Cafayate, 180 años entre viñedos, historia y sabores de altura

La capital del vino salteño celebra en noviembre un nuevo aniversario desde su fundación. Lo celebra con una agenda que une historia y placer.

En el corazón de los Valles Calchaquíes, rodeada de montañas y viñedos, Cafayate celebra en noviembre de 2025 sus 180 años de fundación con una agenda especial que combina cultura, gastronomía, música y enoturismo.
Considerada una de las joyas del turismo del norte argentino, la ciudad renueva su propuesta con nuevas bodegas, emprendimientos hoteleros y experiencias que integran naturaleza, tradición y vinos de altura.

Ubicada a 1.700 metros sobre el nivel del mar, Cafayate no solo es un punto estratégico del circuito del vino argentino, sino también un destino donde el paisaje y la hospitalidad se entrelazan. Este aniversario encuentra a la ciudad en pleno auge turístico, con una ocupación hotelera que se mantiene alta durante todo el año y un creciente interés internacional por sus vinos blancos, encabezados por el Torrontés, símbolo de la región.

Un festejo que combina vino, historia y arte

Los festejos por el aniversario incluyen desfiles tradicionales, ferias artesanales y una serie de eventos organizados por el municipio, el Ente de Turismo de Salta y las bodegas locales. Entre las actividades destacadas se encuentra la “Semana del Vino de Altura”, con catas guiadas, visitas nocturnas a viñedos y charlas con enólogos.

También habrá circuitos culturales que rescatan la historia de la ciudad, desde su fundación en 1845 hasta su desarrollo como enclave vitivinícola. Las visitas guiadas al Museo de la Vid y el Vino permiten comprender cómo el clima seco, la altitud y la amplitud térmica dan origen a vinos con identidad única.

“Cafayate logró algo singular: ser un destino que combina producción, cultura y paisaje. El visitante puede recorrer una bodega en la mañana y disfrutar una peña folclórica al anochecer”, destaca un representante del sector turístico local.

Bodegas y experiencias enoturísticas que crecen

El enoturismo se convirtió en uno de los principales motores económicos de Cafayate. En los últimos dos años, la apertura de bodegas boutique y proyectos sostenibles diversificó la oferta más allá de los grandes productores tradicionales como El Esteco, Etchart y Domingo Molina.

Las nuevas propuestas incluyen recorridos a pie o en bicicleta por los viñedos, degustaciones a cielo abierto, almuerzos con maridajes regionales y estadías en wine lodges rodeados de parras.
Algunas bodegas ofrecen experiencias inmersivas, como participar en la cosecha o en talleres de blending, donde el visitante puede crear su propio vino.

El Camino del Vino de Salta, que une Cafayate con Cachi, San Carlos y Molinos, se consolida como uno de los circuitos más atractivos del norte argentino. En este tramo, el turismo se combina con la historia de los pueblos calchaquíes, la arquitectura colonial y la gastronomía regional basada en productos locales como el maíz, el queso de cabra y las hierbas andinas.

Gastronomía y cultura local: un viaje de sabores

Cafayate también se distingue por su gastronomía, que evoluciona entre la tradición y la innovación.
Restaurantes como Piattelli Wine Resort, Bad Brothers Wine Experience o Finca Las Nubes ofrecen menús de pasos con ingredientes locales y vinos de altura.
Mientras tanto, las peñas del centro mantienen viva la esencia norteña con empanadas salteñas, tamales y música folclórica en vivo.

El auge del turismo gastronómico impulsó la creación de pequeños emprendimientos familiares y cooperativas que elaboran productos artesanales: dulces de uva, quesos, aceites y vinos naturales.
“Lo que más valoran los visitantes es la autenticidad. Cafayate conserva su escala humana, y eso se refleja en cada copa y en cada plato”, señala una chef local.

Nuevos emprendimientos y sustentabilidad

En los últimos años, Cafayate sumó nuevas propuestas de alojamiento sustentable, desde eco-lodges construidos con materiales locales hasta posadas rurales que integran energía solar y gestión de residuos.
El objetivo es mantener un crecimiento equilibrado que preserve el paisaje y la identidad del valle.

El municipio trabaja en conjunto con el Ministerio de Turismo de Salta en la certificación de Destino Turístico Sostenible, lo que incluye la capacitación de prestadores, la mejora de la señalización turística y la promoción de circuitos alternativos hacia comunidades rurales de los alrededores.

Cómo llegar y qué visitar

Cafayate se encuentra a 192 kilómetros de la ciudad de Salta por la Ruta Nacional 68, uno de los caminos más escénicos del país.
El trayecto atraviesa la Quebrada de las Conchas, un corredor de formaciones rocosas rojizas como el Anfiteatro, el Fraile y la Garganta del Diablo.

Desde Tucumán, se puede llegar por la Ruta 40, pasando por Amaicha del Valle y los valles tucumanos.

Además de las bodegas y el museo, el visitante puede realizar cabalgatas, senderismo en los cerros del entorno o excursiones en 4×4 hacia el paraje El Divisadero, con vistas únicas del valle.

Un destino que sigue creciendo con identidad propia

Cafayate celebra sus 180 años reafirmando su espíritu: el equilibrio entre historia, vino y hospitalidad.
El desarrollo del enoturismo, la gastronomía y las nuevas formas de hospedaje la posicionan como uno de los destinos más elegidos del norte argentino.
Entre montañas y viñedos, la ciudad invita a brindar por el pasado y el futuro, por los sabores que cuentan su historia y por la experiencia de vivir el vino en su lugar de origen.