Un buen plan para el verano: visitar la mayor colonia de lobos marinos de un pelo en Río Negro, en Punta Bermeja

La colonia de Punta Bermeja, en la costa de Río Negro, es uno de los santuarios naturales más importantes de Sudamérica. Allí vive la mayor población permanente de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) de la región, una especie emblemática que actúa como termómetro del estado del Golfo San Matías y pieza central del Corredor de los Cinco Grandes, un proyecto que busca estudiar y proteger a los mayores predadores del norte patagónico.

Con más de dos décadas de trabajo científico continuo, Punta Bermeja funciona como un laboratorio natural a cielo abierto, donde investigadores analizan cómo se alimentan los lobos, cómo se mueven, qué amenazas enfrentan y cuál es su rol ecológico en un ecosistema cada vez más presionado por cambios ambientales y sanitarios.

Cómo es la colonia de Punta Bermeja y cómo funciona

Los lobos marinos de un pelo de Punta Bermeja conforman una colonia reproductiva y permanente. Viven, se alimentan, se reproducen y crían a sus cachorros en los roqueríos que bordean los acantilados, visibles desde las pasarelas del área protegida.

La colonia presenta tres zonas de actividad:

1. Sector reproductivo

Donde se concentran machos territoriales, hembras y crías. Entre diciembre y febrero nacen miles de nuevos lobitos.

2. Sector juvenil

Allí se agrupan animales subadultos, que ya no dependen de sus madres y comienzan a entrenarse en el mar.

3. Sector de descanso

Donde los ejemplares alternan largos periodos de reposo con salidas breves de alimentación.

Los visitantes pueden observar el comportamiento de los lobos desde pasarelas a 60 metros de altura, sin interferir en la vida del apostadero. Guardafaunas y señalización específica delimitan las áreas de acceso permitido.

Cómo son los lobos marinos de un pelo

El lobo marino de un pelo es un predador tope del ecosistema marítimo patagónico. Algunas características de la especie:

  • Machos: llegan a pesar 300 kg y desarrollan una melena característica.
  • Hembras: más pequeñas, de unos 140 kg en promedio.
  • Crías: nacen con pelaje oscuro que aclara con los meses.
  • Alimentación: consumen peces costeros, cefalópodos, crustáceos y, según disponibilidad, langostino.
  • Comportamiento social: forman harenes durante la época reproductiva y mantienen complejas vocalizaciones para comunicación.

Al ser predadores generalistas, su dieta refleja exactamente qué ocurre en el mar. Por eso, científicos como Gustavo Daneri y Ana Harrington los describen como “muestreadores biológicos naturales”: lo que comen indica qué peces están presentes, cómo varían según la temporada y cómo responde el ecosistema a cambios ambientales.

Un engranaje clave del Corredor de los Cinco Grandes

El estudio de la colonia demuestra que los lobos marinos son una especie paraguas, cuya protección beneficia a todo el ecosistema. Su rol como predadores tope permite evaluar:

  • Disponibilidad de presas.
  • Cambios en la estructura trófica del golfo.
  • Salud general del ecosistema marino.

Este análisis es fundamental para el Corredor de los Cinco Grandes, un programa que integra a distintos actores para monitorear la presencia de ballenas, delfines, tiburones, orcas y lobos marinos entre El Cóndor y San Antonio Oeste.

En noviembre de 2024, la Legislatura de Río Negro declaró al proyecto de interés ambiental, social, científico y turístico, reforzando su importancia estratégica.

La herida de la gripe aviar: un impacto que aún duele

El brote de Influenza Aviar H5N1 en 2023 provocó una mortandad sin precedentes en colonias de lobos marinos del norte patagónico. Punta Bermeja fue uno de los primeros sitios con casos confirmados.

Esa pérdida no se recuperó”, advierte Harrington. La situación obligó a replantear protocolos de monitoreo y reveló que incluso las colonias más grandes pueden verse gravemente afectadas por fenómenos sanitarios globales.

El episodio también puso en evidencia la necesidad de:

  • Un sistema robusto de vigilancia sanitaria.
  • Educación ambiental para visitantes.
  • Mayor protección de las áreas sensibles.

El detrás de escena de 20 años de investigación

El trabajo científico en Punta Bermeja se sostiene gracias a un equipo de investigadores, voluntarios y guardafaunas que mantienen un compromiso constante pese a la falta de recursos y la inestabilidad de políticas públicas.

Daneri y Harrington destacan la memoria de Lucas Bustos, investigador clave cuya temprana muerte dejó una huella profunda. Su labor fue fundamental para comprender el comportamiento de los lobos en Punta Bermeja y Caleta de los Loros.

Es una ciencia construida en territorio, con campañas de campo, noches en la costa y conteos realizados bajo condiciones extremas. Una tarea que demanda vocación, rigor y una conexión emocional intensa con el ecosistema que buscan conservar.

Por qué Punta Bermeja importa

La colonia de lobos marinos de un pelo no es sólo un atractivo turístico: es un indicador vivo del estado del mar patagónico. Su presencia, su dieta, su comportamiento reproductivo y su resiliencia son claves para entender:

  • Cambios ambientales a gran escala.
  • Fluctuaciones de peces de interés comercial.
  • Impactos del clima, enfermedades y actividad humana.

Punta Bermeja es, en definitiva, un punto neurálgico dentro del mapa ecológico del Atlántico Sur, un lugar donde se entrelazan la conservación, la ciencia y una de las escenas naturales más poderosas de Argentina.