron que prologarán el estatuto a los que podrían haber bajado de categoría. Ingresar a categorías más altas de programas de fidelización  da derecho a más y mejores servicios, tanto en suelo como en vuelo.

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