El guanaco regresa al Impenetrable después de 110 años: una histórica reintroducción que transforma al Chaco Seco

Más de un siglo después de desaparecer del Chaco argentino, el guanaco volvió a caminar por el Parque Nacional El Impenetrable. La liberación de un grupo de individuos marca un hito para la conservación y para la recuperación ecológica de una de las regiones más biodiversas y amenazadas del país.

El operativo, liderado por Rewilding Argentina, la Administración de Parques Nacionales y los gobiernos de Chaco y Santa Cruz, implicó la translocación terrestre más larga del mundo con fines de conservación: cerca de 3.200 kilómetros desde el Parque Patagonia, en Santa Cruz, hasta el corazón del Impenetrable chaqueño.

Un regreso esperado: por qué el guanaco es clave para el Chaco Seco

El guanaco, conocido como Nawananga para los qom, Lu’hüt para los wichís y Guasukaka en guaraní, habitó históricamente los pastizales abiertos, sabanas arboladas y isletas de monte del Chaco Seco.

Sin embargo, la caza, la pérdida de hábitat, el avanzo ganadero y el uso inapropiado del fuego provocaron su desaparición hace más de un siglo. Hoy, en todo el Chaco Seco —una región de un millón de km², equivalente a Bolivia— sobreviven apenas unos 100 individuos, confinados a zonas fronterizas entre Paraguay y Bolivia.

Restituirlo al territorio chaqueño no es solo un acto simbólico:
🔸 Recupera un herbívoro fundamental para la dinámica de los pastizales.
🔸 Fortalece el funcionamiento del ecosistema, permitiendo la expansión de especies nativas dependientes de ambientes esteparios.
🔸 Aporta valor turístico, favoreciendo el desarrollo del ecoturismo mediante el avistaje de fauna.

Un traslado sin precedentes: cómo fue el operativo

Los animales reintroducidos provienen del Parque Patagonia, donde Rewilding Argentina estudia desde hace años el estado sanitario, la genética y la abundancia de la población.

Estos análisis permitieron identificar a esta población como idónea para proyectos de reintroducción, que ya tuvo antecedentes exitosos, como la llegada de guanacos al Parque Provincial Luro, en La Pampa.

El traslado hacia el Impenetrable incluyó:

  • Evaluaciones veterinarias y sanitarias previas.
  • Traslado en vehículos especialmente acondicionados.
  • Periodos de aclimatación en corrales temporales en el norte.
  • Liberación progresiva dentro del área protegida.

Se trata de un procedimiento único en su escala dentro de la conservación latinoamericana.

El Impenetrable: un corredor de vida que vuelve a fortalecerse

El Parque Nacional El Impenetrable impulsa desde hace años un ambicioso proceso de recuperación ecológica. A la reintroducción del guanaco se suman proyectos para restaurar poblaciones de tortuga yabotí, yaguareté y nutria gigante.

El objetivo es reconstruir un ecosistema funcional que vuelva a albergar a sus especies emblema, potenciar el turismo de naturaleza y diversificar la economía regional con actividades sustentables.

La Legislatura de Río Negro declaró recientemente de interés ambiental, social, científico y turístico el proyecto “Corredor de los cinco grandes”, que involucra a equipos científicos y organizaciones dedicadas a monitorear fauna clave y sus amenazas.

Un futuro posible para el guanaco en el norte argentino

Si la adaptación es exitosa, el guanaco podría volver a ocupar un rol que perdió hace más de un siglo:

  • mantener pastizales abiertos,
  • favorecer la biodiversidad mediante su pastoreo,
  • convivir con otras especies nativas,
  • y transformarse en un atractivo turístico que impulse el desarrollo local.

Para las comunidades qom, wichí y guaraní, su retorno tiene además un profundo valor cultural, al recuperar una especie mencionada en relatos ancestrales pero ausente en el territorio desde hace generaciones.

Un paso histórico para la conservación en Argentina

El regreso del guanaco al Parque Nacional El Impenetrable representa uno de los hitos más importantes del rewilding en América Latina.

Aúna ciencia, planificación, vocación y cooperación interprovincial para devolver vida a uno de los ecosistemas más impactantes y degradados del país.

El desafío ahora es acompañar su adaptación, monitorear su expansión y seguir construyendo un modelo de conservación que inspire a la región.

Fotos: Rewilding Argentina.