La insólita mafia de monos que roba a turistas en un sitio turístico de Bali

En el icónico templo de Uluwatu en Bali, los turistas no solo se maravillan con el paisaje, sino que también se enfrentan a un fenómeno único: un banco de ladrones primates. Un grupo de macacos ha creado su propio sistema de robo organizado, despojando a los visitantes de sus pertenencias para luego negociar con frutas. Descubre cómo estos astutos animales han dado un giro curioso al turismo balinés, entre risas, sorpresas y una que otra negociación inesperada.

Bali, la joya de Indonesia, es famosa por sus paisajes paradisíacos, templos milenarios y su cultura vibrante. Sin embargo, detrás de la postal de playas de arena blanca y atardeceres dorados, en el templo de Uluwatu, un fenómeno de lo más peculiar se lleva a cabo cada día. En este lugar, donde turistas de todo el mundo llegan para disfrutar de la vista al océano Índico y las danzas tradicionales balinesas, una “banda” muy especial se dedica a un negocio mucho menos espiritual: robar objetos personales. Y no, no estamos hablando de un grupo de ladrones humanos, sino de macacos inteligentes que, con habilidad y destreza, se han adueñado de este templo como su propio campo de operaciones.

Un robo bien orquestado: una economía paralela animal

A 70 metros sobre el nivel del mar, en las falaises de Uluwatu, una comunidad de macacos de cola larga (Macaca fascicularis) ha establecido un sistema de robo meticulosamente planeado. Cada día, los turistas se encuentran con que sus smartphones, gafas de sol, carteras y otros objetos de valor desaparecen en cuestión de segundos, despojándolos sin previo aviso. ¿La razón? Estos monos no roban por simple curiosidad o juego, sino que han establecido su propia economía. Después de robar, negocian sus botines con los pawang, los guardianes del templo, intercambiando los objetos por algo que les gusta más: frutas tropicales.

Este fenómeno ha sido objeto de estudio por parte de investigadores, quienes concluyeron que los macacos tienen una cognición avanzada y son capaces de evaluar la valoración de los objetos en función de lo que pueden obtener a cambio. Según un estudio de la Universidad de Lethbridge, estos primates son capaces de diferenciar entre lo que consideran valioso para los humanos, como teléfonos y gafas de sol, y lo que no lo es tanto, como gorros o pinzas para el cabello, los cuales rápidamente descartan.

Un sistema bien organizado e imparable

Para los turistas que quieren recuperar sus pertenencias, existe una posible solución: los pawang. Estos guardianes del templo, expertos en negociar con los monos, emplean frutas como mangos, plátanos y ramoutans para hacer el intercambio. Según Ketut Ariana, uno de los pawang más experimentados, los macacos roban entre cinco y diez smartphones por día. A pesar de los intentos por regular la alimentación de los monos, el sistema sigue vigente, y las reclamaciones de los turistas no cesan.

El origen de esta conducta es debatido. Algunos sostienen que los monos robaban objetos de valor incluso en las ceremonias religiosas mucho antes del auge del turismo. Otros, como Kadek Ari Astawa, aseguran que la prohibición de alimentar a los monos ha llevado a estos animales a robar las pertenencias de los turistas como forma de conseguir comida.

Este reportaje de la BBC muestra como los monos operan y roban efectos personales a los turistas:

¿Qué hacen los turistas para protegerse?

  1. No dejar objetos valiosos al alcance: Guarda tus teléfonos, gafas, carteras y otros objetos de valor en mochilas o bolsillos cerrados.
  2. Recuerda que los monos son inteligentes: Si te roban, no entres en pánico. Los monos negocian, pero a veces hay que esperar a que los guardianes del templo los convenzan de devolver tus pertenencias.
  3. Lleva tus propios accesorios: Gorros, lentes y otros accesorios que no sean muy llamativos pueden ser más seguros para evitar atraer la atención de los monos.
  4. Disfruta del espectáculo sin preocuparte: Si bien la situación puede ser desconcertante, recuerda que los macacos son una atracción en sí mismos. Este fenómeno peculiar es parte de la experiencia única de visitar el templo de Uluwatu.

Una “mafia” de ladrones primates

En el templo de Uluwatu, el ballet diario entre turistas y monos no es sólo una atracción turística, es casi una lección de organización, economía animal y habilidades sociales que hacen sonrojar a más de un humano. Los macacos han creado su propio sistema, tan bien orquestado que parece sacado de una película de aventuras. Quien visite este templo balinés no podrá evitar quedar fascinados por la inteligencia de estos animales, capaces de montar su propio negocio criminal en plena luz del día.

Dónde queda el sitio de Uluwatu: