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Aquellos lugares que quieren menos turistas

Roma, Barcelona o Budapest. La Isla de Pascua o Islandia: un repaso por varios lugares colapsados por el turismo. 

Hay regiones y ciudades que se las ingenian para atraer más turismo y desarrollar sus economías gracias a los ingresos que esto representa. Y hay otros que no saben como hacer para ser menos populares...

Mientras que hay cada vez más vuelos y turistas alrededor del mundo, se habla cada vez más de las presiones del Over Tourism, el sobre turismo.  Si vas algún día a uno de estos lugares, es probable que no te sientas bienvenido. Encabezan la lista de los lugares más saturados por el turismo en el mundo y sus vecinos son cada vez más hartos de los efectos negativos que genera: precios más elevados y malos comportamientos. 

Roma: regularmente, el comportamiento de los turistas está entre las quejas de los romanos, hartos de la presión del turismo en su ciudad. Hace siglos que la Ciudad Eterna recibe a visitantes pero la presión de estos últimos años está acompañada por comportamientos cada vez más cuestionables. Como en Amsterdam, en los Países Bajos, los locales empiezan a abandonar el centro, que no consideran más como propio. 

Barcelona: hace ya años que la capital catalana trata de cambiar cantidad por calidad y busca atraer menos turistas y al mismo tiempo convertirse en un destino más exclusivo. El año pasado recibió a 32 millones de visitantes. Es 20 veces más que su entera población. Mientras tanto, promulga regularmente leyes y los habitantes fueron los primeros en organizar manifestaciones anti turismo. 

Budapest: se ha convertido en un destino muy apreciado por los jóvenes europeos, atraídos por su reputación festiva y precios más bajos que en Europa Occidental. La ciudad contaría más de 500 bares por km2, un récord, y el precio de una cerveza es de solo 1,50 euro. Resultado: las noches son largas y ruidosas para los vecinos que organizaron un referendo. Quieren que los bares cierran a la medianoche. 2 de cada 3 votantes lo hizo por el sí. Pero la consultación no fue seguida por una ley, porque la tasa de participación al referendo era demasiado baja...  

Isla de Pascua: el territorio chileno del Pacífico es uno de los lugares del mundo donde la relación turistas/pobladores locales es muy elevada. Aunque la economía de su isla este basada en gran parte sobre el turismo, los rapanuis -así se auto denominan los isleños de raíces polinesias- son preocupados por los comportamientos venidos del continente, hábitos impulsados por residentes extranjeros. Una parte de la población empieza a querer poner limitaciones a la llegada de visitantes. Es así que ahora hay que tener un pasaje de regreso si uno pretende permanecer algún tiempo sobre la isla, y el límite es de un mes (en lugar de tres anteriormente). 

Porto: para muchos profesionales del turismo, esta ciudad del norte de Portugal se ha convertido en un parque de atracción para turistas que copan todos los lugares emblemáticos de la ciudad, desplazando a los locales. El caso más emblemático es el de la librería Lello, donde se forman largas colas en la vereda para ingresar y ver el interior del negocio y sus escaleras que inspiraron a J.K Rowling descripciones de tiendas de magia en la saga de Harry Potter. 

Islandia: Hace quince años, los viajeros que se animaban a viajar a Islandia eran pioneros y podían tener contactos verdaderos con los isleños. Pero a lo largo de los siete últimos años, la cantidad de turistas pasó de 500.000 a 2 millones. Para una población total de 340.000 personas es casi 6 por habitante. Se empieza a hablar de sobre turismo ahí también y muchos isleños consideran que el turismo es un peligro para la preservación de la naturaleza. Los acampantes están en la mira, porque muchos se instalan en lugares no habilitados y abandonan su basura. 

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