Quién fue Virginia Choquintel y como es el museo que lleva su nombre en Río Grande, Tierra del Fuego

La historia de Virginia Choquintel, la última mujer de cultura selk’nam que vivió en la Tierra del Fuego argentina, fue marcada por el despojo y la discriminación. Su figura es recordada en Río Grande a través del museo que lleva su nombre. Este espacio cultural, inaugurado en 1999, combina la preservación del patrimonio local con la memoria de un pueblo originario que se merece reconocimiento, reparación y justicia.

Virginia Choquintel nació el 20 de julio de 1942 en los alrededores del Lago Blanco, en Tierra del Fuego chilena, en el territorio ancestral selk’nam. Su vida estuvo marcada desde el inicio por la tragedia: a los cuatro años perdió a su madre y más tarde fue despojada de su identidad y costumbres tras ser llevada a la Misión Salesiana de La Candelaria, en Río Gande en la parte argentina de la Tierra del Fuego.

Su familia había sobrevivido a la invasión y conquista de los territorios selk’nam a fines del siglo XIX, un proceso que implicó matanzas y desplazamientos que hoy se reconocen como genocidio. En este marco, Virginia creció entre la discriminación y la marginación. Trabajó en diversas ciudades patagónicas hasta radicarse en Buenos Aires en 1989. Allí vivió hasta sus últimos días, relatando cómo el olvido y la violencia marcaron su vida.

Virginia Choquintel falleció el 2 de junio de 1999, a los 56 años. Su nombre fue elegido para bautizar el Museo Municipal de Río Grande. Esa decisión fue tomada al cumplirse 25 años de su fallecimiento, como una forma de honrar su historia y la de todas las mujeres selk’nam.

El nacimiento del Museo Municipal Virginia Choquintel

El origen del museo se remonta a los años 80, cuando comenzaron a gestarse iniciativas para resguardar la memoria histórica de Río Grande. En 1987 se creó el Centro Histórico Documental, que ofrecía servicios de divulgación y convocaba a vecinos a aportar materiales.

En 1992, un decreto municipal transformó ese centro en el Museo de Ciencias Naturales e Historia, con nuevas áreas de investigación, extensión cultural, fotografía y archivo documental. Poco después, en 1993, el municipio y la provincia oficializaron la cesión de un galpón de la Asociación Rural, que fue remodelado para albergar al museo.

Finalmente, el 1 de junio de 1999, abrió sus puertas el actual edificio de la calle Alberdi 555, con más de 1200 metros cuadrados dedicados al patrimonio cultural de la ciudad. Ese mismo año, por decreto municipal, se decidió imponer el nombre de Virginia Choquintel, en homenaje a la mujer selk’nam fallecida poco antes.

Un espacio de memoria y patrimonio

A lo largo de sus 25 años de historia, el museo se consolidó como un espacio de encuentro y de transmisión. No solo resguarda objetos, fotografías y documentos sobre el desarrollo de Río Grande, sino que también recuerda a Virginia y a su pueblo.

En sus salas se exhiben piezas arqueológicas, objetos de la vida cotidiana de los primeros pobladores y elementos de la cultura selk’nam, en diálogo con la historia urbana e industrial de la ciudad. Además, el museo mantiene un archivo fotográfico en proceso de digitalización, y organiza exposiciones temporales, talleres y actividades educativas.

Algunos de los retratos de selk’nams presentados en el museo:

Una deuda de memoria

La institución lleva consigo una misión doble: preservar el patrimonio material de la ciudad y, al mismo tiempo, mantener viva la memoria de quienes fueron víctimas del despojo. Como expresó una referente de la comunidad selk’nam: “Es la sociedad la que tiene que saldar una deuda por los crímenes cometidos contra nuestro pueblo”.

Maquetas que recrean la vida diaria en los asentamientos selk’nams de las llanuras del norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego:

El Museo Municipal Virginia Choquintel no es solo un espacio cultural: es también un símbolo de reparación, un recordatorio de que la historia de Río Grande y de Tierra del Fuego no puede contarse sin reconocer a quienes habitaron esas tierras desde hace miles de años.

Uno de los espacios del museo está dedicado a recordar el paso del aviador y escritor Antoine de Saint-Exupéry, creador del personaje del Principito:

El museo se encuentra en Alberdi 555, en Río Grande. Reúne colecciones de artefactos regionales, documentos, fotografías y exposiciones sobre la historia local y la comunidad originaria selk’nam. Abre de martes a viernes, con asesoría educativa disponible. La entrada es libre y gratuita.