El auge de los vinos y de las bodegas del sur de Brasil

Brasil lo tiene todo para convertirse en un actor clave en el siglo XXI… siempre que asuma plenamente su papel de laboratorio de experimentación, consumo y sustentabilidad vitivinícola a escala mundial. Después del fútbol y el café, ¿el vino será alguna vez un nuevo emblema para Brasil?

Brasil es el quinto productor de vino del hemisferio sur y suscita un creciente interés internacional. Considerado durante mucho tiempo un actor marginal en la escena vinícola, está experimentando una rápida transformación, impulsada por el cambio climático en curso, las innovaciones técnicas, la diversificación de sus terruños y una nueva generación de consumidores.

Esta dinámica convierte al país en un auténtico laboratorio de las nuevas tendencias mundiales del vino. El mercado brasileño está experimentando un crecimiento impresionante: ventas de 11 460 millones de euros en 2024, con previsiones de 19 120 millones de euros para 2030, a una tasa media de crecimiento anual del 9,1%. Sin embargo, a pesar de su gigantesco tamaño y de su importante población, Brasil representa actualmente el 2,6% del mercado mundial del vino. Y los consumidores están atraídos en su gran mayoría por los vinos argentinos y chilenos, masivamente presentes en ese mercado.

Nuevos terruños

El país produce entre 1,6 y 1,7 millones de toneladas de uva al año, procedentes de casi 81.000 hectáreas. El sur del país sigue siendo el corazón de la viticultura brasileña, con el 90% de la producción concentrada en el estado de Rio Grande do Sul. La región de Pinto Bandeira es famosa por sus vinos espumosos de alta calidad, producidos según el método tradicional y elaborados con uvas Chardonnay y Pinot Noir.

Están surgiendo nuevas regiones. Santa Catarina, con sus viñedos a gran altitud en São Joaquim, favorece la producción de vinos espumosos finos en un clima fresco. Aún más atrevido es el valle de São Francisco, en el noreste tropical, donde el clima semiárido permite dos cosechas al año. En zonas más cálidas, como São Paulo y Minas Gerais, los viticultores innovan con la poda invertida. Posponen la vendimia a periodos más frescos, lo que mejora la calidad de la uva.

Vino de entrada y vino blanco

En 2023, Brasil importó 145 millones de litros de vino, lo que supone una caída del 5,91% en volumen (una vez ajustada la inflación), pero un aumento del 5% en valor (sin el efecto de un cambio en el precio).

Predominan los vinos de gama de entrada -menos de 20 euros-, que representan el 65% del volumen. Los vinos de gama alta -más de 80 euros- han aumentado un 31% en volumen y un 34% en valor. Chile sigue siendo el principal proveedor, por delante de Portugal y Argentina. Francia es el quinto proveedor, con una cuota de mercado del 7%. Francia consolida su posición gracias a sus vinos espumosos y a las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP).

Dominado durante mucho tiempo por tintos y espumosos, el mercado brasileño está experimentando un fuerte aumento del vino blanco: un 11% más de importaciones de aquí a 2023, lo que representa ya el 22% del mercado. Esta tendencia se explica por el clima, pero también por la búsqueda de frescura, ligereza y menor contenido de alcohol. Los vinos blancos aromáticos y florales atraen especialmente a los jóvenes y a las mujeres, trastocando los códigos tradicionales.

Millennials y Generación Z

La reactivación del mercado brasileño está impulsada en gran medida por la generación más joven. Según un estudio, el 37% de los millennials y la generación Z dicen preferir el vino, justo por detrás de la cerveza (44%) y por delante de los licores. El consumo de vino es cada vez más cotidiano, integrado en las ocasiones sociales. Las mujeres brasileñas representarán el 53% de los consumidores en 2024, frente al 47% en 2019. La proporción de consumidoras de entre 55 y 64 años ha aumentado incluso del 14% al 19%. Este grupo demográfico en rápida evolución busca vinos más accesibles, experiencias compartidas y marcas comprometidas.

Hacia una viticultura más sostenible

La sostenibilidad se está convirtiendo en una importante ventaja competitiva. En Encruzilhada do Sul, la finca Chandon (LVMH) ha lanzado un vino espumoso premium basado en prácticas sostenibles certificadas por PIUP, aunque no es ecológico. Según su enólogo Philippe Mével, estos métodos mejoran la salud del suelo y la productividad, al tiempo que reducen los insumos.

Vue de la Salton Valley
La hacienda Salton es una de las grandes haciendas reconocidas del estado de Rio Grande do Sul, en la frontera con Uruguay y Argentina.

Vinícola Salton, por su parte, está compensando sus emisiones de 951 toneladas de CO₂ en 2020 mediante la conservación de 420 hectáreas de pampa autóctona, y acciones de reforestación. Su objetivo es alcanzar la neutralidad de carbono en 2030 a través de energías renovables y materiales reciclados.

A pesar de estos avances, el vino brasileño sigue adoleciendo de una imagen demasiado tradicional. Para atraer a los jóvenes, el sector necesita adoptar códigos más espontáneos, centrados en experiencias, momentos de la vida y emociones. Instagram, TikTok, microinfluencers, etiquetas con un diseño moderno: las palancas son numerosas.

El consumo medio de vino per cápita sigue siendo bajo (2,7 litros/año), pero el potencial es considerable. Con una oferta que se diversifica rápidamente, una amplia gama de terruños, una población joven curiosa y exigente, y un claro movimiento hacia la gama alta, la cara del vino brasileño está cambiando.

Eventos como ProWine São Paulo, que se ha convertido en la mayor feria de vinos y licores de América, son testimonio de este creciente entusiasmo. Brasil lo tiene todo para convertirse en un actor clave del siglo XXI… siempre que asuma plenamente en lo que se está convirtiendo: un laboratorio de experimentación, consumo y sostenibilidad vitivinícola a escala global.

Foto de apertura: El valle de viñedos de Bento Gonçalves, en Rio Grande do Sul (Brasil), ha recibido una fuerte influencia de los descendientes de inmigrantes italianos que llegaron a la región. ViagenseCaminhos/Shutterstock.