Cindy Higa, Chef Ejecutiva de Marca País en restaurantes Osaka Buenos Aires

Osaka festeja 20 años de trayectoria en Buenos Aires: una celebración de fusión, historia y evolución de la cocina peruano-japonesa.

Este 2025, el restaurante Osaka celebra dos décadas en Buenos Aires. Lo que comenzó como la primera apuesta internacional del grupo nacido en Lima, hoy es un referente de cocina nikkei en la ciudad y parte fundamental de la expansión de una propuesta que fusiona con precisión la tradición japonesa y la riqueza peruana. Cindy Higa, Ejecutiva de Marca País en Osaka Buenos Aires, repasa el camino recorrido y anticipa una carta especial para conmemorar el aniversario.

“Osaka Buenos Aires fue el primer paso fuera del Perú. Es la primera filial internacional. Y en estos 20 años hemos visto una evolución no solo gastronómica, sino también en diseño, en ambientación, en concepto integral de experiencia”, señala Higa. Lo ejemplifica al comparar los dos espacios que hoy tiene el restaurante en la ciudad: “En Madero vemos el diseño original, y en Concepción Arenal, una apuesta contemporánea, con otros materiales, iluminación, mobiliario. Todo evoluciona”.

En lo gastronómico, este julio el restaurante lanza una carta especial de aniversario, compuesta por platos icónicos de estos 20 años. “Es una selección que reúne lo más representativo. Platos que marcaron momentos importantes, que los clientes siguen recordando y pidiendo”, explica. Entre ellos figuran elaboraciones con centolla, langostinos, carnes, así como reinterpretaciones de clásicos: “Un ejemplo es el maki Dos Salmones, que ahora vuelve como Tuna Tartar, mostrando también la evolución técnica y de sabores”.

Pero más allá de la celebración, Osaka continúa con su propuesta de innovación sin perder la esencia. “Cada local de Osaka adapta sus platos a los productos locales sin perder la identidad. En Argentina, por ejemplo, trabajamos con cortes de carne que no hay en Lima, y los incorporamos en nigiris o platos de fusión. Pero mantenemos el estándar y cuidamos que cada plato transmita algo del Perú”, detalla Higa.

Con una trayectoria internacional que la llevó por Tokio, Lima, São Paulo, Santiago de Chile y Beijing, Higa conoce bien el impacto que tiene esta cocina en los distintos mercados. “La fusión peruano-japonesa funciona muy bien porque es sabrosa, visualmente atractiva, saludable y sorprendente. La gente reconoce el sushi, pero encuentra algo nuevo cuando aparece el ají amarillo, la leche de tigre o una técnica peruana en la preparación”, describe.

Sobre lo que se transmite desde Perú, destaca los insumos —como los distintos ajíes— y la historia detrás de cada plato. “Trabajamos con insumos peruanos, aunque no siempre en recetas tradicionales. Por ejemplo, tenemos el pato mochero, un plato del norte del Perú, que en Osaka se presenta confitado, con hoja de plátano y toques de la cocina japonesa. Esa reinterpretación lleva detrás mucha investigación”.

También hay lugar para los dulces, como el suspiro limeño en su versión nikkei: con helado, merengue y manjar, pero con presentación contemporánea. “Cada plato es una excusa para contar una historia cultural, no solo un sabor”, resume.

La experiencia Osaka, subraya Higa, va más allá del plato. “La marca cuida todo: desde la música, la arquitectura, el diseño de platos y vajilla, hasta los protocolos de atención. Es un concepto integral”.

Mirando al futuro, la visión de Cindy combina continuidad e innovación. “La cocina nikkei va a seguir creciendo porque permite flexibilidad. Pero también es fundamental mantener esos sabores que identifican. Si un cliente vuelve después de cinco años y encuentra su plato preferido con el mismo sabor, eso genera fidelidad”.

Finalmente, invita a celebrar este hito en Buenos Aires: “Estos 20 años son un orgullo. No solo por la permanencia, sino porque logramos posicionar una propuesta que representa una parte muy importante de la identidad peruana. La invitación es a venir a conocer esa historia en cada plato, y también a dejarse sorprender con todo lo que vendrá”.