Por Ignacio Matías Maestro, catedrático del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Comunicación e investigador del ISC (Institute of Smart Cities), Universidad Pública de Navarra
Una ciudad inteligente es aquella que integra a la sociedad con su Gobierno y que, a través de sistemas inteligentes, detecta necesidades y genera soluciones, a ser posible, en tiempo real. Las smart cities usan la tecnología para ser más sostenibles y mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas.
Existen muchos factores que influyen para que una ciudad pueda llamarse inteligente. Por ejemplo, que tenga sistemas de ahorro de energía que permitan el consumo inteligente, el reciclaje, la reducción de residuos o emisión de gases; que en se apueste por la telemedicina o la teleasistencia o que, en el transporte, cuente con una gestión eficiente del tráfico, optimización de rutas de transporte público e infraestructuras sostenibles.
Una mirada al futuro
Es muy complicado prever cómo será la tecnología dentro de 50 años. Lo que se ha evolucionado en este último medio siglo, comparándolo con lo que vamos a avanzar en los próximos 50 años, si no hay muchos contratiempos, es infinito.
Jamás habíamos tenido tantas posibilidades de crecimiento como ahora: tenemos tantas, que no sabemos por dónde vamos a ir. Para el ser humano, vivir en la actualidad es un don y va a ser espectacular. Dentro de 30 años, miraremos atrás y todo nos va a parecer muy extraño. No sé cómo serán en el futuro las ciudades inteligentes, pero sí sé que las ciudades del futuro serán inteligentes e incluso cognitivas.
Sabemos que en el futuro viviremos en ciudades porque es la única forma de preservar el resto de la Naturaleza, ya que, si nos extendemos por todo el territorio, mataremos lo que esté a nuestro alcance. En el año 2050, el 85 % de la población mundial va a vivir en ciudades, fundamentalmente, porque el ser humano es un ser urbano y necesitamos vivir juntos para avanzar. Y además, porque tenemos que liberar al resto de la naturaleza de la presión humana. Cada uno tiene que tener su espacio.
El transporte va a cambiar tanto que es muy posible que en el centro de las ciudades no puedan circular coches particulares y que el transporte público sea lo único que exista. Una vez que tengamos el control del tráfico de la ciudad y de sus semáforos, todo va a ser mucho más sencillo y automatizado. No habrá atascos o, si los hay, se podrán solucionar de una forma más eficiente que ahora. Por otra parte, no sabemos si habrá o no vehículos voladores, pero sí es seguro que contaremos con vehículos autónomos, y, si éstos van solos, es muy factible que puedan volar.
Además, es evidente que tendremos que intentar ir al espacio, porque aquí ya no cabemos y estamos colapsando el planeta Tierra. Por otra parte, sabemos que serán millones los objetos conectados en el mundo. Actualmente, ya hay unos 200 millones de sensores conectados: solo en el 2025, es posible que ya sean mil millones. Habrá muchos sensores, muchos datos, mucha tecnología.
El papel de los datos y su control
Los datos son imprescindibles para poder hacer una buena gestión de la ciudad. Por eso, los sensores son fundamentales para obtener información, datos semafóricos, cuánta gente hay en la calle, contaminación, etc. La internet de las cosas es la única manera que tenemos actualmente para anticiparnos y resolver los problemas de las ciudades. Jugarán un papel esencial la inteligencia artificial, el machine learning y tecnologías como digital twins, edge computing o fog computing.
En el siglo XXI, los datos son la materia prima y quien los controle tendrá mucho poder. Pero la tecnología no es el problema: es la solución. El verdadero problema es la cuestión social.
¿Quién puede controlar los datos que generamos nosotros mismos? Puede ser una ciudad, un Estado o una empresa. Una empresa, si sabe cómo nos comportamos, puede intentar vendernos sus productos. Si quien nos controla es una ciudad o un Estado, la situación es peor, porque nos pueden dirigir para intentar que pensemos de un modo concreto. A este respecto, ya la Unión Europea ha dado pasos para velar por que los datos sean nuestros, pero no me lo acabo de creer. Actualmente, simplemente cuando utilizamos cualquier aplicación, ya estamos cediendo nuestra información.
La sociedad avanza si tiene libertad, pero si no somos capaces de preservarla y hay una inteligencia superior que controla nuestras libertades, podremos acomodarnos y actuar como “borregos”.
Si los datos no son nuestros, van a coartar nuestra libertad. Por todo ello, cuando construyamos una ciudad inteligente, debemos intentar que sea una ciudad inteligente con alma, y no una ciudad tipo centro comercial.
Ciudades más inteligentes, y más humanas
Una ciudad inteligente creada desde cero carece de alma. Una ciudad inteligente tiene que reforzar su identidad, pensar en las personas que la habitan, estar viva y siempre en constante adaptación. En mi opinión, es mucho más importante hacer más inteligentes a ciudades ya existentes y lograr que sean inteligentes desde su punto de vista particular: es decir, que cuenten con su propia historia e inteligencia, como las personas, y desarrollen aquellos aspectos que cada ciudad, de forma individual, quiera impulsar.
Existen ejemplos de ciudades inteligentes creadas desde cero, como Songdo, en Corea del Sur, pero mucha gente no quiere vivir en ellas, quizá porque tienen miedo de vivir en una ciudad con tanta tecnología. Quizá prefieren vivir en una ciudad menos inteligente, pero más humana.
En algunas ciudades de China ya controlan a quien va por la calle: saben en todo momento quién eres. Si hay un indicio de que se ha cometido un crimen o robo, enseguida lo pueden detectar e identificar a los culpables, lo cual, por otra parte, genera cierto miedo. La seguridad es muy importante y con inteligencia artificial, sensores y cámaras, se puede avanzar mucho, pero siempre deberemos tener muy presente el límite de la libertad.
Debemos hacer más inteligentes y tecnológicas nuestras ciudades, sí, pero también más humanas.
Este artículo fue publicado originalmente como una entrevista en el blog de la UPNA Traductor de ciencia.
Foto de apertura: Shutterstock / tostphoto. Esta nota es tomada de The Conversation bajo una licencia Creative Commons.
¿Dónde tapear en Buenos Aires? En el NH Lancaster, en plena City porteña.
Creada 15/06/2018
El NH Hotel Group es una de las principales cadenas hoteleras en la Ciudad de Buenos Aires, donde totaliza nueve propiedades. Una de las más emblemáticas es el NH Collection Lancaster, sobre la calle Córdoba, a minutos de las Galerías Pacífico. El hotel y su Chef Ejecutivo, Hernán Caballero, aprovecharon el Día Mundial de la...
Lo mejor del invierno porteño: un brunch de fin de semana en el Hotel Madero
Creada 12/06/2018
Rëd Resto, el restaurante del cinco estrellas Hotel Madero -en Puerto Madero, Buenos Aires, como lo indica su nombre- abre sus puertas todos los sábados y domingos con un brunch al mediodía. La mesa de entradas frías y los platos fueron elaborados por el Chef Ejecutivo Alejandro Bontempo. Los platos son acompañados por vinos Saint...
El Obrador: el Bocuse de Bariloche
Creada 25/05/2018
El Obrador es mucho más que un centro de formación para chefs de cocina. Como lo indica su lema es una Escuela de Arte Culinario. El Obrador ha sido fundado y es dirigido por Emiliano Schobert. Es uno de los chefs argentinos más prestigiosos. En el mes de abril consiguió el tercer puesto en la...
Tango y fileteado: dos clásicos porteños en un mismo tour.
Creada 08/05/2018
Fileteado y tango: son dos iconos inconfundibles de la cultura popular porteña. Ambos surgieron a principios del siglo XX en una sociedad compuesta por inmigrantes europeos y criollos. Una visita guiada los reúne por las calles del Abasto. Es organizada por la agencia 054.Travel. La guía Cecilia se encuentra con los participantes del paseo en...
¿Cómo es el aeropuerto de Asunción?
Creada 01/05/2018
Los viajeros que llegan a Asunción por vía aérea aterrizan en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi (IATA: ASU – OACI: SGAS), situado en Luque, en la periferia de la capital paraguaya. Antiguamente llamado Aeropuerto Internacional Presidente Stroessner, con el regreso de la democracia fue rebautizado en homenaje al aviador paraguayo Silvio Pettirossi. Silvio Pettirossi había...
Las primeras fotos del nuevo Howard Johnson Plaza Buenos Aires
Creada 02/03/2018
Fue inaugurado hoy el nuevo hotel de la cadena. Está sobre la Avenida 9 de Julio, en Lima 653, a pasos de la UADE y a solo unas cuadras del corazón del barrio porteño de San Telmo. Es el 40º establecimiento de la cadena que pertenece a un grupo hotelero argentino que explota a nivel...
Así es el aeropuerto de Montevideo
Creada 27/02/2018
El Aeropuerto Internacional de Carrasco Gral. Cesáreo L. Berisso es la principal base aérea en Uruguay. Se encuentra a unos 20 kms del centro de Montevideo. Es muy chico y recibe solo unas decenas de vuelos al día, principalmente desde la Argentina, Chile y Brasil. También algunos del Caribe, del este de Estados Unidos y...
McDonalds llegó al Aeroparque porteño
Creada 27/02/2018
El local abrió en un nuevo patio de comida que fue inaugurado en la planta baja, en un extremo del sector de mostradores de check-in de vuelos de cabotaje la compañía Aerolíneas Argentinas. El local ofrece todas las comidas habituales de la cadena McDonalds y tiene también un sector McCafé. Además de los mostradores, cuenta...
Etihad Business, el placer de volar
Creada 23/02/2017
Recientemente viajamos en la clase Business de Etihad, la compañía nacional de Abu Dhabi, capital de los Emiratos Arabes Unidos, en el tramo San Pablo-Abu Dhabi 14 hs 25 m). Aquí el resumen visual del viaje en la e-box de la pantalla individual a disposición de cada pasajero: El avión es un Boeing 777 con Primera...
Bariloche a la Carta
Creada 13/10/2016
El festival gastronómico más importante de Río Negro, “Bariloche a la Carta”, culminó su tercera edición el lunes 10 de octubre 2016. Más de 35 mil personas visitaron la feria emplazada en el Centro Cívico, donde productores de la región ofrecieron un amplio menú de propuestas y productos. Por Livio González – desde San Carlos de Bariloche...