La complejidad operativa de un aeropuerto depende del clima, la orografía, la longitud y el estado de pista, las ayudas a la navegación y los procedimientos vigentes. Una decena de terminales pueden pretender al título de “Más peligroso del mundo”. Son terminales que exigen tripulaciones altamente entrenadas y operaciones bajo límites estrictos.
Identificar a los “aeropuertos más peligrosos del mundo” no es sencillo: la complejidad varía según clima, orografía, longitud y estado de pista, ayudas a la navegación y procedimientos vigentes. Aun así, una serie de terminales aparece de forma recurrente por sus aproximaciones y despegues exigentes: Lukla y Paro en el Himalaya, la brevísima pista de Saba, Courchevel en los Alpes, Madeira, Gibraltar, Princess Juliana en Sint Maarten, la playa de Barra, Narsarsuaq en Groenlandia y Toncontín en Honduras. Esta nota explica por qué demandan entrenamiento específico y protocolos estrictos.
La lista de los 10 considerados como los más dificiles para aterrizar y despegar:
- Tenzing–Hillary (Lukla, Nepal). Pista corta y en pendiente, ubicada a gran altitud y con cambios bruscos de tiempo; el umbral termina en un barranco.
- Paro (Bután). Enclavado en un valle himalayo; aproximaciones entre montañas con virajes precisos. Solo un número reducido de pilotos está habilitado para operarlo.
- Juancho E. Yrausquin (Saba, Caribe Neerlandés). Una de las pistas comerciales más cortas del mundo, flanqueada por acantilados y mar.
- Courchevel (Francia). Pista breve y en rampa, en pleno centro de esquí alpino; operaciones restringidas a aeronaves pequeñas y helicópteros.
- Madeira Cristiano Ronaldo (Portugal). Parte de la pista se apoya sobre pilares sobre el océano; vientos cruzados y rachas frecuentes.
- Gibraltar (Reino Unido). La pista cruza una avenida muy transitada, que se cierra durante despegues y aterrizajes. En la foto de apertura de esta nota.
- Princess Juliana (Sint Maarten). Aproximación a muy baja altura sobre una playa concurrida; gestión fina de altímetro y senda en final corta.
- Barra (Escocia). La “pista” es una playa de arena; los horarios dependen de las mareas.
- Narsarsuaq (Groenlandia). Ubicada al final de un fiordo; meteorología cambiante, turbulencias y niebla/nieve afectan la visibilidad.
- Toncontín (Tegucigalpa, Honduras). Rodeado de montañas; aproximación con maniobras cerradas y márgenes ajustados.
Que un aeropuerto figure en esta lista no implica que sea “inseguro” en términos absolutos. Significa que la operación es compleja y requiere procedimientos y habilitaciones específicas.
Aeropuertos de Lukla y Paro:


Cómo se preparan los pilotos para operar en aeropuertos complejos
- Briefings y documentación dedicada. Cartas de aproximación y salida específicas, particularidades del terreno, patrones meteorológicos habituales y procedimientos de emergencia.
- Entrenamiento en simulador. Sesiones que replican la topografía, las rutas publicadas y escenarios de contingencia propios de cada aeropuerto.
- Calificación específica por aeropuerto. En terminales particularmente exigentes (como Paro o Lukla), solo operan pilotos con formación y certificación especial.
- Vuelos de observación. Antes de comandar, el piloto puede realizar un sector como observador junto a un comandante experimentado en ese destino.
- SOP estrictas y limitaciones. Procedimientos estandarizados para aproximación/aterrizaje/despegue y limitaciones operativas según meteorología, tipo de aeronave y experiencia de la tripulación.
Aeropuertos de Courchevel y Nassarsuaq:


Por qué la “peligrosidad” cambia
- Clima y estación. Vientos, cizalladura, niebla, nieve o lluvias intensas pueden transformar una aproximación rutinaria en una operación no autorizada.
- Infraestructura y NOTAM. Obras, ayudas fuera de servicio o cambios temporales alteran la complejidad del día a día.
- Gestión del riesgo. Aerolíneas y autoridades ajustan mínimos y restricciones para mantener la seguridad operativa.
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