En el corazón de la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, se encuentra la Casa Ronco, un espacio donde la historia, la literatura y el arte se entrelazan en cada rincón. Esta residencia histórica, que perteneció al abogado, coleccionista y apasionado de la cultura Bartolomé José Ronco, invita a locales y turistas a descubrir una de las colecciones culturales más valiosas del país.
Bartolomé José Ronco nació en Buenos Aires en 1881 y se graduó de abogado a los 23 años. Pronto se instaló en Bahía Blanca, donde comenzó a forjar su compromiso con la vida cultural, antes de trasladarse definitivamente a Azul junto a su esposa María de las Nieves “Santa” Giménez. A lo largo de su vida, Ronco fue un activo promotor de la cultura popular: presidió la Biblioteca Popular de Azul durante más de dos décadas, impulsó la creación de nuevas bibliotecas y fundó el Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru, donde resguardó importantes colecciones de platería gauchesca y mapuche.
Además de su labor jurídica y cultural, Bartolomé Ronco cultivó su amor por la carpintería, construyendo en su propia casa un taller con maquinaria traída desde Buenos Aires. Allí fabricó, entre otras obras, muebles únicos que aún decoran su hogar.

Recorrido por la Casa Ronco: un museo vivo
Visitar la Casa Ronco es sumergirse en un ambiente detenido en el tiempo. Desde su imponente hall, con vitrales coloridos, el recorrido lleva al visitante por distintos espacios que reflejan la vida cotidiana y cultural de la familia Ronco.
En el estudio, encontramos cuatro bibliotecas construidas por el propio Bartolomé para albergar aproximadamente cinco mil volúmenes. La sala del Quijote y Martín Fierro reúne una de las colecciones más notables de ediciones cervantinas y material vinculado al Martín Fierro, acompañadas por obras de arte, objetos de cerámica y muebles históricos.
La sala de visitas, con sillones bordados en “petit point” por Doña Santa, ofrece un ambiente cálido para imaginar las tertulias de época.
El comedor diario y el patio —donde una magnolia y un jazmín paraguayo perfuman el aire— completan la experiencia de este recorrido íntimo.
Actualmente, el antiguo espacio de la hemeroteca funciona como un Salón de Exposiciones, sumando una dinámica oferta cultural con muestras temporarias.


La joya de la casa: la colección cervantina
Uno de los grandes tesoros de Casa Ronco es su impresionante colección cervantina, considerada una de las más valiosas de Argentina. Compuesta por más de 350 ediciones de Don Quijote de la Mancha, suma un total aproximado de 1200 volúmenes. Entre ellas se destacan verdaderas joyas bibliográficas, como una edición inglesa de 1675 —la primera traducción al inglés realizada por Thomas Shelton— y una rarísima edición belga de 1697, impresa por Enrico y Cornelio Verdussen en Amberes.
La colección también incluye libros en miniatura de apenas 4,5 centímetros, lujosas ediciones ilustradas por artistas como Gustave Doré, Salvador Dalí y Walt Disney, así como traducciones a numerosos idiomas. Este conjunto no solo enriquece la memoria bibliográfica de Azul, sino que también consolidó a la ciudad como Ciudad Cervantina de la Argentina, un reconocimiento de proyección internacional.




Más allá de los libros: la hemeroteca y el archivo digital
La Casa Ronco alberga además la Hemeroteca Juan Miguel Oyhanarte, inaugurada en 1991, que custodia una de las colecciones más antiguas de periódicos y revistas de la ciudad, con ejemplares que datan desde 1872. Gracias al trabajo de preservación, gran parte de este material histórico ha sido digitalizado, formando el Archivo Digital de Azul, que ofrece acceso a unas 5.000 imágenes históricas del pasado local.
Dirección: San Martín 362, Azul, Buenos Aires.
El patio de la Casa Ronco:

Además, a pocos metros de la Casa, se pueden visitar también la Biblioteca Popular de Azul “Bartolomé J. Ronco” y el Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru”, ampliando la experiencia cultural.
Una visita literaria a la Casa Ronco, en el sitio de la casa editorial Hoja por Hoja.
Más fotos de la visita a la Casa Ronco:



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