Ciudad sumergida del Mar Caribe: ¿ruinas a 650 metros de profundidad o ilusión geológica?

Sonar y ROV detectaron en 2001 formas geométricas a 650–750 m de profundidad frente a la península de Guanahacabibes. ¿Ciudad perdida más antigua que las pirámides o curiosidad geológica? Esto sabemos, con fuentes.

En 2001, una campaña de prospección submarina detectó frente a la península de Guanahacabibes (oeste de Cuba) un conjunto de anomalías con geometrías y alineamientos regulares a unos 650–750 metros de profundidad. El hallazgo —hecho por la empresa canadiense Advanced Digital Communications (ADC), de Paulina Zelitsky y Paul Weinzweig— se obtuvo con sonar de barrido lateral y luego con un vehículo operado remotamente (ROV), que registró bloques lisos y formas que algunos interpretaron como “trazos urbanos”. Desde entonces, no hay confirmación científica de origen humano.

¿Qué se encontró y dónde?

Las primeras imágenes de sonar mostraron patrones rectilíneos y ortogonales en un área del fondo marino frente a Cabo San Antonio, en el extremo de Guanahacabibes, en el Canal de Yucatán. ADC reportó bloques “de aspecto granítico”, algunos en disposición piramidal o circular, a unos 650 m de profundidad. El equipo volvió con un ROV para filmar las estructuras. La propia Zelitsky evitó sacar conclusiones y subrayó que sería “irresponsable” afirmar que se trataba de una ciudad sin pruebas directas.

Las hipótesis: 6.000 años… ¿o 50.000?

La idea más llamativa fue la de una datación de ~6.000 años, lo que la haría anterior a las pirámides de Guiza; se planteó con cautela en notas de prensa de 2001–2002. Sin embargo, el geólogo cubano Manuel Iturralde-Vinent advirtió que, de haber estructuras humanas a esa profundidad, su hundimiento tectónico requeriría del orden de 50.000 años, muy anterior a cualquier arquitectura conocida en la región. Concluyó que el caso es “extraño” pero no probado y pidió más muestras y trabajo in situ antes de decidir entre origen natural o antrópico.

¿Por qué no hay veredicto científico?

Tres razones principales explican la incertidumbre persistente:

  1. Profundidad y costo: a 650–750 m, las operaciones con sumergibles/ROV avanzados son costosas y técnicamente exigentes. En 2002, National Geographic consideró una expedición en sumergibles tripulados, pero se canceló por financiación; la propia Sylvia Earle calificó el sitio de “intrigante” y pidió más datos.
  2. Datos incompletos: faltan mapeos multihaz de alta resolución, modelos 3D fotogramétricos y muestras suficientes para análisis petrográficos concluyentes. Las imágenes disponibles permiten interpretaciones contrapuestas.
  3. Balance escéptico en la comunidad: publicaciones recientes en prensa generalista recuerdan que no existe confirmación arqueológica y que la hipótesis “ciudad” compite con explicaciones geológicas (fracturación, erosión, sedimentación) que pueden generar formas “artificiales a la vista”.

¿Atlántida caribeña o geología engañosa?

El marco mediático “Atlántida” reapareció tras el anuncio inicial, pero los propios descubridores evitaron esa etiqueta. Expertos consultados por grandes medios pidieron prudencia hasta contar con estudios directos y revisados por pares. La lectura crítica estándar hoy es: anomalías interesantes ≠ ruinas confirmadas.

Mirando hacia atrás:

  • 2000–2001: ADC detecta anomalías geométricas a ~650 m con sonar; en 2001 filma con ROV y difunde imágenes.
  • 2002: Cobertura internacional; Iturralde-Vinent pide más pruebas; National Geographic baraja expedición y la cancela por fondos.
  • 2025: Notas periodísticas vuelven sobre el caso; no hay validación arqueológica del origen humano.

Qué haría falta para resolver el enigma

  • Batimetría multihaz y sonar de apertura sintética de muy alta resolución.
  • ROV/AUV con fotogrametría o LIDAR submarino para generar modelos 3D medibles.
  • Muestreo dirigido (núcleos/fragmentos) para petrografía, geoquímica y, si procede, dataciones.
  • Protocolo arqueológico subacuático (registro, estratigrafía, cadena de custodia).
    Estas tareas permitirían discriminar entre formación natural y estructura construida. (Resumen técnico a partir de vacíos de datos identificados en las fuentes periodísticas y declaraciones de expertos).

Unas respuestas a las preguntas que se hacen los viajeros

¿Dónde está la “ciudad sumergida” del Caribe?
Frente a Cabo San Antonio, en la península de Guanahacabibes (oeste de Cuba), en el Canal de Yucatán, a ~650–750 m de profundidad.

¿Quién la descubrió y con qué tecnología?
La empresa ADC (Paulina Zelitsky y Paul Weinzweig), usando sonar de barrido lateral y un ROV que filmó los bloques in situ.

¿Es más antigua que las pirámides egipcias?
La datación de 6.000 años fue especulativa en 2001; no hay pruebas directas. Por la profundidad, un eventual origen humano implicaría antigüedades del orden de 50.000 años, lo que no encaja con lo que sabemos de la arquitectura regional.

¿Existe consenso científico?
No. El origen antrópico no está demostrado; persiste la posibilidad de procesos geológicos que generen formas engañosas.

Paisajes de la península de Guanahacabibes: