“Este año, en 2025, ninguna persona que se quedó más de dos días en el parque se fue sin ver un puma en libertad”
Facundo Epul cuenta cómo es buscar pumas a pie y en silencio, con el paisaje como aliado y el viento como señal. Trabajo en equipo, habituación respetuosa y días largos entre rastros y miradas que nunca se olvidan.
¿Cómo empezó su pasión por el avistaje de pumas en el Parque Patagonia?
Siempre tuve una conexión profunda con la naturaleza, pero fue al mudarme al sur de Argentina que empecé a enfocarme específicamente en el puma. Al principio, mis salidas eran solitarias, guiaba y también realizaba el trabajo de tracker, siempre buscando huellas y rastros. Con el tiempo, me di cuenta de que para ofrecer una experiencia más enriquecedora, debía trabajar en equipo, y fue ahí cuando empecé a coordinar salidas junto a otros guías locales.
¿Cómo han cambiado sus salidas con el paso de los años?
Hoy, el enfoque ha cambiado completamente. Gracias al trabajo en equipo con otros dos guías locales, ahora podemos hacer que más personas vivan la experiencia sin tener que hacer grandes esfuerzos físicos. Ya no salimos solo con la primera luz, sino que cada salida depende del perfil del grupo. Para turistas o biólogos, adaptamos la caminata según las condiciones del día, y siempre estamos conectados por radio o teléfono satelital para mejorar nuestra cobertura.
¿Cuáles son las mejores estaciones del año para ver pumas en la región del Parque Patagonia?
Sin duda, el otoño, invierno y primavera son las mejores estaciones para observar pumas en la estepa patagónica. El frío y la nieve ayudan mucho, ya que las huellas quedan marcadas y eso nos permite anticipar mejor los movimientos del puma. Además, en invierno los días son más cortos, lo que nos permite pasar más tiempo en el campo.




¿Qué nos puede contar sobre las experiencias que has vivido este año con los turistas?
Este año, en 2025, hemos tenido una gran tasa de éxito. Ninguna persona que haya pasado más de dos días en el parque se fue sin ver al menos un puma en libertad. Esto nos demuestra que el trabajo de conservación y el respeto por el hábitat del puma están dando frutos. Para mí, ver a las personas emocionadas después de encontrar a un puma en su entorno natural es una de las mayores satisfacciones.
¿Cómo se organiza una salida para ver pumas?
Las salidas varían según el tipo de visitante. Con los fotógrafos, por ejemplo, todo gira en torno a la luz, ya que dependemos de las condiciones de la naturaleza para capturar las mejores tomas. Con turistas o biólogos, solemos realizar salidas más largas, recorriendo el territorio donde los pumas suelen descansar y observando señales de carroña, lo que puede indicar la presencia de cóndores o incluso de un puma. La paciencia juega un rol importante, ya que las sorpresas siempre llegan cuando menos lo esperas.
¿Qué otras especies se pueden observar durante las salidas?
Además del puma, el Parque Patagonia es un lugar increíble para observar otras especies, como los guanacos y los cóndores, que se encuentran en plena migración en algunas épocas del año. También se pueden ver huellas de zorros, guanakos y aves autóctonas. A veces, cuando estamos esperando ver un puma, otros animales nos regalan un espectáculo por sí solos.


¿Qué recuerda de los momentos más especiales con los turistas?
Sin duda, uno de los momentos más inolvidables fue con un grupo que vino desde Torres del Paine en Chile. Ellos tienen mucha experiencia con el avistaje de pumas, y fue una oportunidad increíble para compartir conocimientos. También, un fotógrafo argentino que volvió a visitarnos por segunda vez este año. Estuvimos cuatro días y vimos pumas todos los días, la luz fue perfecta, y lo más bonito fue ver que, a pesar de que ya había tenido una experiencia maravillosa, logramos superar sus expectativas.
¿Qué nos puede contar sobre la importancia del trabajo de conservación en el parque?
El trabajo de conservación no solo es importante para el puma, sino para todo el ecosistema de la región. En el Parque Patagonia, las salidas no son solo para avistar fauna, sino también para transmitir la historia y la identidad del lugar. Aprender a mirar, a observar los pequeños detalles del paisaje y a comprender la relación de los animales con su entorno es fundamental para que podamos proteger y cuidar este lugar de manera responsable.

Consejos para los viajeros interesados en realizar una salida de avistaje de pumas
Estancia mínima recomendada: Para tener más oportunidades de avistar un puma, recomendamos quedarse al menos tres días en el parque.
Prepararse físicamente: Aunque las salidas no requieren gran esfuerzo, es recomendable estar en forma para disfrutar de la caminata y el recorrido en terreno irregular.
Llevar ropa adecuada: Las condiciones del terreno pueden ser frías y cambiantes, así que llevar ropa abrigada y calzado adecuado para caminatas.
Ser paciente: El avistaje de pumas no siempre ocurre a la primera, por lo que tener paciencia y estar dispuesto a esperar es clave.

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