Turistas varados, hoteles fuera de servicio y una temporada alta en jaque: Turquía enfrenta una crisis sin precedentes por la clausura masiva de alojamientos por motivos administrativos. Esto es lo que deben saber los viajeros antes de ir a ese país.
Mientras las costas de Bodrum y la Riviera Turca comenzaban a llenarse con la llegada del verano, miles de turistas se encontraron con una sorpresa desconcertante: hoteles cerrados, reservas canceladas y alojamientos desaparecidos de las plataformas en línea. Según informaron medios locales e internacionales, más de 4.000 establecimientos turísticos fueron clausurados repentinamente por el gobierno turco debido a irregularidades administrativas.
¿Por qué cerraron tantos hoteles en Turquía?
El Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía ordenó el cierre de los alojamientos que no contaban con el certificado de explotación turística, un requisito indispensable para operar legalmente en el país. Muchos de estos hoteles no lograron obtener el permiso a tiempo, no por desidia, sino por la saturación de los canales administrativos. La medida se aplicó sin previo aviso, lo que provocó un efecto dominó: huéspedes sin lugar donde dormir, agencias de viaje sin alternativas inmediatas, y operadores turísticos enfrentando una ola de cancelaciones.
Un comienzo de temporada caótico
El diario BirGün describió el panorama como un “comienzo de temporada caótico”, mientras que plataformas como Travel and Tour World advirtieron sobre la confusión entre los viajeros y el retiro de los establecimientos clausurados de las webs de reservas. La consecuencia inmediata fue el colapso en la capacidad de alojamiento en destinos turísticos claves como Antalya, Kusadasi o Izmir.
Críticas del sector hotelero
La reacción de los profesionales del turismo no tardó en llegar. Serdar Karcılıoğlu, presidente de la Asociación de Hoteleros de Bodrum, criticó duramente la decisión gubernamental, calificándola como una “resolución de escritorio sin conocimiento del terreno”. Estimó que solo 200 de los hoteles afectados podrían lograr regularizar su situación antes de que finalice la temporada. Los demás deberán permanecer cerrados o arriesgarse a operar en la ilegalidad.
¿Qué causó esta crisis?
El trasfondo del conflicto tiene múltiples aristas. Según fuentes del sector, el Ministerio de Turismo enfrenta una acumulación de solicitudes, falta de personal y tiempos de procesamiento excesivamente largos. A esto se suma el endurecimiento de los controles tras la tragedia de Kartalkaya —un incendio en un resort que dejó 78 víctimas fatales—, lo que derivó en normativas más estrictas y demoras aún mayores en la emisión de certificaciones.

Impacto económico y turístico
La clausura de más de 4000 hoteles no solo afecta a los propietarios y trabajadores del sector, sino que también pone en riesgo una industria clave para la economía turca, que representa cerca del 10% del PBI nacional. Se calcula que las pérdidas ya son millonarias debido a la cancelación de reservas, congelamiento de inversiones y acumulación de deudas por parte de los establecimientos clausurados.
Recomendación para turistas: revisar certificados o elegir otros destinos
Ante el caos, el Ministerio de Turismo recomienda a los viajeros verificar que su hotel cuente con el certificado de explotación turística antes de reservar. Esta medida preventiva, aunque razonable, llega tarde para muchos turistas afectados que ya tenían sus planes organizados y sus alojamientos confirmados en establecimientos que ahora están cerrados.
ALERTA: ¿Es seguro viajar a Turquía este verano?
Turquía es un destino atractivo por el pasado griego de sus principales ciudades, sus paisajes y hospitalidad. Sin embargo, no es un destino de total seguridad. Ahora se suma esta preocupante ola de cierre de hoteles. Es fundamental que los turistas tomen recaudos adicionales en esta temporada 2025. A la hora de planificar el viaje, se sugiere:
- Reservar solo a través de plataformas confiables que confirmen el estado operativo del hotel.
- Contactar directamente al establecimiento para verificar que cuenta con los permisos requeridos.
- Tener alternativas de hospedaje preparadas en caso de cancelaciones de último momento.
- Consultar con agencias de viaje que operen con proveedores locales validados.
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