De otro planeta: lugares ufológicos en la Argentina

Argentina concentra varios “hotspots” de avistamientos y mitos OVNI que, con los años, se transformaron en circuitos turísticos, museos y experiencias de observación del cielo. Esta guía reúne los puntos más citados, qué se puede hacer en cada uno y consejos prácticos para organizar la visita. No pretende ser exhaustiva—los relatos cambian y aparecen sitios nuevos—, pero sí ofrecer un mapa de partida sólido.

En Córdoba: Capilla del Monte y el Cerro Uritorco

Por qué ir: Es el epicentro del turismo ufológico en el país. Desde los 80, los relatos de luces y fenómenos extraños en torno al Cerro Uritorco, Los Terrones y Las Gemelas alimentan una cultura local de “vigilias” y caminatas nocturnas.
Qué hacer:

  • Ascenso diurno al Uritorco (trekking con ingreso pago y horario acotado).
  • Vigilias y caminatas nocturnas guiadas (empresas locales; consultar disponibilidad).
  • Recorridos por miradores del valle de Punilla (baja contaminación lumínica).
    Datos útiles: Capilla del Monte está a 110 km de Córdoba Capital. Mejor época para observación: abril–septiembre (cielos más estables). Llevar abrigo, calzado de trekking y linterna de luz roja.

Además, en la provincia de Córdoba, el circuito ufológico incluye también el Museo Arqueológico “Egon Hofmann” de Villa General Belgrano. Propone charlas sobre la temática “Misterio OVNI” y la bioenergética. y sus salas exhiben más de 400 piezas de arqueología del Noroeste argentino.

En Entre Ríos: Victoria y la Laguna del Pescado

Por qué ir: La zona de Victoria es otro clásico del mapa OVNI argentino. Allí funciona el Museo/Archivo OVNI (colección privada de casos, fotografías y recortes).
Qué hacer:

  • Visitar el museo (fines de semana y feriados; chequear horarios).
  • Atardeceres en Laguna del Pescado y miradores cercanos a la ciudad.
    Datos útiles: Victoria está a 65 km de Rosario y a 120 km de Paraná. Primavera y otoño ofrecen buen clima. Respetar accesos y propiedad privada en áreas rurales.

En Río Negro: Bariloche y el Nahuel Huapi

Por qué ir: La ciudad figura en crónicas de avistamientos (casos aéreos y luminosidades en cerros y lago). Además, el cielo patagónico es óptimo para astrofotografía.
Qué hacer:

  • Miradores del Cerro Otto, Campanario y circuitos del Nahuel Huapi.
  • Salidas nocturnas de fotografía (clima mediante).
    Datos útiles: Invierno y primavera temprana tienen cielos diáfanos pero más frío. Llevar trípode, baterías extra y ropa térmica.

En Salta: Valles Calchaquíes y Cachi

Por qué ir: Cachi y alrededores combinan cielos oscuros y relatos locales. En las afueras se popularizó una plataforma circular de piedra conocida como “ovnipuerto” (punto fotográfico creado por un vecino hace décadas).
Qué hacer:

  • Ruta escénica por Cachi Adentro y valles cercanos.
  • Observación del cielo y Vía Láctea en noches despejadas.
    Datos útiles: Altura superior a 2.200 msnm: hidratarse y avanzar con calma. Verano con tormentas; mejor el período mayo–octubre.

En San Luis: Villa de Merlo y Sierra de los Comechingones

Por qué ir: Cielos limpios, montañas y tradición de salidas nocturnas hacia miradores como El Filo y Mirador del Sol. Relatos de luces en quebradas y filos.
Qué hacer:

  • Caminatas crepusculares/ nocturnas con guías.
  • Observación astronómica en estancias y hosterías con telescopios.
    Datos útiles: Vientos frecuentes en altura; ropa de abrigo todo el año. Temporada recomendada: otoño e invierno.

En Buenos Aires (sur): Bahía Blanca y Sierra de la Ventana

Por qué ir: La zona tiene casuística histórica (rutas y llanuras con relatos de luces anómalas) y cielos aceptables lejos de centros urbanos.
Qué hacer:

  • Miradores en Parque Provincial Ernesto Tornquist (de día) y paradas estratégicas nocturnas por caminos rurales (siempre con permiso y seguridad).
    Datos útiles: Evitar caminos de tierra luego de lluvias. Llevar mapa offline, abrigo y luces de emergencia.

En Jujuy: Quebrada de Humahuaca

Por qué ir: Cielos de altura, poca humedad y relatos dispersos en torno a cerros y rutas altas. Es ideal para turismo astronómico y fotografía nocturna.
Qué hacer:

  • Observación desde Purmamarca, Tilcara, Humahuaca, Uquía.
  • Trekking diurno y vigilia fotográfica al caer el sol.
    Datos útiles: Altitud >2.000 msnm. Abrigo y descanso adecuados. Mejor época: abril–agosto.

En Catamarca: Puna y Antofagasta de la Sierra

Por qué ir: Uno de los cielos más oscuros del país. Se escuchan relatos de luces de alta montaña; el atractivo principal es el paisaje volcánico y el cielo profundo.
Qué hacer:

  • Astrofotografía en Campo de Piedra Pómez (con guía habilitado).
  • Miradores a más de 3.000 msnm.
    Datos útiles: Logística compleja, amplitud térmica extrema. Viajar con proveedor local.

Museos, centros y recursos útiles

  • Museo/Archivo OVNI (Victoria, Entre Ríos): colección privada, relatos y material hemerográfico. Chequear horarios de visita y costos actualizados.
  • Planetarios y clubes astronómicos (CABA, Córdoba, Mendoza, San Juan): aunque no tratan OVNIs, ofrecen charlas y salidas de observación del cielo, útiles para aprender a identificar planetas, satélites y fenómenos atmosféricos.

Consejos para organizar una “ruta OVNI”

  • Plan nocturno: priorizar noches sin Luna o con Luna fina. Apps útiles: cartas celestes (Stellarium, Sky Map), pronóstico de nubes (Windy, Clear Outside).
  • Seguridad: no ir solo a zonas aisladas; avisar itinerario; llevar botiquín, agua y abrigo.
  • Ética y permisos: no ingresar a campos privados; no dejar basura; no usar drones donde esté prohibido; respetar áreas naturales protegidas.
  • Equipo: linterna de luz roja (no encandila), trípode, baterías extra, capa cortaviento y segundo par de medias/guantes.
  • Expectativas realistas: muchas “luces” terminan siendo satélites, aviones, Starlink, reentradas o fenómenos atmosféricos. El valor del viaje también está en el cielo oscuro, el paisaje y la cultura local.