Chile encabeza actualmente el desarrollo ferroviario más veloz de Sudamérica. Mientras tanto Perú evalúa, con financiamiento chino, la construcción del que sería el primer tren bala de la región. El tren Santiago – Curicó, operado por la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), recorre casi 200 kilómetros en 2 horas y 13 minutos, alcanzando velocidades de hasta 160 km/h. Se trata del servicio más rápido en funcionamiento en Sudamérica, superando las prestaciones ferroviarias de países como Brasil y Argentina.

El tren Santiago – Curicó dispone de 238 asientos y está equipado con puertas automáticas, sanitarios accesibles, espacios para sillas de ruedas, cafetería, portaequipajes, pantallas LED y sistema de megafonía de última generación. Una de sus características técnicas más destacadas es la capacidad de operar tanto con energía eléctrica como con combustible, lo que garantiza continuidad en caso de interrupciones de suministro.

La combinación de velocidad, menor cantidad de detenciones intermedias y un estándar de confort alto ofrece una experiencia competitiva para el pasajero. Actualmente, el servicio cuenta con 12 frecuencias diarias, y EFE proyecta incrementar la demanda en los próximos años.

Tarifas y alcance del servicio

Los valores de los pasajes varían según tramo y categoría, con precios que parten desde USD 11 en clase estándar y llegan a USD 23 en viajes más largos, como los que conectan con Temuco.

Santiago, referente regional en movilidad eléctrica

El liderazgo ferroviario chileno se complementa con una transformación más amplia del sistema de transporte. Santiago es hoy la ciudad con mayor cantidad de trenes y buses eléctricos en Sudamérica, producto de la expansión del Metro y de la renovación de la flota del transporte público.

En agosto se incorporaron 300 nuevos buses eléctricos, y el objetivo para 2025 es alcanzar 4.400 unidades, lo que equivaldrá al 70% de la flota de transporte de pasajeros en la Región Metropolitana. Con estas cifras, la capital chilena se posiciona como la ciudad con mayor cantidad de buses eléctricos fuera de China, consolidando su estrategia de descarbonización de la movilidad urbana.

Nuevas obras: el tren Santiago–Valparaíso

En paralelo, Chile avanza en proyectos de infraestructura ferroviaria de gran escala. Entre ellos se destaca el tren Santiago–Valparaíso, considerado la obra más esperada del sector. El proyecto contempla:

Inversión estimada: más de USD 3.000 millones
Extensión: aproximadamente 180 km
Tiempo estimado de viaje: menos de 45 minutos
Estaciones intermedias: Viña del Mar, Casablanca y otras zonas estratégicas

De concretarse, reducirá de manera drástica el tiempo de traslado entre la capital y el principal puerto del país, hoy superior a las dos horas por carretera.

Un modelo de modernización regional

Con el tren de pasajeros más veloz del continente en operación, una red creciente de transporte eléctrico y proyectos ferroviarios de gran escala en marcha, Chile se posiciona como uno de los países con mayor dinamismo en infraestructura y movilidad sostenible en Sudamérica. El desafío, de cara a los próximos años, será sostener este ritmo de inversión y consolidar una red integrada que conecte de manera más eficiente a las principales ciudades del país.

Perú tendrá el primer tren bala de América latina

Perú se prepara para construir el Tren Lima–Ica, un proyecto ferroviario de alta velocidad impulsado con financiación y tecnología china que promete convertirse en el más rápido de América Latina. Diseñado para conectar la capital peruana con la región de Ica a lo largo de 323 kilómetros, el tren alcanzará una velocidad máxima de 200 km/h, reduciendo el viaje a aproximadamente 2 horas y media, menos de la mitad del tiempo que toma recorrer la misma distancia por carretera. La obra, valuada en USD 6.500 millones, incluirá 15 estaciones estratégicamente distribuidas a lo largo de la costa central del país y contará con 47 km de viaductos y 32 km de túneles para sortear desafíos geográficos. Se proyecta que el sistema pueda transportar hasta 45.000 pasajeros por día, aliviar la congestión en la Panamericana Sur y dinamizar el desarrollo económico regional, integrándose además con el corredor ferroviario bioceánico que busca conectar la región andina con el puerto de Chancay. Este proyecto posiciona a Perú a la vanguardia de la infraestructura ferroviaria de alta velocidad en la región junto a iniciativas similares en otros países.