“No se trata solo de ver la aurora boreal, sino de entenderla y sentirla.”
¿Quiénes son los fundadores del centro Aurora Reykjavik y qué disciplinas aportó cada uno?
Aurora Reykjavík fue fundada por un pequeño grupo de entusiastas de las auroras boreales: yo, Grétar Jónsson, junto con amigos y mi pareja Katarina, que comparten una profunda fascinación por este fenómeno natural. Entre todos reunimos conocimientos de astrofotografía, divulgación científica, educación y diseño.
Mi experiencia venía del mundo de la fotografía, el guiado turístico y las finanzas, mientras que otros integrantes aportaron su saber en medios visuales, diseño de exposiciones y narrativas educativas. Desde el primer día tuvimos una idea clara: hacer que la ciencia del espacio resulte accesible y, al mismo tiempo, transmitir la emoción que sentimos al presenciar una aurora.
El equipo de Aurora Reykjavik:

¿Cómo equilibraron el WOW Factor, el “factor asombro”, con la rigurosidad científica en el centro?
Ese equilibrio es el corazón de Aurora Reykjavík. Usamos herramientas inmersivas —como nuestro cine 4K y la experiencia de realidad virtual— para despertar la fascinación, pero cada animación y cada explicación se basan en datos científicos reales. Actualizamos el contenido de manera constante para reflejar las últimas investigaciones.
Creemos que el “wow” es una puerta de entrada emocional: atrae al público, y una vez que se siente cautivado, podemos acompañarlo hacia una comprensión más profunda del fenómeno.
Si tuviera que describir Aurora Reykjavík en una sola frase a alguien que nunca oyó hablar del lugar, ¿qué diría?
El único sitio en Islandia donde se puede experimentar la aurora todo el año. Una puerta cálida e interactiva hacia las luces del norte, creada y dirigida por expertos locales y verdaderos apasionados de la aurora.

¿Cómo ayudan a los visitantes a ajustar sus expectativas frente a lo que muestran las fotos?
Esa es una de nuestras misiones educativas más importantes, sobre todo con el auge de las imágenes generadas por inteligencia artificial. Muchos visitantes llegan esperando cielos de neón, pero explicamos —y mostramos en nuestras exhibiciones fotográficas— que las cámaras capturan la luz durante más tiempo, revelando colores y estructuras que el ojo humano no siempre percibe al instante.
Usamos comparaciones lado a lado, simulaciones y módulos interactivos para enseñar cómo se ve realmente la aurora según su brillo y las condiciones del cielo. Nuestro objetivo es que la gente aprenda a valorar la experiencia auténtica, en lugar de perseguir imágenes irreales.
En pocas palabras, ¿cómo se forman las auroras?
La aurora comienza a 145 millones de kilómetros, en el Sol, cuando tormentas solares liberan partículas cargadas que viajan hacia la Tierra. Al llegar, el campo magnético terrestre las canaliza hacia las regiones polares, donde chocan con átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera superior.
Esos átomos liberan energía en forma de luz: eso es lo que vemos como los destellos verdes, rojos y violetas que danzan en el cielo.
Además de las visitas del centro, organizan excursiones para ver las auroras. ¿Puede contarnos más sobre esas salidas?
Sí. Trabajamos junto a una red de guías locales especializados para ofrecer excursiones en grupos pequeños, en minibuses o “super jeeps”, además de tours privados, desde fines de agosto hasta mediados de abril.
Son ideales para familias, fotógrafos o visitantes primerizos que buscan una experiencia personalizada y sin el estrés de manejar de noche en invierno o de interpretar los pronósticos.
Priorizamos la flexibilidad: seguimos las condiciones meteorológicas en tiempo real para dirigirnos hacia los puntos despejados del suroeste de Islandia, lo que nos permite tener una de las tasas de éxito más altas.
Para nosotros, no se trata solo de “marcar la casilla” de haber visto la aurora, sino de entenderla y sentirla.

¿El centro ofrece información y herramientas en español? ¿Y las excursiones?
Por supuesto. Nuestros paneles informativos, audioguías y películas están disponibles en español, entre otros idiomas.
Para grupos de más de 15 personas, ofrecemos visitas guiadas en español dentro del museo (tenemos un integrante del equipo de habla hispana originario de Sudamérica).
En cuanto a las excursiones, también contamos con guías que hablan español si se solicita. Recibimos muchos visitantes de España y América Latina, y queremos que se sientan como en casa bajo el cielo islandés.
¿Cuál es el mejor mes en Islandia para ver auroras con buenas condiciones de clima?
Diría que marzo y septiembre, alrededor de los equinoccios. La actividad solar suele ser intensa, las noches son largas pero no extremas, y el clima tiende a ofrecer cielos más despejados.
¿Y cuál es el mejor sitio cerca de Reykjavik?
Me encanta ir al Parque Nacional Þingvellir. Está cerca de la ciudad, pero es lo bastante oscuro y tiene bahías y formaciones de lava que crean composiciones fotográficas increíbles. Además, suele haber claros en las nubes justo cuando se necesita.
En nuestro sitio web aurorareykjavik.is/aurora-forecast, actualizamos diariamente el pronóstico. Mi consejo es primero revisá la nubosidad, no solo la actividad solar. Alejate 30 minutos de las luces urbanas, dejá que tus ojos se adapten durante unos 15 minutos y, sobre todo, tené paciencia. La aurora suele premiar a quienes esperan.
En conclusión, ¿Islandia es el mejor lugar del mundo para ver auroras boreales?
Sin duda, es uno de los mejores. Pocos países combinan una proximidad tan accesible al Círculo Polar Ártico, baja contaminación lumínica y paisajes tan diversos.
Podés ver la aurora sobre glaciares, volcanes, zonas geotermales o el mar, a veces todo en una misma noche. Así que sí: Islandia es lo más parecido a un paraíso de auroras.
Auroras virtuales en Aurora Reykjavik:









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