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Auroville: el lugar más utópico del mundo cumplió 50 años

Esta comunidad se rige sin gobierno, sin leyes ni dinero. Es un mundo ideal que fue creado por una francesa en el sudeste de la India para convertirse en un modelo ideal para el resto de la humanidad.

De Auroville se conoce sobre todo la imagen del Matrimandir, el mayor edificio de esta comunidad utópica. Su imponente esfera dorada de 36 metros de diámetro es muy atractiva, pero los turistas que la quieran fotografiar no pueden acercarse. Tienen que sacar sus fotos desde ciertos puntos a una prudente distancia porque el Matrimandir es en realidad una gran sala de meditación y no se pueden molestar a los adeptos. 

Pero Auroville no se puede resumir a esa sola construcción. Fue creada oficialmente en febrero de 1971, en torno a una escuela espiritual, por Mirra Alfassa, una francesa que era conocida como La Madre y falleció al poco tiempo de haber formado su comunidad, en 1973. A lo largo del primer medio siglo de su existencia, la ciudad utópica generó tantas preguntas como sospechas y todavía muchos ex adeptos y observadores opinan que se trata de una secta. Más allá de las polémicas fue visitada por grandes figuras de la paz como Gandhi y el Dalai Lama. 

El Matrimandir, en el centro de Auroville. 

Sus miembros forman una comunidad ideal que no tiene ni policía, ni religión, ni dinero. El proyecto inicial de La Madre era alcanzar una unidad de toda la humanidad. Auroville está lejos de haber cumplido ese sueño, pero nunca dejó de atraer a idealistas de todos los países del mundo. Y en estos tiempos en los cuales es más urgente que nunca cuidar el planeta y repensar nuestro modo de vida, la comunidad es un modelo de urbanismo ecológico. 

"Auroville es una ciudad utópica que no pertenece a nadie en particular y a la humanidad entera", según palabras de Mirra Alfassa. El nombre es un homenaje a Sri Aurobindo, un gurú que vivió en aquel lugar a principios del siglo XX. 

La comunidad está bajo la protección de la UNESCO, de varias ONGs y del Gobierno de la India. Está compuesta por miembros originarios de unas 50 naciones cuya vida se reparte entre la Zona del Silencio (en el centro, rodea el Matrimandir) y el resto donde hay sectores para actividades y otros para viviendas. Los miembros se dedican al cultivo de los campos tratando de ser autónomos con su propia producción y circulan en bicicleta. Para instalarse en Auroville y convertirse en uno de sus "ciudadanos" hay que llevar una vida acorde con los principios de la comunidad y esperar varios años antes de ser aprobado e integrado. 

Un mundo no tan ideal

A pesar de sus aspectos ideales, Auroville sufre últimamente de un problema creciente de inseguridad. Como no tiene límites ni cerca, se infiltran ladrones y criminales desde la ciudad de Puducherry y de los pueblos vecinos. Hacen incursiones nocturnas y no se recomienda salir de las casas luego de la puesta del sol. Aunque afirma haber abolido las transacciones monetarias, el dinero continúa circulando dentro de la comunidad: los nuevos miembros deben pagar para tener el derecho de usar un terreno y construir su casa (que es propiedad de la comunidad) y los visitantes exteriores pagan sus consumos en bares y restaurantes, como en cualquier otra parte del mundo. 

Auroville está a unos 10 kms al norte de Puducherry (antiguamente Pondichéry, uno de los cinco enclaves coloniales franceses en la India), en el estado del Tamil Nadu. 

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