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2019: ¿el año del turismo espacial?

Mientras el mundo se prepara para celebrar los 50 años del primero alunizaje, varias empresas están compitiendo para comercializar vuelos turísticos al espacio.

El año pasado las dos empresas más avanzadas en el proyectos de vuelos espaciales turísticos -Virgin Galactic y Blue Origin- anunciaban que podrían poner a la venta sus primeros pasajes para este año. ¿En qué quedaron sus planes? ¿Algunos afortunados turistas espaciales viajarán a la estratosfera en el transcurso de 2019? 

Los últimos vuelos de la nave New Shepard de Blue Origin (la empresa de Jeff Bezos, el creador de Amazon) fueron exitosos, en abril y julio 2018. En diciembre, se agregó uno más para mayor seguridad aunque los especialistas no pensaban que fuese necesario. El próximo vuelo del New Shepard será sin duda habitado. Esta nave está preparada para vuelos suborbitales y será destinada a vuelos turísticos en las fronteras del espacio y de la atmósfera terrestre. 

Con este vuelo adicional, la puesta a la venta de los "pasajes al espacio" no fue confirmada para este año. Tampoco se comentó cual será el precio del vuelo, aunque los especialistas lo estiman alrededor de US$ 200.000 por viajero.

Los viajeros del espacio vivirán los minutos más caros de su vida, porque el vuelo durará menos de un cuarto de hora (12 minutos). Blue Origin embarcará también ingenieros y científicos que quieran estudiar experiencias de gravedad 0. 

En cuanto a la otra empresa, Virgin Galactic, del magnate británico Richard Branson, realizó sus primeros vuelos habitados hasta las fronteras del espacio y anunció que está en condiciones de empezar a comercializarlos. No hay fechas precisas pero Branson habló de fines de este año o el 2020 para los primeros vuelos. 

Space X y Roscosmos

Si se realiza un primer vuelo este año, será una manera muy llamativa de celebrar los 50 años de la hazaña del Apollo 11 y del primer vuelo habitado a la Luna.

Durante su breve -pero suponemos intensa- estadía en el espacio, los turistas podrán ver la curvatura de nuestro planeta, descubrir la intensa oscuridad del espacio y experimentar la gravedad 0. Al bajar a tierra, serán considerados oficialmente como astronautas, al igual que los de la NASA. 

Al lado de Blue Origin y Virgin Galactic dos otros proyectos están preparando sus propuestas de turismo espacial. Uno es de Space X, la empresa del magnate sudafricano Elon Musk. El creador de Tesla no podía quedarse en la sombra de sus competidores y anunció el año pasado que su objetivo es llevar turistas en orbita alrededor de la Luna. Tiene incluso un primer candidato. Se trata del multimillonario japonés Yusaku Maezawa. Su vuelo despegará en 2023. Mientras tanto, este viajero muy particular anunció que invitó una músicos de todo el mundo para acompañarlo y formar la primera banda del espacio. 

En otras latitudes de nuestro planeta, Rusia también se está preparando para vuelos espaciales comerciales. No quiere dejar el monopolio del turismo espacial a los norteamericanos. La agencia espacial rusa Roscosmos anunció días atrás que ya tiene dos clientes para viajar a la ISS (la Estación Espacial Internacional, por sus siglas en inglés) en 2021. Rusia de hecho fue el país pionero en los vuelos turísticos al espacio y desde 2001 ya llevó a siete personas hasta los confines de nuestro mundo, a bordo de naves Soyuz. 

¿Qué pasa con los viajes a Marte?

Al lado de estos avances y la inminencia de los viajes espaciales para el común de los mortales (los más afortunados de ellos, en todos los sentidos, claro está), se anunció la semana pasada la quiebra de Mars One, la empresa que quería enviar viajeros-colonos al Planeta Rojo. 

Un tribunal suizo dictaminó la quiebra de la empresa del holandés Bas Lansdorp. Su intención era conseguir fondos por medios de programas de TV Realidad para armar un grupo y llevarlo a Marte para fundar una colonia. Era un viaje sin retorno y ya se habían anotado varios voluntarios. La Mars One Foundation sigue en actividad pero no podrá llevar a cabo el proyecto sin su pata comercial. 

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