Ubicado en la provincia de Buenos Aires, San Miguel del Monte es un pintoresco pueblo que ofrece a los visitantes una mezcla de historia, naturaleza y cultura. Este destino, que forma parte de la región pampeana, se encuentra a unos 100 km de la Ciudad de Buenos Aires, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan escapar del ajetreo urbano y disfrutar de un ambiente tranquilo y relajado.
Uno de los principales atractivos turísticos de San Miguel del Monte es su lago, un espacio natural perfecto para disfrutar de actividades al aire libre como paseos en bote, pesca, y caminatas por los senderos que rodean la costa. Además, la zona es ideal para aquellos que disfrutan del avistaje de aves, ya que el área es hogar de diversas especies de fauna local.

El casco histórico del pueblo, con su arquitectura colonial, también es un lugar para recorrer. La Plaza San Martín, rodeada por las instituciones de la ciudad (el Banco, la iglesia y la municipalidad entre otros) y sus árboles centenarios, es el corazón del pueblo y un sitio perfecto para tomarle el pulso al ambiente local.
El traslado épico del Rancho de Rosas
Uno de los relatos más fascinantes de San Miguel del Monte es el traslado del Rancho de Rosas, una hazaña que ocurrió en los años 1980. Originalmente ubicado en la estancia “Los Cerrillos”, a unos 30 km de Monte, el rancho fue trasladado a la ciudad debido a las molestias que causaba su proximidad con los nuevos dueños de la estancia, los Bembers, fundadores de la cervecería Quilmes.


El proceso de traslado fue monumental. El rancho, que pesaba unas 140 toneladas, fue desmontado cuidadosamente, con cada habitación siendo levantada por debajo para ser transportada sobre un carretón de 120 ruedas hidráulicas. La operación tardó entre 12 y 14 días, con un recorrido de más de 60 km, pasando por rutas secundarias y atravesando puentes pequeños que no podían soportar el peso de la estructura. Este acontecimiento se convirtió en una parte importante de la historia local, simbolizando el esfuerzo por preservar el patrimonio histórico del país.
Una visita del Rancho de Rosas
El Rancho de Rosas, que fue el hogar de Juan Manuel de Rosas durante su estancia en la región, se conserva en San Miguel del Monte y se puede visitar en la actualidad. Al recorrer el rancho, los visitantes pueden sumergirse en la historia de la época, gracias a una rica narración de la guía del museo, quien nos cuenta sobre la construcción de la propiedad y la vida de Rosas.
Según la guía de este sitio, el rancho fue construido en 1817 por Rosas para ser su base operativa en las extensas superficies de terreno que había adquirido no muy lejos del Río Salado (entonces la frontera del país y de las zonas controladas por distintos caciques indios). El rancho, que en su tiempo era considerado un lujo, consta de varias habitaciones. Lo que más destaca son sus techos originales, hechos de troncos de palmera y caña tacuara, materiales traídos especialmente desde el litoral argentino. La estructura de las paredes es de adobe, una mezcla de barro, pasto y bosta de cabello seca (este último “ingrediente” se utilizaba para evitar la proliferación de insectos).




En su interior, las habitaciones tienen un diseño que responde a las necesidades de defensa de la época. Las aberturas, más bajas de lo habitual, fueron diseñadas para dificultar el acceso a los invasores en caso de ataques. “El diseño está hecho para evitar que los malones pudieran moverse con facilidad dentro del rancho”, explica la guía. Además, se destaca cómo la temperatura dentro del rancho se mantiene agradable, aislando el calor del exterior en verano y el frío en invierno. Es una característica notable de la época.
Tras el exilio de Rosas en 1852, la estancia fue adquirida por los Bemberg, los fundadores de la cervecería Quilmes. Molestos por la irrupción permanente de visitantes en su terreno para conocer el rancho, decidieron trasladarlo al centro de Monte (ver más arriba). La restauración del rancho se completó en 1987, y hoy se mantiene como una joya histórica local. Las visitas permiten adentrarse en la vida cotidiana de uno de los personajes más influyentes de la historia argentina, a través de objetos originales y una estructura que ha sobrevivido al paso del tiempo.
Museo de la Guardia del Monte
Otro de los atractivos históricos de San Miguel del Monte es el Museo de la Guardia del Monte, una institución que exhibe recuerdos y objetos de los soldados de la Guardia del Monte, una unidad militar creada en el siglo XIX para proteger los pueblos de la región y sus habitantes de los ataques de malones. Este museo ofrece una mirada única sobre la historia local, exhibiendo armamentos, uniformes, y objetos utilizados por los miembros de la guardia. También se recuerdan a los Colorados del Monte, los soldados de Rosas en sus luchas contras otras facciones durante las continúas guerras civiles que marcaron estos primeros tiempos de la República argentina. En su recorrido, los visitantes pueden aprender sobre la vida y los desafíos de los soldados en un contexto de constantes enfrentamientos y tensiones con los pueblos originarios y otros grupos. La colección del museo también abarca la historia más reciente de Monte, la llegada de los inmigrantes y pone en valor algunas figuras locales.



La Laguna de Monte
La Laguna de Monte es, sin duda, uno de los principales atractivos naturales de la ciudad, ofreciendo una amplia gama de actividades para los amantes de la naturaleza y el aire libre. En sus aguas tranquilas, los visitantes pueden disfrutar de deportes náuticos como el kayak, el windsurf y el jet ski. También es un excelente lugar para la pesca de pejerreyes y tilapias, lo que atrae a los aficionados a la pesca deportiva durante todo el año. Además, la laguna es ideal para la observación de aves, un verdadero paraíso para los ornitólogos y los amantes de la fauna. En sus alrededores habitan especies autóctonas como cigüeñas, garzas, patos y muchas otras. Los carpinchos también son comunes en la zona, lo que aporta un toque especial a las caminatas por la orilla. El entorno natural de la laguna, combinado con la variedad de actividades disponibles, hace que este lugar sea perfecto para disfrutar de un día en contacto con la naturaleza, ya sea navegando por sus aguas o simplemente relajándose en sus tranquilos alrededores.


Arriba: la iglesia de Monte. Abajo: una maqueta de lo que fue el Fortín de la Guardia de Monte. Se puede ver en el Rancho de Rosas.



Un carpincho y una cigüeña: dos de los animales que se pueden avistar con facilidad alrededor de la laguna.
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