El kibutz del desierto de Aravá, en el sur de Israel, fue incluido entre los mejores pueblos turísticos del mundo en 2025 por su modelo de vida sostenible, su arquitectura singular y su armonía con el entorno.
En el corazón del desierto del Aravá, al sur de Israel y a unos 70 kilómetros del balneario de Eilat, se alza Neot Smadar, una comunidad que ha logrado transformar el paisaje árido en un espacio de creatividad, sustentabilidad y vida comunitaria. Fundado en 1989 por un grupo de jóvenes provenientes de Jerusalén, el kibutz fue recientemente distinguido por ONU Turismo como uno de los mejores pueblos turísticos del mundo en 2025.

El reconocimiento se basa en su compromiso con la sostenibilidad en tres dimensiones —ecológica, social y económica— y en la capacidad de integrar turismo, arte y naturaleza sin alterar el equilibrio del entorno. La ONU destacó especialmente el enfoque cooperativo de la comunidad, su arquitectura única y su apuesta por un turismo responsable que promueve la cultura local.
Un oasis de arte y arquitectura sustentable
El símbolo más visible de Neot Smadar es su Centro de Arte, una estructura de tonos rosados y turquesas que se ha convertido en ícono del desierto israelí. Concebido y construido a mano por los propios habitantes a lo largo de 15 años, el edificio combina técnicas tradicionales de construcción con principios de arquitectura ecológica, incluyendo una torre de enfriamiento pasivo que mantiene una temperatura agradable sin necesidad de aire acondicionado.


En su interior, el visitante encuentra talleres de cerámica, escultura, carpintería y textiles, junto con una galería y una tienda donde se exhiben y comercializan las obras y productos elaborados en la comunidad. El Centro también organiza actividades participativas y residencias artísticas abiertas a turistas y voluntarios de todo el mundo.
Vida comunitaria y producción orgánica

Neot Smadar es, ante todo, un laboratorio de convivencia y cooperación. Sus aproximadamente 250 habitantes viven de acuerdo con una filosofía centrada en la armonía con la naturaleza y el desarrollo personal colectivo. El kibutz es vegetariano, produce sus propios alimentos y busca minimizar su huella ambiental mediante reciclaje de aguas, cultivos orgánicos y energías naturales.
El complejo alberga un viñedo biológico, considerado el más meridional de Israel, donde se elaboran vinos, licores y un reconocido porto artesanal. También cuenta con una plantación de dátiles y olivos, producción de miel, y un café vegetariano que ofrece productos locales.
Los visitantes pueden alojarse en una de las 22 habitaciones y cabañas ecológicas distribuidas entre jardines y senderos del desierto. Los precios, que varían según la temporada, oscilan entre 700 y 1.000 shekels (unos 185 a 265 dólares) por noche.
Turismo consciente en el Aravá
El interés por conocer Neot Smadar creció exponencialmente tras su inclusión en la lista de los Mejores Pueblos Turísticos del mundo de la ONU para 2025. En pocos días, la comunidad recibió una avalancha de reservas que desbordó su capacidad habitual. El acceso al complejo está regulado para preservar la tranquilidad del lugar y evitar la sobrecarga turística.
Además del alojamiento, los visitantes pueden participar en visitas guiadas al Centro de Arte y a la bodega local (entrada: 40 shekels, unos 10 dólares), realizar talleres de arte o recorrer los senderos del desierto que rodean el kibutz, ideales para caminatas y observación de fauna.

Neot Smadar representa hoy un modelo de turismo rural y ecológico que combina hospitalidad, creatividad y sostenibilidad. Su enfoque integral lo convierte en un caso de estudio para el turismo regenerativo, donde el desarrollo no compite con la naturaleza sino que se integra en ella.
Cómo llegar y cuándo visitar
El kibutz se encuentra sobre la Ruta 40, entre Mitzpé Ramón y Eilat, a unas 3,5 horas de viaje desde Be’er Sheva. Se puede llegar en vehículo privado o mediante excursiones organizadas desde el sur de Israel.
El mejor momento para visitarlo es entre octubre y abril, cuando las temperaturas son más templadas y el desierto florece. Las reservas deben realizarse con antelación a través del sitio oficial neot-smadar.com o por agencias locales que gestionan experiencias ecológicas en el Aravá.









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