Los hoteles están redescubriendo el valor de la interacción humana. Desde los tradicionales happy hours hasta veladas con juegos o catas comunitarias, la llamada “social hour” se consolida como una herramienta para fidelizar huéspedes y crear comunidad. Una tendencia que redefine la hospitalidad pospandemia.
Durante los últimos años, la hotelería global experimentó un cambio profundo. Tras la pandemia, el viajero busca algo más que una habitación cómoda o un buen servicio: desea conexión social, autenticidad y experiencias compartidas. En respuesta, cada vez más hoteles —especialmente los boutique y de cadenas orientadas al diseño de experiencia— están recuperando un formato clásico con un nuevo propósito: la “social hour”, una franja horaria dedicada al encuentro informal entre huéspedes.
Según un informe reciente de Southern Living (septiembre 2025), grandes marcas de hospitalidad en Estados Unidos y Europa, como Kimpton, Graduate Hotels o Ace Hotel, han reintroducido estos espacios como parte de su propuesta de valor. En ellos, se ofrecen degustaciones de vino, clases cortas de coctelería, sesiones de juegos o música en vivo, todo con un objetivo claro: fomentar el sentido de comunidad dentro del hotel.
Una herramienta estratégica para hoteles en destinos turísticos
En los destinos de ocio o culturales, el concepto del social hour puede convertirse en una herramienta de diferenciación clave. Los hoteles pueden usarlo para:
- Generar identidad local: integrar productos y tradiciones del destino (cervezas artesanales, vinos regionales, música autóctona).
- Fidelizar huéspedes: ofrecer una experiencia que deja recuerdo emocional y estimula la recomendación boca a boca.
- Aumentar ingresos indirectos: los eventos pueden derivar en consumo adicional en bares, restaurantes o tiendas del hotel.
- Promover el turismo de repetición: un ambiente acogedor y social impulsa el deseo de volver.
En este sentido, la “social hour” deja de ser un gesto de hospitalidad y se convierte en una estrategia de marketing experiencial que combina autenticidad, entretenimiento y valor percibido.
Un formato adaptable a distintos tipos de alojamiento
La tendencia no se limita a los hoteles urbanos. En resorts de playa, lodges de montaña o alojamientos rurales, las actividades comunitarias están adoptando formatos creativos: fogones al atardecer, talleres de cocina local, noches de astronomía o partidas de ajedrez bajo las estrellas.
Incluso cadenas tradicionales han comenzado a experimentar. Marriott y Hyatt, por ejemplo, exploran versiones de community hour orientadas al bienestar, con sesiones grupales de yoga o meditación seguidas por un cóctel saludable. En los hoteles all inclusive, el formato se adapta a experiencias inmersivas que refuerzan el vínculo entre viajeros y destino.
Claves para implementarlo con éxito
Para que el social hour funcione como herramienta de fidelización, los expertos recomiendan:
- Autenticidad: usar insumos locales, contar historias del destino y mantener un tono cercano.
- Consistencia: repetir la experiencia cada día o semana, creando un ritual esperado.
- Diseño de experiencia: cuidar iluminación, música, aromas y puesta en escena para generar un ambiente de confort.
- Medición del impacto: registrar la participación y feedback de los huéspedes para ajustar la propuesta.
La nueva hospitalidad: experiencias que unen
En un contexto donde la inteligencia artificial y la automatización ganan terreno, la “social hour” devuelve protagonismo a la conexión humana, el rasgo más esencial de la hospitalidad. Lejos de ser una moda pasajera, esta tendencia reafirma que los hoteles del futuro no solo venden descanso, sino también pertenencia y comunidad.








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