El mejor atardecer del Pacífico está en Tahai, en la Isla de Pascua

Visitar Tahai es mucho más que contemplar monumentos antiguos: es recorrer un espacio donde se entrelazan la vida cotidiana de los primeros rapanui, su cosmovisión espiritual y uno de los paisajes más espectaculares del mundo. Quien viaje a la Isla de Pascua no debería perderse este sitio, que ofrece tanto una lección de historia como la oportunidad de presenciar uno de los atardeceres más memorables del planeta.

El complejo arqueológico de Tahai es uno de los asentamientos más antiguos de la Isla de Pascua. Sus primeros vestigios datan del año 700 d.C., y se cree que fue ocupado por los clanes Marama y posiblemente por el clan Miru, dos de las comunidades más influyentes de Rapa Nui. La tradición oral sostiene que aquí vivió y murió Ngaara, el último ariki mau o gran soberano de la isla.

La ubicación de Tahai no fue casual: desde este punto los antiguos habitantes accedían fácilmente a la costa para la pesca y disponían de agua dulce gracias a manantiales subterráneos. El área, de más de 250 metros de largo, fue nivelada y adaptada por los rapanui con miles de metros cúbicos de tierra y piedra, un claro ejemplo de cómo los primeros pobladores modificaron el entorno natural para convertirlo en centro político y religioso.

Restos de un antiguo poblado

Tahai no es solo un conjunto ceremonial: también conserva vestigios de un antiguo poblado. Allí se han encontrado restos de hare paenga o “casas bote”, llamadas así porque su forma alargada recuerda la silueta invertida de una embarcación. Estas viviendas, construidas con bases de piedra y techos de hierba sostenidos por maderas, eran utilizadas por los líderes de la comunidad.

Además, en el sitio se hallan chambres funéraires destinadas a jefes, así como estructuras conocidas como hare moa (gallineros de piedra) para proteger aves domésticas, y manavai, círculos de roca usados para resguardar cultivos del viento y la salinidad. Estos elementos permiten comprender cómo los rapanui organizaban su vida cotidiana y aprovechaban cada recurso natural.

Los tres ahu de Tahai

El atractivo central del complejo son sus tres plataformas ceremoniales o ahu, que se alzan sobre la costa rocosa frente al Pacífico:

  • Ahu Vai Uri: con cinco Moai, erigidos hacia el 1200 d.C., es la plataforma más imponente. Sus estatuas muestran diferentes estilos escultóricos, lo que refleja la evolución del arte rapanui.
  • Ahu Tahai: es la plataforma más antigua del conjunto, con un Moai solitario de 4,5 metros. Su erosión no le quita imponencia, sino que transmite el mana, la fuerza espiritual de los ancestros.
  • Ahu Ko Te Riku: destaca por ser el único Moai de toda la isla que conserva ojos reconstruidos con coral blanco y pupilas de obsidiana. También lleva un pukao o tocado de escoria roja, símbolo de poder.

El Moai con ojos: símbolo del mana

El Moai de Ahu Ko Te Riku es especialmente significativo porque reproduce un rasgo esencial del culto ancestral: los ojos. En tiempos antiguos, las estatuas recibían sus ojos en ceremonias rituales, momento en el cual se creía que cobraban vida y proyectaban su mana para proteger a la comunidad. La mirada de los Moai siempre se dirige hacia el interior de la isla, hacia los poblados, y no hacia el mar, lo que refuerza su rol como guardianes de los habitantes.

La tumba de William Mulloy

En la zona sur del complejo se encuentra la tumba del antropólogo estadounidense William Mulloy, figura clave en la restauración de los principales sitios de Rapa Nui. Tras participar en la expedición de Thor Heyerdahl en 1955, Mulloy dedicó décadas a estudiar la isla. Entre 1968 y 1970 lideró la restauración de Tahai, devolviendo parte de su esplendor original. A su muerte en 1978, sus cenizas fueron enterradas aquí, junto a las de su esposa, como homenaje a su aporte a la cultura rapanui.

El mejor atardecer en la Isla de Pascua

Aunque Tahai puede visitarse en cualquier momento del día, el atardecer es el momento más esperado. La puesta de sol ilumina el cielo con tonos naranjas, rojos y violetas, mientras los Moai se convierten en siluetas majestuosas frente al océano. Esta escena, considerada una de las más bellas del Pacífico, ofrece a los visitantes un instante mágico que combina historia, naturaleza y espiritualidad.

Nuestros consejos prácticos para visitar Tahai

  • Acceso: está a pocos minutos de Hanga Roa, accesible a pie, en bicicleta o en auto por la ruta costera Policarpo Toro.
  • Entrada: requiere el ticket del Parque Nacional Rapa Nui, válido por 10 días para la mayoría de los sitios arqueológicos.
  • Horarios recomendados: visitar al amanecer para fotografiar los Moai iluminados por el sol naciente, y regresar al atardecer para vivir la experiencia más buscada.
  • Servicios: el sitio no cuenta con sanitarios ni control de ingreso, por lo que conviene planificar la visita con antelación y respetar siempre las normas del parque.