El oso hormiguero bandera: un tesoro silencioso en peligro en los bosques del norte argentino

En las regiones chaqueñas de Argentina sobrevive una de las especies más singulares de la fauna sudamericana: el oso hormiguero bandera. Este mamífero solitario, que parece flotar entre pastizales y bosques en busca de hormigas, enfrenta hoy múltiples amenazas que ponen en riesgo su existencia. Conocé dónde verlo, cómo vive y por qué es urgente su protección.

Conocido también como yurumí, tamanduá guazú o oso hormiguero mayor, su nombre científico es Myrmecophaga tridactyla. Es un mamífero inconfundible por su largo hocico, su lengua extensible de hasta 60 cm (la más larga entre los mamíferos), y una cola espesa que, junto con su pelaje, le da una apariencia de bandera al caminar.

Puede pesar entre 18 y 25 kg y medir más de 2 metros de largo. A pesar de su tamaño, se alimenta exclusivamente de hormigas y termitas, lo que lo convierte en un consumidor altamente especializado. Este rasgo, sumado a su lenta tasa reproductiva (una sola cría por gestación y cuidados maternales prolongados), lo hace particularmente vulnerable a cambios en su entorno.

¿Dónde vive el yurumí?

En Argentina, el oso hormiguero se distribuye principalmente en las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, noreste de Salta, noreste de Santiago del Estero y posiblemente en el norte de Corrientes. Su hábitat natural comprende bosques y pastizales de las ecorregiones del Chaco húmedo y seco.

Las áreas protegidas como el Parque Nacional Chaco, la Reserva Natural Formosa, el Parque Nacional Río Pilcomayo, el Parque Nacional El Impenetrable y el Parque Nacional Copo conservan algunas poblaciones registradas de esta especie emblemática.

Principales amenazas para su supervivencia

El yurumí es una especie en retroceso. Las razones de su declive incluyen:

  • Pérdida de hábitat por desmontes y expansión agrícola-ganadera.
  • Atropellamientos en rutas, especialmente en zonas sin control de velocidad.
  • Incendios, tanto naturales como provocados.
  • Caza ilegal, a pesar de estar protegido por la ley.
  • Alta especialización alimentaria y baja reproducción, lo que reduce su capacidad de recuperación poblacional.

Ya en 1878, el explorador Luis Jorge Fontana advertía sobre su fragilidad poblacional, considerándolo un animal “indefenso, que se propaga muy poco y está destinado a desaparecer”.

¿Qué se está haciendo para proteger al oso hormiguero?

Varias acciones están en marcha:

  • El oso hormiguero ha sido declarado Monumento Natural en las provincias de Chaco y Misiones, lo que implica máxima protección legal.
  • En la Reserva Natural Formosa se realiza un registro sistemático de avistajes.
  • Ejemplares rescatados, como los atropellados, han sido trasladados al Iberá, en Corrientes, como parte de programas de reintroducción de la especie. Allí, una hembra conocida como “Tota” ha tenido crías, ayudando a recuperar su población en un ecosistema donde se había extinguido.

Un encuentro con la naturaleza chaqueña

Observar un yurumí en su ambiente natural es una experiencia única. Su comportamiento tranquilo y su desplazamiento silencioso entre los árboles o pajonales ofrecen un contacto directo con una de las criaturas más enigmáticas del monte chaqueño.

A través de políticas de conservación, turismo responsable y educación ambiental, es posible contribuir a su preservación y a la de los ecosistemas que habita.

Mapa de distribución del oso hormiguero en la Argentina (del estudio “Contribución al Conocimiento de la Distribución del Oso Hormiguero Gigante -Myrmecophaga tridactyla- en la Argentina, publicado por Guillermo Pérez Jimeno y Lucía Llarín Amaya):

Una cría de oso hormiguero, agarrada al pelaje de su madre:

Los distintos tipos de hormigueros que existen en el mundo: