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La segunda catástrofe de Chernóbil

El epicentro del peor accidente nuclear de la historia está en llama. Las mediciones de radiación muestran valores en alza.

Para los que no lo vivieron, el libro documental de Svetlana Alexievich (Premio Nobel de Literatura 2015) "Voces de Chernóbil" y la serie TV que inspiró nos recordaron que la explosión de 1986 en la central ucraniana es uno de los mayores accidentes del siglo XX y sigue siendo una amenaza latente para toda Europa Central y para las extensas porciones de territorios de Ucrania, Rusia y Bielorusia. 

Hace unos días, se declararon dos focos de incendios en la Zona de Exclusión. Es el sector más contaminado y con las mayores tasas de radiaciones en torno al reactor nuclear que explotó en 1986. Según ONGs ambientalistas la noticia es muy preocupante, aunque las llamas hayan sido supuestamente controladas durante la noche del martes al miércoles por los bomberos y por algunas lluvias. 

El incendio empezó intencionalmente hace unos diez días y el culpable ya fue identificado. Se trata de un habitante de la región y será juzgado. Podría recibir una pena de cinco años de encarcelamiento. El fuego se propagó muy rápidamente porque la región padece una sequía intensa. Las autoridades ucranianas afirman controlar la situación aunque los reporteros gráficos que cubren los hechos afirman que el incendio sigue activo y que la situación sigue siendo muy preocupante.

Las llamas quemaron más de 45.000 hectáreas de bosques en la zona más radioactiva, la famosa Zona de Exclusión, en la cual no puede vivir nadie. Alcanzaron la ciudad fantasma de Pripiat. 

La Zona de Exclusión es un territorio prohibido que cubre un área de un radio de 30 kms en torno a la ex central nuclear. Las imágenes satelitales muestran que las llamas están a solo un kilómetro y medio de la chapa que cubre el reactor accidentado.

De la misma manera que quieren mostrar que tienen la situación bajo control, los políticos ucranianos afirman que no hay riesgos de contaminación. Sin embargo, los habitantes que viven cerca de la Zona de Exclusión midieron incrementos en las tasas de radioactividad. Un miembro de la agencia gubernamental de inspección ambiental indicó en las redes sociales que las tasas de radiaciones en las cercanías del incendio son muy superiores a las normales. Difundió imágenes de su medidor Geiger para comprobar sus dichos. Fue desmentido en seguida por sus superiores y tuvo que volver sobre sus declaraciones. El Presidente de Ucrania, por su parte, reaccionó recién anteayer por la noche, luego de más de una semana de silencio sobre el problema y sus probables consecuencias.

Los incendios ocurrieron 34 años luego del accidente, a pocos días de diferencia. El foco fue encendido por el pirómano el viernes 3 de abril a unos 50 kms de la central. Un segundo foco se declaró el miércoles a 5 kms de la central. Por su intensidad, las llamas pudieron cruzar el río Pripiat que tiene 200 metros de largo. 

Las llamas pusieron en peligro el domo de metal que fue terminado de instalar en 2016 sobre el corazón del reactor explotado; e iba a contener la radioactividad durante un siglo... (según las autoridades ucranianas).

Esta foto satelital muestra el avance de los dos focos de incendios. 

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